A los 30′, Jairo Vélez aprovechó una mala salida de Távara, se acomodó y con tiempo y espacio sacó un remate potente que no pudo tapar Solís. Y antes del descanso (44′), el ecuatoriano sacó lustre de un tiro libre con la complicidad de la barrera, formada por ‘Santi’ González y Ávila, este último se abrió y dejó que la pelota entre por el primer palo del arquero celeste. Tras el descanso, Cristal movió la banca, pero no encontró la fórmula para volver a batir a un Grados que tuvo un par de buenas atajadas. Lo peor de todo para los celestes, Yoshimar Yotún se lesionó la rodilla y preocupa en el Rímac.
Távara en bajo nivel
En esta recta final de campeonato, Enderson Moreira tenía una duda en la mitad de la cancha, poner a Martín Távara o a Jesús Pretell. Cada uno le daba diferentes características en el mediocampo y aunque los dos venían rotando, la lesión de ‘Pitbull’ le dio la posibilidad al ‘25′ de arrancar ante Vallejo, como acompañante de Cazonatti. Sin embargo, el nacido en Sullana tuvo un partido bajísimo y siendo responsable en el empate transitorio del cuadro local.
Távara perdió una pelota cerca del área, calculó mal y el balón se le terminó yendo; Cabello tomó la pelota, descargó con Jairo Vélez y el ecuatoriano con tiempo y espacio, se tomó unos segundos para tomar impulso y sacar un remate potente. Un gol que partió de una jugada perdida del mediocampista nacional; tras ello, Martín le costó levantar su nivel y a los 65′ fue cambiado por Jostin Alarcón.
No está fino
La vuelta de Martín Cauteruccio la fecha pasada se celebró como un gol en tienda rimense. Luego de cinco partidos, el uruguayo volvía a pisar un campo de juego por un problema hepático, pero con la incertidumbre de saber cómo reaparecía. No estuvo fino en un par de jugadas ante Grau y lo mismo ocurrió en el Mansiche de Trujillo. El máximo artillero del torneo volvió a estar peleado con el gol, en una panorama donde los celestes más necesitaron de su efectividad.
Luego de un primer tiempo opaco de Ávila, en donde fue cómplice del 1-1 de Jairo Vélez, Cauteruccio entró para el complemento, pero estuvo lejos de su mejor forma, la para se sintió y su confianza no fue la misma que cuando arrancó la temporada. Con el 2-1, las expectativas estaban puesta en el ‘9′, pero se falló un disparo en los minutos finales que pudo haber cambiado el destino del resultado.
Sigue irregular
Si algo había tenía Joao Grimaldo el año pasado, era constancia y regularidad, dos características que hicieron que su nombre sea voceado en mercados internacionales y lograra debutar con la selección mayor; no obstante, esta temporada le ha costado mantener la constancia. El ‘Picante’ tiene grandes partidos, como con su doblete ante Deportivo Garcilaso, pero también compromisos donde pasa desapercibido.
Esta vez, ocurrió lo segundo, Grimaldo tuvo un partido muy por debajo del nivel esperado y en un encuentro trascendental par los intereses rimenses. Según las estadísticas de Sofascore, Joao solo tuvo un regate efectivo de tres intentos, ganó solo dos duelos de seis abajo y no encaró ni remató al arco de Grados.
La pizarra no funcionó
Recibir el segundo gol antes del descanso fue como un baldazo de agua fría para Enderson Moreira, pero también como una oportunidad para replantear y mover el banco en buscar del empate de cara al complemento. Sin embargo, los cambios no le funcionaron al brasileño y se quedó con las manos vacías de Trujillo. Puso a Cauteruccio buscando el gol por Ávila, pero el ‘9′ no estuvo fino.
Cambió a Távara por Jostin Alarcón, y tampoco fue una ayuda en la mitad de la cancha. Además, la lesión de Yotún obligó su cambio para el ingreso de Adrián Ascues, que no destacó. Ya en los minutos finales, sacó a Grimaldo para poner a Pacheco, y no fue una solución. Moreira no puso a Maxloren Castro ni Alejandro Hohberg, alternativas que pudieron cambiar la cara al equipo.
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