Restrepo no quiso cambiar mucho esta vez y colocó a casi el mismo once que había ganado 2-0 al cuadro colombiano. Solo Franco Saravia ocupó el lugar de Ángelo Campos y estuvo acertado en el partido. El resto del equipo fue el mismo y la idea también: mantener la intensidad para encontrar el camino hacia el arco del rival. Los primeros 25′ fueron para Alianza Lima. Tomó el protagonismo del juego, apoyando su peso ofensivo sobre el lado de Kevin Serna y buscando los pies de Catriel Cabellos para asistir a Hernán Barcos. Pero fue Cecilio Waterman quien avisó primero, cuando al minuto 9 le llegó un balón cerca del área, amagó hacia la izquierda y sacó un remate que pasó por encima del travesaño. Nada mal para hacerse sentir en la cancha.
Línea por línea, se vio a un equipo correcto, intentando cumplir el libreto. En el mediocampo, Adrián Arregui jugó siempre al límite; Jesús Castillo hizo el recorrido por dentro; y Ricardo Lagos trató de mostrarse como una opción de pase por su zona. Pero en defensa, hubo situaciones que se deben corregir, sobre todo al asumir riesgos para salir jugando desde allí. Jiovany Ramos estuvo impreciso en algunas acciones, subiendo como un volante más por derecha para colaborar con la generación de fútbol. Sin embargo, atrás dejó espacios que debieron ser cubiertos por los compañeros. Lo mismo con Juan Pablo Freytes, que también necesita más minutos de juego con el panameño y Aldair Fuentes.
Con todo y sin nada
Pero Alianza Lima se sintió superior y fue en busca del gol. A los 45′ llegó la opción más clara, cuando Barcos filtra un balón al borde del área para Lagos, quien pelea la dividida y el rebote lo coge Waterman. El centroamericano no esperó la jugada y le pegó por encima del arco, lejos de cualquier peligro, como si fuese un remate sin destino. Esa acción generó malestar en el jugador, que hasta allí había tenido un desempeño regular. Si había algo que criticar hasta aquí, era esa falta de gol, esa poca capacidad para resolver cuando hay que hacerlo. Es decir, ser efectivos en los últimos metros.
Tras el descanso, los blanquiazules quisieron mantener ese dominio en campo contrario, pero los ‘cruzados’ ganaron metros y peligrosidad. Esa paridad pudo romperse con Barcos al minuto 59, cuando quedó mano a mano con el arquero y cambió la trayectoria del balón para buscar el palo más lejano. Lamentablemente, su remate no tuvo destino de gol y el marcador no se movió hasta el final. Restrepo, al saber que había desgaste en el equipo, mandó de todo al campo. Ingresaron Gabriel Costa, Jhamir D’Arrigo y Bryan Reyna con el fin de oxigenar la volante. También lo hizo Franco Zanelatto, que superó su pubalgia y competirá por un lugar en el once titular. Y lo mismo ocurrió con Sebastián Rodríguez, que entró al campo, se ubicó como el ‘10′ de Alianza Lima y dejó grata impresión entre los hinchas.
Pero incluso con toda la carne en el asador, el gol no llegó. A comparación del duelo contra Once Caldas, no hubo efectividad ni conexión. Es necesario más para no sufrir en esta clase de partidos. Rodríguez demostró que le puede dar mucho a Alianza Lima, pero le urge continuidad, entrar en el ritmo del equipo y asociarse con los de arriba. Por allí Castillo sería el sacrificado, aunque todavía no está definido. Por lo demás, Restrepo tiene claro cuál es su oncena titular. Y respecto al problema del gol, con el retorno de Pablo Sabbag de la Copa de Asia, quizá el porcentaje de eficiencia pueda mejorar. Eso sí, todo dependerá de cuánto quiera cambiar Restrepo para el debut ante César Vallejo en el inicio de la Liga 1.
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