“No tenemos como premisa buscar el equipo titular. Lo que quiero es que todos trabajen la idea de juego que tenemos”. Con esta frase, Jorge Fossati respondió cuando le preguntaron respecto al uso del sistema 3-5-2 y a los futbolistas intérpretes de esa propuesta. El cambio del esquema táctico pudo verse ante Nicaragua, donde la selección peruana jugó con tres defensores y tuvo matices de buen rendimiento. Y es casi un hecho que el técnico uruguayo siga probando jugadores en esa zona del campo este martes contra República Dominicana en el Estadio Monumental, a fin de encontrar la mayor cantidad de variantes en su equipo. Sin embargo, la proximidad de la Copa América 2024 y el poco tiempo a disposición para trabajar le juega en contra. ¿Por qué?
Para nadie es un secreto que sostener una nueva idea de juego, con un funcionamiento táctico distinto, requiere un proceso de mediano o largo plazo en el que los jugadores puedan entender el mensaje y adaptarse a los que el técnico pide. Fossati fue consciente de esa situación al asumir el timonel de la selección. Sabía que el tiempo para trabajar era limitado, con pocos partidos de preparación y sin la ventaja de la cotidianidad. Pero asumió el reto confiando en la capacidad de su discurso por encima de la escasez de recursos.
Hasta el inicio de la Copa América 2024 en junio, Perú habrá disputado cuatro partidos de preparación. Además de Nicaragua y República Dominicana, tendrá dos amistosos más a pocos días de dicho torneo. Es decir, tras jugar con los rivales de marzo, Fossati solo dispondrá de 180 minutos adicionales para definir a sus tres centrales titulares. Si bien el técnico utilizó a Carlos Ascues, Miguel Araujo y Alexander Callens como titulares en su primer ensayo, ya dijo que no busca a su oncena inicial, sino que le interesa la predominancia de su idea de juego. ¿Qué tan ventajoso es eso y cuánto puede afectar?
La defensa como base del 3-5-2
Jugar con un 3-5-2 implica mantener un orden táctico defensivo que permita darle equilibrio al equipo. La importancia de los tres centrales es clave para encontrar una regularidad en el funcionamiento del sistema, tal cual lo hizo Fossati en su etapa como técnico de Universitario de Deportes. En tienda crema, el ‘Nonno’ armó una defensa sólida y cohesionada, con automatismos fáciles de entender para sus intérpretes. Aldo Corzo, Williams Riveros y Matías Di Benedetto formaron ese tridente defensivo que cambió poco y mostró mucho. Era una sociedad que daba confianza y transmitía seguridad en el campo de juego, producto de la continuidad y la competencia.
Fossati aplicó en la ‘U’ lo que intenta hacer en la selección. Ese equipo del año pasado recibió 26 goles en contra en 42 partidos, y alcanzó una regularidad defensiva que pudo afianzar con el tiempo. En la bicolor, la situación es diferente, porque no trabaja bajo las mismas condiciones. Además, necesita recomponer una defensa que es la segunda más goleada en las Eliminatorias Sudamericanas después de Bolivia. La bicolor encajó ocho goles en seis partidos, una cifra que refleja el mal planteamiento defensivo usado con Juan Reynoso y la necesidad de armarse desde atrás para revertir una difícil situación.
Por ello, para Fossati fue importante mantener el cero ante Nicaragua bajo su 3-5-2, porque le da confianza a sus jugadores. “Jugar con tres defensores es mejor que hacerlo con dos en una línea de cuatro”, dijo el uruguayo en una entrevista anterior, y en parte explica el porqué de su predisposición por usar ese sistema. Al ‘Nonno’ le importa transmitir su idea y crecer en esa retroalimentación con el futbolista. Pero necesita aprovechar el tiempo al máximo y ante República Dominicana puede dar indicios de quiénes se perfilan para ser finalmente sus intérpretes en la selección.
¿Qué opciones tiene Fossati en defensa?
Hasta ahora, Fossati hizo jugar a cuatro defensores de los siete que convocó para los amistosos de marzo. Ascues, Araujo y Callens fueron titulares frente a Nicaragua; y luego ingresó Erick Noriega en reemplazo del jugador de César Vallejo. Sus rendimientos dejaron conforme al entrenador para ser el primer partido con el 3-5-2, pero siempre hay detalles por corregir y lo más probable es que el técnico realice variantes en su primera línea ante República Dominicana. Aldo Corzo, Luis Abram y Anderson Santamaría recibirán su oportunidad.
Corzo asoma como una variante clara como stopper por derecha, una posición que conoce a la perfección dado su presente en Universitario. El ‘Mazo’ puede sustituir a Araujo, quien no lo hizo mal en esa zona. Como líbero, Abram asoma como opción, según el once que alista Fossati frente a los dominicanos, pero también puede ubicarse como stopper por izquierda debido a sus características. En tanto, Santamaría tiene condiciones para situarse como líbero o stopper por derecha y competir por un lugar junto a Corzo.
Por otro lado, es necesario tener en cuenta que Carlos Zambrano y Renato Tapia son opciones en la selección peruana. Si bien no fueron tomados en cuenta por distintos motivos, están en el radar de Fossati y, seguramente, serán considerados en los próximos amistosos. Allí, el ‘Nonno’ habrá ganado dos alternativas más en defensa, aunque el tiempo para verlos en acción será corto. Sea como fuere, si el uruguayo repite a un futbolista en la línea de tres ante los dominicanos, será una señal de lo quiere en esa zona del campo para lo que viene.
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