La intensidad como recurso
Desde que Restrepo asumió el buzo de Alianza Lima intentó colocarle su sello y su idea de juego. El colombiano empezó una nueva etapa en La Victoria, con un sistema 3-5-2 poco utilizado bajo una propuesta evidente: la intensidad como su principal recurso. En los amistosos internacionales de pretemporada, el equipo ya había dado muestra de lo que quería: un juego bastante físico, rápido y efectivo. Colocar a dos carrileros y dos delanteros era una apuesta ofensiva y arriesgada a la vez; pero que gustó al hincha y trajo algunos resultados.
Hasta la fecha 6, Alianza Lima ha tenido un balance regular, cosechando el 67% de los puntos en juego, producto de cuatro triunfos y dos derrotas. De ese total, marcó 12 goles y recibió seis, un registro que no deja del todo conforme a Restrepo. Utilizar un sistema así, con el adicional de que es un equipo en un 85% renovado, tiene sus consecuencias. Hace falta cohesión en las líneas, futbolistas que entiendan sus funciones y un despliegue físico constante. El estratega colombiano va en ese camino, necesita tiempo para afianzar su idea y sostener una regularidad. El problema es que, con dos caídas en un torneo corto y un plantel disminuido por las lesiones, el panorama se hace complicado.
El Alianza Lima de Restrepo intenta ser sólido en defensa, con Garcés, Ramos y Freytes; pero también es una línea a la que le cuesta resolver cuando está en problemas. Si vamos a los números, hasta ahora, al cuadro blanquiazul le han rematado directamente al arco en 18 ocasiones y solo le encajaron seis goles. No es una cifra alarmante, aunque sí un síntoma de una situación por mejorar. La solidez atrás se afianza con rendimiento y continuidad, sobre para un tridente que no lleva más de dos partidos jugando juntos desde el pitazo inicial.
La fortaleza de este Alianza Lima pasa por su mediocampo, con Arregui, Rodríguez y Costa por dentro; y Serna y D’Arrigo por las bandas. En el primer grupo, ‘Bigote’ es quien asume a creación y apoya en la marca al volante argentino. En tanto, ‘Gabi’ tiene otra función, como una especie de enganche y conexión entre la volante y la delantera blanquiazul. Pero el factor diferencial de un 3-5-2 son los carrileros, quienes cumplen un rol sacrificado para atacar y defender por su zona. El ida y vuelta es constante, por lo que es necesario sacar provecho de eso. Serna registra tres asistencias, mientras que D’Arrigo solo una. Si bien son importante en ofensiva, sumar goles también potenciaría el ataque aliancista.
Por otro lado, la dupla Waterman-Barcos funciona: entre los dos suman cinco goles y alternan funciones durante los partidos. Restrepo ha podido hilvanar hasta aquí su oncena base de acuerdo a un sistema determinado; pero eso no limita su predisposición al cambio. De hecho, contra Unión Comercio y Comerciantes Unidos, colocó una línea de cuatro atrás, encajando solo dos goles y encontrando ese orden defensivo que desea sostener. Por eso, contra Cristal, es probable que modifique su táctica, teniendo en cuenta que el cuadro blanquiazul jugará con su tercer arquero (Ángel De la Cruz) y enfrentará al máximo goleador del campeonato, Martín Cauteruccio.
La eficiencia del gol
La otra cara de la moneda es el presente que vive Sporting Cristal. Desde que Enderson Moreira asumió el cargo, el cuadro celeste es uno de los invictos del Apertura, es el equipo con mejor diferencia de gol y el más goleador hasta esta parte del campeonato. Ha cosechado el 89% de los puntos en juego desde que arrancó el torneo, producto de cinco victorias y un empate. Además, marcó 20 goles y solo recibió seis, lo que confirma su capacidad para resolver frente al arco. Esa eficiencia tiene un factor importante: Martín Cauteruccio, quien es el máximo artillero del torneo con 13 anotaciones.
Por lo visto en la cancha, Moreira es un técnico de corte ofensivo, que explota las bandas e intenta presionar alto en la medida de lo posible. Usa un 4-2-3-1 que se acomoda bien en el campo y le permite llegar con volumen a zona rival. Al tener el protagonismo del juego, Cristal crece en peligrosidad, destacando la verticalidad de jugadores como Santiago González o Joao Grimaldo. Ambos poseen velocidad, vértigo y habilidad para encarar; sin embargo, no son los únicos que se mueven por el frente de ataque. Yoshimar Yotún funciona como el eje del equipo, cumpliendo una labor más ofensiva de la habitual como enganche. Así, junto a Cauteruccio, Cristal logra un equipo que puede hacer daño si se lo propone.
En la volante, Cazonatti le da equilibrio y marca al equipo, mientras que Martín Távara intenta volver a su mejor nivel. El zurdo es cuestionado por su irregularidad, pero goza de la confianza de Moreira y funciona como el pulmón del equipo. Es la conexión entre el mediocampo y la ofensiva, ya que posee buena técnica y juego largo. En ese sentido, el técnico brasileño ha podido cohesionar un colectivo que destaca por su capacidad goleadora y eficiencia. Sin embargo, el pendiente está en defensa.
La línea de cuatro atrás la conforman jugadores que ya se conocen: Lora, Da Silva, Díaz y Pasquini son futbolistas que estuvieron el año pasado, pero les cuesta resolver cuando están en problemas. En las primeras seis jornadas del Apertura, a Cristal le remataron directamente al arco en 29 ocasiones. Y si incluimos los partidos de ida y vuelta ante Always Ready por la fase 2 de la Copa Libertadores, la cifra asciende a 40 tiros al pórtico celeste, lo que evidencia un problema mayor. Lo que el equipo produce en ofensiva, le cuesta compensarlo en defensa.
Sea como fuere, el Alianza Lima vs Sporting Cristal promete ser un duelo parejo que puede decidirse por detalles, dependiendo de la lectura que Restrepo y Moreira puedan darle al compromiso. Los blanquiazules no tienen margen de error si quieren seguir en la pelea por el Apertura, mientras que los celestes poseen la oportunidad de dejar en el camino a un rival directo y consolidarse como candidato a ganar el primer certamen del año.
Sigue el canal de Depor en WhatsApp, en donde encontrarás todas las claves del deporte del día.