16/05/2024

Olienka Salinas: “Yo era ‘9′ y me daban la ropa de Maestri, me quedaba enorme. Nadie creía en nosotras, eso ha cambiado” | ENTREVISTA [VIDEO]

El pasado Jueves 02

Olienka Salinas, integrante de la primera selección femenina de fútbol y máxima goleadora nacional en los Sudamericanos, conversó con Deporte Total para recordar su época de futbolista y las penurias que pasó la generación dorada. De igual forma, habló sobre el presente de la Liga Femenina y la Sub 20.

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¿Cómo vienen siendo los entrenamientos del FC Killas en este inicio de la Liga Femenina?

Nosotros seguimos trabajando, empezamos un poco tarde e hicimos una pretemporada muy cortita previo al inicio de la liga, pero igual el equipo se acopló rápido. Tuvimos algunas incorporaciones, jugadores que trajimos de préstamos, que llegaron para sumar al equipo, pero llegaron un poco más tarde de la pretemporada. El equipo está terminando de conocerse, estamos en ese trance de altibajos, tenemos partidos buenos y también nos ha tocado otros malos, pero estamos ahí tratando de trabajar para que el equipo se siga consolidando y todo pueda funcionar mejor.

¿Entrenan todos los días?

Sí, entrenamos todos los días gracias al apoyo de la municipalidad de La Molina que nos ha permitido estar en el estadio municipal, entrenamos de lunes a viernes de seis a ocho de la mañana. Normalmente, los partidos son fines de semana, si es domingo, entrenamos hasta sábados y descansamos el lunes, es decir, entrenamos hasta el día previo al partido y el día siguiente al encuentro descansamos. Por ejemplo, ahora tenemos una semana apretada nos toca jugar el sábado contra Alianza, el jueves con Cusco y lunes nos toca ir a Arequipa, estamos con tres partidos en diez días, estamos ahorita incrementando un poco la parte física.

El equipo tiene muchas caras jóvenes y otras de experiencia, es una mixtura importante...

Sí, yo creo que es importante tener esa mezcla entre experiencia y juventud. Te permite tener un equipo un poco más dinámico, más rápido, pero también necesitas gente de experiencia que te puedan manejar los tiempos de los partidos. Por ejemplo, nuestra jugadora más joven tiene 15 años, es una de nuestras chicas que viene de las divisiones menores del equipo, la hemos ascendido junto a otras dos jugadoras más. Luego tenemos a las más grandes que están en un promedio entre 32 y 37 años, como nuestra capitana Macarena López.

Olienka Salinas cursa su tercera temporada como entrenadora del Killas FC. (Gino Quintana / GEC)
Olienka Salinas cursa su tercera temporada como entrenadora del Killas FC. (Gino Quintana / GEC)

Ahora las jugadoras saben que las dirige Olienka Salinas, ¿saben lo importante que fuiste en el fútbol femenino?

Yo creo que las más grandes sí saben, incluso con algunas como que hasta medio jugué en fútbol 7 y en algunas pichangas, pero claro las más chiquititas, hablamos de las de entre 15 y 20, no saben mucho de la historia del fútbol femenino peruano, pero cuando alguna les dice ‘¿qué no sabes quién es la profe’, como que googlean y recién se enteran. Ya como te ven un poquito diferente, saben de tu trayectoria, y ya la cosa cambia, pero sí me ha pasado que las más chicas no conocen mucho de la generación dorada que hubo en esa época en el Perú.

¿Cómo es que inicia tu historia con el deporte?

Fue algo muy loco, yo empiezo a jugar a los cinco años por mi papá, porque era entrenador de fútbol, tenía un grupo de niños en mi barrio, en Chimbote donde yo vivía. Un día que seguí a mi papá, porque quería estar con él, fui a la cancha, me senté a mirarlos y me dijo ‘¿no quieres entrar?’. Los miré como que están locos, porque eran puros hombres y en esa época no había fútbol para mujeres, pero mi papá me insistió como tres días hasta que ya y de ahí me gustó. Empecé a ir todos los días, a entrenar con los niños y así nació mi amor por el fútbol. Fui mejorando y comencé a ir a campeonatos donde todos eran hombres, yo era la única mujer y me iba súper bien, jugaba mejor que muchos de ellos. Jugué hasta los 13 con hombres en Chimbote, hasta fútbol 11 hice, pero luego ya no, porque no tenía más tope para seguir creciendo. Me acuerdo que tenía un equipo en Chimbote con el que habíamos clasificado a un torneo en Lima, pero no me dejaron jugar, porque las reglas decían que solo podían jugador hombres, no había equipos mixtos. Cuando se enteraron que había una mujer en el equipo, dijeron que no podía jugar. Sentí desilusión, dije ‘para qué voy a seguir entrenando, si mi sueño era ir a Lima e integrar en algún momento la selección’. Tras ello, dejé el fútbol e hice otros deportes hasta que en 1996 se empezó la liga experimental de fútbol femenino en la capital. Ya había dejado de jugar fútbol como tres años, pero le dije a mi mamá para venir a Lima a probarme, me aceptaron en Cristal y así empecé a jugar en 1997 y el resto ya es historia, pude estar en Cristal, me llamaron a la selección, fui tres veces campeona, medalla de bronce en el Sudamericano de 1998.

  • El palmarés de Olienka
Torneo Resultado
Campeonato Sudamericano Femenino de 1998 Tercer Puesto con la selección
Campeonato Metropolitano 1998 Campeona con Sporting Cristal
Campeonato Metropolitano 1999 Campeona con Sporting Cristal
Campeonato Metropolitano 2000 Campeona con Sporting Cristal

En tus inicios, ¿cómo era ser niña y jugar fútbol?

Fue difícil, porque no eras aceptada, mucha gente te ponía un montón de adjetivos y era difícil porque lo que uno quería era jugar fútbol, era lo que realmente me gustaba. Yo iba y no me importaba nada, quería llegar y jugar, tener un ambiente donde pueda desarrollarme con el deporte que me gustaba, pero siempre mucha gente me decía comentarios despectivos. Desde chica siempre decía que yo quiero jugar por la selección, era mi sueño, yo vi con mi papá el Mundial de España 82, vi a Perú y me gustó lo que vi, lo recuerdo mucho. Tengo recuerdos bonitos, ya con mi entorno familiar, ellos siempre me alentaban a seguir jugando fútbol.

Cuando jugabas con hombres a los 13 años, ¿recibías duras faltas también?

Sí, me han pateado duro los chicos, sobre todo porque yo era atacante, tenía que hacer algún regate y hacía goles, ya con eso los rivales te iban estudiando y conociendo más. Las marcaciones ya eran más fuertes, me empezaban a golpear para que no haga goles, eran muy agresivos, incluso como que ya me empezaba a asustar, porque a los ocho años, podías tener la misma fuerza que un chico, pero ya con 13 años, los chicos desarrollaban más por el tema hormonal. Mis compañeros me defendían cuando eso pasaba, porque a veces me golpeaban con mala onda.

¿Cuánto cambió el tema formativo en el fútbol femenino hasta ahora?

Sí, obviamente se ha desarrollado muchísimo, porque ahora ves un montón de academias y lo más bonito es que antes las niñas tenían que entrenar con hombres, en mixtos, ahora tienen la posibilidad de entrenar en un entorno más sano y más tranquilo con más niñas. Jugar con hombres no es que no lo puedas hacer, yo creo que hasta cierta edad te suma muchísimo entrenar con hombres, porque te da otro aprendizaje, otras características de juego, pero si es importante que una niña cuando llega a los 10 años empiece a jugar con niñas, porque el tema físico marca la diferencia. El fútbol femenino formativo evolucionó mucho, en mi época yo tenía que entrenar con mi papá y era lo que él intentaba hacer, hoy en día, hay entrenadores con licencias de diferentes niveles que te permiten dirigir en academias hasta primera división.

-¿Cómo así llegas a integrar la primera selección peruana?

En el 97, empieza el torneo oficial de fútbol femenino, jugamos dos torneos en esa época. Ya sabíamos que iba a ver el primer Sudamericano femenino y la federación designó al entrenador Luis Sánchez, él convocó a muchas jugadores de la ‘U’ y algunas de Cristal, entre ellas a mí. Por jugar la liga, nos convocaron, fui a la selección en diciembre de ese año y recuerdo mucho que por esas fechas de Navidad, yo solía viajar a Chimbote, porque en Lima vivía sola, recuerdo que aquella vez no nos querían dar permisos, porque el Sudamericano era en marzo del año siguiente y teníamos que entrenar. Me acuerdo mucho de eso, porque no pude viajar, tenía que estar preparándome para la selección y esos fueron los sacrificios que hice. Entrenamos, llegó el Sudamericano en Mar del Plata, marqué cinco goles, que me permitieron quedarme en el podio de las delanteras.

  • Olienka con la blanquirroja
Goles de Olienka Salinas con la selección Goles Campeonato
Colombia 1-2 Perú 1 Sudamericano Femenino de 1998
Argentina 1-1 Perú 1 Sudamericano Femenino de 1998
Perú 3-3 Ecuador 3 Sudamericano Femenino de 1998
Perú 3-1 Bolivia 2 Sudamericano Femenino de 2003

Sigues siendo la máxima goleadora de la selección con siete goles, ¿por qué crees tu récord aún no ha sido superado?

Es una pregunta difícil, los siete goles son de los dos Sudamericanos que jugué, digamos en torneos oficiales, en 1998 y 2003. Imagínate el tiempo de para, porque antes no estaba tan marcado el calendario, solo había una categoría que era la de mayores, después de un tiempo se empezó con la Sub 20. Si yo hubiese jugado de más chica imagínate, probablemente hubiera tenido un poco más de goles. Como tú dices, tengo siete goles en la selección y hoy hay muchas jugadoras que juegan más partidos con la selección y no logran marcar, es preocupante, también habla un poco de la situación en la que estamos a nivel de Sudamérica. Nosotros éramos terceras en Sudamérica, en nuestra época, entre finales de los 90′s hasta el 2005 fuimos campeonas bolivarianas y después como que vino la declive, el nivel bajó, nos empezamos a quedar. Si ves ahora la posición, somos octavas o novenas en Sudamérica y no es bonito ver a tu selección abajo. Creo que eso es en parte lo que sucede con nuestras delanteras, de repente no marcan goles en torneos internacionales o que los tantos los han marcado diferentes jugadoras y así se han repartido, pero sí es preocupante, es algo en lo que hay que trabajar. Ahora es algo que se está rompiendo con nuestra Sub 20 que está logrando algo histórico, de luchar por estar en un mundial, el sueño de todas que nunca pudimos conseguir, estamos con mucha expectativa y muy ilusionadas. Puede que una de ellas pueda romper mi récord en algún momento, eso es lo que quisiera, porque yo aspiro a que mi selección vuelva a donde tiene que estar, a donde nosotras la dejamos arriba, y que vayamos a los mundiales y más chicas logren marcar goles, eso nos va a sumar y a ayudar mucho.

Como en su momento Guillermo La Rosa ya no quería ser el último peruano en marcar un gol en los mundiales, tú ya quieres que alguien supere tus goles...

Yo he sido parte de la historia y quiero que el fútbol femenino se siga desarrollando, que sigamos creciendo y que se rompan los récords. Aspiro a que la selección vaya a un mundial y para eso tiene que darse todo eso que te digo. Tenemos que tener más delanteras con goles, si queremos ganar hay que hacer goles.

Si bien hoy en día se ha visto una mejora del fútbol femenino, en tu época las carencias y penurias fueron mucho peor, ¿qué es lo más complicado que te tocó vivir como futbolista?

A nosotras nos tocó pasar por muchas cosas, porque igual todo era algo nuevo. Por ejemplo, ahora las chicas llegan y les dan sus ropas a medida, con su talla; a nosotras nos daban la ropa de los hombres, lo que le sobraba a la selección [masculina], yo era la número 9 y en esa época me daban la ropa de Flavio Maestri, él era creo que XL y me quedaba enorme, tenía que darle como 50 vueltas. Te hablo de esa época en la que nadie creía en nosotras, nadie daba nada por nosotras, porque era la primera selección y pensaban que se tenía que cumplir porque así lo mandaba Conmebol y la FIFA, no teníamos la ropa. En cuanto a sueldos, ni siquiera eran sueldos, solo viáticos, que era muy poquito, en la selección creo que nos pagaban cinco o diez dólares, no me acuerdo muy bien. Son esas cosas que ahora se han cambiado, porque las chicas también pelearon para que todo eso mejore. Ahora, la selección peruana ya tienen su ropa de entrenamiento, sus ropas oficiales con sus tallas, sé que ha mejorado muchísimo el tema de viáticos también, son cosas positivas. Ahora, del lado técnico, en nuestra época, el fútbol era más técnico-táctico, no tanto físico, el fútbol ahora ha evolucionado, es más físico también, sin descuidar lo técnico-táctico. Antes nos mandaban a correr, 30, 40 minutos los cerros, nos llevaban a entrenar a la playa, ahora ya no se ve eso, todo es más con el balón. La liga también ahora las posiciona mejor, les da mayor visibilidad, antes en la tele no se veía mucho fútbol femenino, no nos reconocían muchos, que los partidos ahora se televisen ha permitido que las chicas sean más reconocidas y que más niñas pequeñas quieran jugar fútbol o tenga más referentes.

¿Qué pasaba por tu mente cuando les daban las camisetas que sobraban de la selección masculina?

A mi me daba igual, con tal de jugar por Perú, yo estaba orgullosa de que me den la camiseta de Flavio, lo que queríamos era jugar y demostrar que merecíamos más cosas, creo que esa era la fortaleza que tenía ese grupo, fue nuestra motivación para ser reconocidas y que vean que también éramos futbolistas y que merecíamos que se nos dé lo mínimo, en este caso la ropa al menos para entrenar. Como nos fue bien en ese Sudamericano, todo el mundo empezó a hablar del fútbol femenino, ya la prensa se interesó en nosotras, nos hacían entrevistas, la federación también nos dijo que nos apoyaría, ya nos daban ropa más pequeña. Todo eso se generó porque logramos los resultados, que es lo lamentablemente al fútbol femenino le toca hasta ahora. A nosotros nos tocó remar desde atrás, primero tuvimos que lograr algo para que nos den algo; en cambio, al masculino siempre fue todo lo contrario, siempre les daban todo para que logren y antes no lograban nada por ese entonces, nos sentíamos menos porque no nos daban ni siquiera desayuno, veíamos como a los hombres sí les daban y bastante, almorzaban, concentraban, hasta la Sub 15 masculina también hacía lo mismo y nosotras que éramos las mayores de la selección femenina no teníamos nada, renegábamos mucho, porque decíamos ‘ellos no han logrado nada, por cómo estaba la selección en ese momento y nosotras somos terceras de Sudamérica’, eso nos marcó y molestó, pero nos tocaba seguir y eso es lo que hicimos desde nuestra época hasta ahora.

Trayectoria de Olienka Salinas Periodo
Sporting Cristal (fútbol) 1997-2000
Sport Boys (fútbol) 2000-2005
San Martín (fútbol sala) 2004-2009

-Ustedes marcaron el camino en la búsqueda de un mejor trato en el fútbol femenino...

Se ha mejorado mucho en el tema de sueldos de las chicas, hay jugadores que ya tienen contratos profesionales, eso es una evolución, un crecimiento para nosotras, pero aún la liga no es profesional, porque no todas tienen esa opción, algunas siguen recibiendo solo viáticos. Nuestro equipo, Killas, no tiene muchos recursos, porque no hay muchas empresas que quieran apoyar al fútbol femenino, muchas chicas reciben entre 300 a 800 soles, no ganan mucho, no te alcanza para nada, solo son pasajes. Lo mismo pasa con los entrenadores, tampoco percibimos un sueldo tan alto, aspiramos que en algún momento cuando el fútbol se haga profesional o siga creciendo ganar igual que tu par en el masculino, porque nosotras somos primera división femenina.

¿Qué falta para que la liga como tal sea profesional?

Creo que falta un poco más de apoyo de la empresa privada, porque todo es dinero, inversión, si quieres mejorar en infraestructura, tener un buen campo para entrenar, que las chicas tengan lo mínimo para su entrenamiento, que tengan su crioterapia, que es algo que muchos clubes ya vienen haciendo. A nosotras, en Killas, por ejemplo, nos cuesta porque somos un equipo netamente femenino, no tenemos detrás un respaldo de un club masculino como lo tienen otros clubes, eso nos cuesta el triple que a esos equipos, que por nombre les es más fácil tocar puertas, a nosotras no han cerrado la puerta en la cara muchas veces, muchos ni siquiera nos conocen, los partidos se televisan, pero aún el fútbol femenino no lo conocen tanto y eso nos cuesta. El domingo, por ejemplo, hicimos una rifa para recolectar fondos para el primer equipo, la idea es seguir recolectando fondos para que las chicas puedan tener lo mínimo y hagan las cosas bien dentro de la liga. Las empresas privadas tienen que ver un poco más al femenino como una inversión, que nos apoyen, eso va a ayudar a que todo empiece a crecer, traigamos mejores jugadores extranjeras y las nuestras puedan entrenar mejor, también que puedan dedicarse de lleno al fútbol, hoy en día la mayoría estudia y trabaja, terminan los entrenamientos y se van a trabajar, porque lo que les dan no alcanza, nuestro par masculino, ellos sí viven del fútbol, nosotras, salvo un 5% de la liga, no.

¿Qué momento te marcó más en tu carrera?

A mí me marcó mucho el haber conseguido la medalla de bronce en el Sudamericano de 1998, era mi sueño de niña, de estar en la selección y haberlo hecho la primera vez fue gratificante. Claro que en ese tiempo nosotras también queríamos ir al mundial, esa era nuestra aspiración, pero en ese momento la clasificación era diferente. Nosotras peleábamos por un cupo para ir al mundial y siempre iba Brasil, hoy en día en el Sudamericano Sub 20 hay cinco cupos, tenemos que lograrlo, que más oportunidades podríamos tener. Nosotros peleábamos antes por un cupo, quedamos terceras y sentíamos orgullo, felicidad, pero también rabia y frustración. Al siguiente Sudamericano recuerdo que aumentaron cupo y medio, o sea, el segundo iría a repechaje, volvimos a quedar terceras y Argentina segunda y ellas fueron al mundial. Sientes otra vez que te quedaste tan cerquita.

-Esta selección Sub 20 está dando que hablar al avanzar al hexagonal final...

Esta selección es grupo muy fuerte, porque tiene muchas chicas con experiencia o sea son chiquitas de edad, pero muchas de ellas tienen mucha experiencia porque ya juegan hace varios años la liga. El hecho de jugar la liga te da te da otro roce, porque tu nivel de competencia también es distinto, sumado a eso las otras chicas que no juegan liga están jugando en clubes importantes en su categorías. Esta Sub 20 es un equipo que intenta jugar bien, es un equipo muy vehemente corajudo, siempre las veo luchar cada balón, es un equipo realmente fuerte que nos da una esperanza de aquí en un futuro para sea nuestra selección mayor y sigan creciendo, con las que vengan en la Sub 17 y demás, sean una generación que pueda mejorar la posición en la que estamos en Sudamérica y espero que esta Sub 20 pueda clasificar al mundial.

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