Debido a todo lo sucedido previo a su llegada, con la inesperada partida de Jorge Fossati para dirigir a la Selección Peruana, Fabián Bustos sabía que, si quería tener éxito inmediato en sus primeros partidos con Universitario, no debía cambiar demasiado algo que había funcionado para la obtención del título del 2023. Por el contrario, tenía que fortalecer la idea previa con sus propios conceptos, para así adaptarse a un plantel que ya se conocía en su mayoría y que el 3-5-2 se mantuviera sólido.
Por lo visto hasta ahora, esa decisión fue la mejor no solo por lo que se refleja en los resultados –la ‘U’ y Sport Huancayo son los únicos equipos que no han recibido goles hasta la fecha–, sino por la sensación que deja el equipo cada vez que le toca asumir un rol más defensivo y soportar, como pasó ante Alianza Lima, momentos de inferioridad por el ímpetu de su rival –contra Atlético Grau, jugando con uno menos por la expulsión de Rodrigo Ureña, supo aguantar el 0-0 hasta el gol de José Rivera–.
Cada uno de los miembros de la línea de tres cumple una función específica de acuerdo al contexto, y el automatismo que vimos en la temporada pasada no ha sufrido fisuras a pesar del cambio de entrenador. Universitario fue, por detrás de Alianza Lima (6), el segundo equipo que menos goles recibió en el Torneo Clausura 2023, con ocho tantos en contra. Asimismo, junto a los ‘íntimos’, fueron los dos clubes que menos anotaciones concedieron en toda la campaña con 22.
Obviamente, también hay mérito de Sebastián Britos. El portero uruguayo llegó a tienda estudiantil con un cartel importante tras salir campeón nacional en su país con Liverpool y viene respondiendo con creces dichas expectativas. Aunque tuvo un par de salidas en falso en el clásico, completó cinco paradas dentro del área que claramente pudieron haber tenido destino de gol. ¿Qué más puede pedir Bustos? Tiene una zaga central impenetrable y un portero de categoría para los momentos de apremio. Todo lo que un club grande necesita para competir por el título.
Corzo: alma, corazón y vida
Aldo Corzo es quizás el menos dotado técnicamente de los tres futbolistas que conforman la última línea de Universitario. Sin embargo, como lo ha hecho a lo largo de su carrera –y que lo llevó a ser pieza importante en la Selección Peruana–, reduce ese margen con entrega y un compromiso único al momento de defender cada jugada. En el clásico, fue el segundo jugador crema con más balones recuperados con 12, solo por detrás de Jorge Murrugarra (18). Si hay que tirarse de cara para llegar al balón, él lo hace sin temor a poner en riesgo su integridad física.
La misma jugada que todos le recordamos ante Colombia y que derivó en el tiro libre indirecto que Paolo Guerrero transformó en gol en el 2017, la volvió a hacer el sábado ante Alianza Lima, pero esta vez para alejar el peligro del área de la ‘U’ ante un intento de Franco Zanelatto por controlar la pelota. No es un lujo ni una jugada vistosa, ni de esas que terminan en los resúmenes de televisión, pero describe claramente el espíritu de un futbolista identificado con esa garra histórica que emana el conjunto de Ate.
Riveros y Di Benedetto: sinónimos de simpleza eficaz
Si Aldo Corzo es la entrega en carne propia, Williams Riveros y Matías Di Benedetto son el complemento ideal para que Universitario tenga otras variantes para defender por arriba, anticipar a los delanteros rivales e incluso a la hora de asumir riesgos cuando le toque salir jugando. Sobre todo en el Estadio Monumental, cuando la ‘U’ tiene que el control del balón y la premisa de avasallar a su rival, el paraguayo funge de primer pase para conectar con Rodrigo Ureña y así progresar hacia el campo contrario. Si el panorama se lo permite, incluso conduce hasta el centro del campo y toma la mejor decisión posible.
En lo que respecta al ‘Tano’, su sobriedad en el mano a mano y la simpleza para resolver las jugadas sin la necesidad de cometer faltas, lo convierten en un stopper correcto y que no necesita de la pierna fuerte para hacerse sentir. En general, la línea de tres de la ‘U’ viene jugando así desde hace varios meses y no por nada en el segundo tiempo del clásico, cuando Alianza Lima tomó las riendas del juego –incluso en inferioridad numérica–, ganaron todos los duelos defensivos (7). Por si eso fuera poco, Andy Polo y Segundo Portocarrero, quienes fueron más laterales que volantes en el Estadio Nacional, también hicieron una etapa complementaria impecable: se impusieron en todos sus cruces defensivos, con 6 y 2 duelos ganados, respectivamente.
Fabián Bustos tiene la última palabra
Por ahora el plan le está funcionando a Fabián Bustos y este fin de semana tendrá un reto diferente ante Melgar, pues a diferencia del partido con Alianza Lima, Universitario deberá asumir mayores riesgos al jugar en casa y contará con el regreso de Rodrigo Ureña. La Liga 1 Te Apuesto recién comienza, por lo que el argentino irá descubriendo nuevas variantes en su plantel y, si así lo requiere, podría cambiar la línea de tres por una de cuatro. Como se sabe, en su presentación dejó bien en claro que es pragmático y no se casa con un solo esquema.
“Somos pragmáticos, nos acomodamos. Con respecto a lo táctico, me encanta la polifuncionalidad, jugar de distintas maneras. Tranquilamente, hemos dirigido equipos con línea de tres o cinco, dependiendo de lo que busques y la geografía del país. No es la misma geografía para todos. La idea es buscar lo que mejor nos venga, si hoy es con esa línea de tres, seguirá siéndolo. Si tenemos que cambiar el sistema para buscar el resultado, también lo haríamos”, dijo en su momento. Por ahora, el tridente Corzo-Riveros-Di Benedetto se mantiene firme y sólido; pero, quién sabe, el campeonato es muy cambiante y no olvidemos que la Copa Libertadores está a la vuelta de la esquina.
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