“No me digan que es muy tarde ya” es una canción compuesta por Willy Colón e Ismael Miranda que fue parte del álbum Doble Energía, lanzado en 1980. Este clásico de la salsa, que aún sigue animando cualquier fiesta cumpleañera, cobra actualidad luego de cada partido de la selección nacional.
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Y es que se ha vuelto un pedido popular demandar “recambio generacional” y exigírselo a Jorge Fossati o señalar que Ricardo Gareca debió hacerlo, y afirmar que solo de esa manera se solucionarán los múltiples problemas que aquejan a nuestro mal querido balompié.
Señoras, señores, amigas y amigos: ni el Nono ni el Tigre tienen ni tenían entre sus funciones realizar el manoseado recambio generacional. A ellos se los contrató para clasificar al Mundial. Nada más. Que utilizaran para ello jovencitos o treintones era su problema. Intentar un recambio en este momento, en pleno proceso eliminatorio, es un absurdo. El proceso debió empezarse no ayer, ni el año pasado, sino hace mucho tiempo.
Es más, si revisamos nuestra historia futbolística, nunca ha habido un cambio de generación “natural”. Siempre ha sido a los golpes, sufriendo, a costa de años de derrotas y humillaciones a causa de nuestro tradicional cortoplacismo y poco apego al esfuerzo. A la generación del setenta la explotamos hasta que le salieron canas y luego pasamos 36 años sin ir a una Copa del Mundo. Antes el talento bastaba, hoy el fútbol es más profesional y exige planificación, dedicación y objetivos claros. Sin trabajo, no hay retorno. Cambiar de caballo a mitad del río, como dirían Miranda y Colón, “es muy tarde ya”.
El Nono ha sido más que elocuente en esta Copa América: no le negará espacio a los jóvenes como Piero Quispe o Mauricio López, le dará minutos a Grimaldo y le rezará un rosario a Bryan Reyna, pero seguirá apostando por quienes a pesar de sus arrugas en el rostro -y en los botines- aún cree que tienen vigencia como Guerrero, Carrillo o Cueva. Su decisión es altamente cuestionable porque no se condice con el rendimiento mostrado por esos jugadores, más aún en el caso de Christian quien ha convertido la blanquirroja en su sala de recuperación.
Septiembre
vs. Colombia - local
vs. Ecuador - visitante
Octubre
vs. Uruguay - local
vs. Brasil - visitante
Noviembre
vs. Chile - local
vs. Argentina - visitante
Entristece ver sobre el campo de juego a futbolistas que nos dieron tantas alegrías moviéndose como espectros, con una lentitud exasperante, a la espera de ser iluminados por un inesperado flash del pasado.
Pero el Nono ha hablado y no hay mucho más que hacer. Queda, sin dejar de lado la actitud crítica, cuidar a los más jóvenes, ayudarlos a explotar, a que pueden potenciarse. Quispe, López, Grimaldo, Reyna, Zanelatto, Castillo, Romero, Reyna, Rivera serán quiénes tomen la lanza cuando todo esto pase. Sobre ellos se construirá nuestro destino.