29/05/2024

El PUEBLO FANTASMA en Perú que lleva más de 40 años vacío: por ESTA RAZÓN lo ABANDONARON

El pasado Martes 14

El PUEBLO FANTASMA en Perú que lleva más de 40 años vacío: por ESTA RAZÓN lo ABANDONARON

Este mina abrió a mediados del siglo XVI y cerró definitivamente durante la década de 1970, y más de 10 años después el pueblo fue abandonado definitivamente.

Este mina abrió a mediados del siglo XVI y cerró definitivamente durante la década de 1970, y más de 10 años después el pueblo fue abandonado definitivamente.

Perú es un país donde lo mágico, desde siempre, vive entre el mito y la realidad y la historia que HOY conoceremos es la mejor prueba de esto, pues hablaremos de una verdadero "pueblo fantasma" enclavado en la sierra central y entenderás por qué la "mina de la muerte" con el dolor que causó fueron los causantes que esté completamente vacío en 2024.

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La "mina de la muerte" y la fiebre del mercurio

Para ello, debemos trasladarnos hasta la recóndita Huancavelica, al poblado de Santa Bárbara que está a 3.500 metros sobre el nivel del mar que, en su momento, fue uno de los lugares con mayor producción de mercurio.

La historia de Santa Bárbara y la infame "mina de la muerte" tuvo lugar entre 1571 hasta 1790, cuya población fue presa de la fiebre del mercurio para hacerse rico por medio de la extracción de este mineral.

Y es que en tiempos del Virreinato del Perú, el mercurio era esencial en dichos tiempos para el refinamiento del oro y plata, y en esta mina había a borbotones que, en los primeros años de extracción, los yacimientos estaban en la superficie (tajo abierto).

Pero, cuando el mercurio se hizo escaso comenzaron a excavar hacia las profundidades, por lo que se estableció la infame mita minera en Santa Bárbara, sistema por el cual la población indígena entre los 18 a 50 años era forzada a trabajar en la "mina de la muerte", a cambio de un pago miserable.

Teniendo en cuenta el contexto de la época y lo arbitrario de este sistema, es que las condiciones de trabajo de los indios eran peor que precarias, sin contar que debían lidiar con constantes derrumbes, además de un factor importante: lo tóxico que es el mercurio para el cuerpo humano.

La maldición de la "mina de la muerte"

Esto último no es un dato menor, pues este mineral ingresa al organismo por las vías respiratorias, para luego llegar a los órganos digestivos y cutáneos, para luego provocar daño cerebral o renal crónico, cuadros que empeorarán hasta devenir en envenenamiento, siendo este el factor que se tomó la vida de cientos de indígenas principalmente.

A esto debemos agregar la serie de maltratos a los que eran sometidos, como golpes, castigos, azotes, inclusive, encadenados como si fueran esclavos, pese a que su condición legal no era aquella.

De hecho, siempre se pensó que la mina Santa Bárbara dejaba algo en las personas que pasaron por sus estrechos, húmedos e intoxicados pasadizos, donde se dieron más de un episodio de perturbadora oscuridad como el que cuenta Fray Buenaventura de Salinas y Córdoba en su "Memorial de las historias del Nuevo Mundo, Perú", relatando que un sobreviviente de esta volvió a su hogar solo para encontrar muerta a su mujer, pero al poco tiempo ahorcaría a sus dos hijos, según confesó, para que no pasen el mismo destino que él bajando a los socavones llenos de mercurio.

Sobre los últimos años del Virreinato, Santa Bárbara y la mina estaban casi vacías, decadencia que se acentuó en 1806 con un derrumbe que la inhabilitó por un largo tiempo, pero en tiempos republicanos tuvo un segundo renacer que se prolongó hasta 1970.

Segundo renacer y el final de la "mina de la muerte"

Quedaron sin uso instalaciones como una planta industrial, una central hidroeléctrica, oficinas entre otros, pero la última estocada tuvo lugar durante la década de los años 80 con la aparición de Sendero Luminoso en la zona con sus abusos y asesinatos, sumado al arbitrario accionar de las fuerzas del orden, los pocos pobladores que quedaron abandonaron para siempre Santa Bárbara.

De hecho, cuando se armó la Comisión de la Verdad y Reconciliación (2001-2003) en su informe final se cuenta la matanza de Santa Bárbara a manos de las fuerzas del Estado, en el que se relata la matanza de 15 niños y 4 adultos a balazos "dentro de una mina" para luego ser dinamitados el 4 de julio de 1991.

Estas fueron las últimas víctimas que se cobró la infame "mina de la muerte". Desde entonces, hace cuatro décadas el pueblo quedó enclavado en el tiempo, vacío como fiel vestigio del horror y la sed de riquezas que se vivió por más de 3 siglos y que cada 4 de diciembre los pobladores aún con vida vuelven para celebrar en la plaza en honor a Santa Bárbara.

En la actualidad, son muy pocos quienes conocen este destino que también es turístico, pero escasamente concurrido producto del abandono, como si las autoridades locales tuvieran miedo de despertar lo que para muchos fue una verdadera "maldición" enclavada en los andes centrales del Perú.

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