En apuros por un mal cálculo en su retroceso y acusando el trajín por el implacable bochorno de una cancha que literalmente ardía, William Riveros ve venir la pelota pero su habilidad para anular el peligro se descompensa por un inteligente y sutil movimiento del argentino Tomás Sandoval que lo aguanta. Y es entonces que mal ubicado y con la posición errónea del cuerpo, el defensa paraguayo intenta despejar con un movimiento de cabeza torpe que además de un horror, termina siendo una asistencia impecable para Mauro da Luz, quien ante la sorpresa de Corzo y Di Benetto, hace suya la redonda y la pica perfecto por encima de un adelantado Sebastián Britos para el 1-1. La insólita escena, si se tratase de una jugada de Play Station se castigaría con el ridículo, pero en la vida real cuesta dos puntos.
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El golpe emocional para los dirigidos por Fabián Bustos se agrava porque el gol rival resulta de un ataque crema. Temporiza Edison Flores y cede al medio para Jairo Concha, que con un único toque asiste impecablemente a Nelson Cabanillas. El lateral acelera y decide por una diagonal mientras Alex Valera busca el espacio en sentido contrario para encontrar la asistencia y meter el derechazo. Es ahí que empieza un contragolpe fatal de 11 segundos para Universitario. El argentino Daniel Franco bloquea el remate del goleador crema y su compañero Jherson Reyes despeja sin saber que su apurado pelotazo terminaría convirtiéndose en un precioso y eficiente contragolpe.
La ‘U’ había hecho todo. Recuperar y gestionar la pelota con una posesión de 21 segundos en el traslado de área a área. La deficiencia estuvo en los últimos metros, frente al arco. Ahí, donde se define la suerte de los resultados. Ahí donde Pérez Guedes estuvo cerca con un poderoso remate, o cuando Edison Flores tiro al palo e incluso en una clarísima opción de Valera.
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Cuando perdonar, cuesta
¿Cuál es la lectura del partido? Por un lado está la buena disposición táctica de Universitario para redoblar esfuerzos en un escenario tan difícil como el Campeones del 36, de clima abrumador por una sensación de calor que seguramente superaba los 30 grados y un estado deprimente del césped de la cancha. Bajo esas dos adversidades compartidas por ambos equipos, la ‘U’ asumió el protagonismo en base a la potencia y velocidad por las bandas. Claro, la intención aunque oportuna, resultaba difícil de sostener en cuanto a intensidad por el cansancio.
Posiblemente, en condiciones normales de juego, esta ‘U’ de Bustos habría conseguido un resultado parecido al de la primera fecha frente a Mannucci (6-0). Opciones tuvo. Lo que le faltó, quizá, fue aderezarlas con un poco más de suerte y puntería. Sin embargo, son estos pequeños detalles los que terminan definiendo un campeonato. Donde si pierde ya mirando al clásico del viernes es con la expulsión de Horacio Calcaterra, quien vio la roja directa producto una entrada agresiva que bien pudo ser amarilla, pero que el árbitro Micke Palomino consideró -y su decisión puede ser discutible- expulsión directa.
El sistema condiciona a Riveros, que si depende de un mal día de Ureña es muy posible que el promedio de uno o dos fallos por partido al que nos tiene acostumbrados se convierta potencialmente en peligro de gol a favor del contrincante de turno. Felizmente para el defensor paraguayo, metros más atrás de su posición está Sebastián Britos, aún una figura de respaldo para evitar el cero.
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Posiciones claves
En el gol de Da Luz algo más pudo hacer, pero la jugada lo encontró mal ubicado y regresando apurado a su arco. Sin embargo, en el resto del partido fue decisivo para acabar con varios intentos de Grau. Britos sigue siendo aquél arquero del Apertura que puede decidir la suerte de un partido. Ante Alianza Lima puede ser determinante.
En el mediocampo, junto a Pérez Guedes, Jairo Concha tendrá que redoblar esfuerzos para salir airoso de un clásico que se anuncia muy friccionado y de poco espacio y tiempo para pensar y resolver con acierto. Con Christofer Gonzales desaparecido del mapa crema, y en un nivel que poco aporta, Jairo asume el protagonismo como un organizador con buen cambio de ritmo y de pase largo. Eso sí, todavía pendiente de encontrar un mejor socio con el que aclarar su visión en ataque.
Las bandas, con Polo irreprochable por derecha y la duda sobre si seguirá Cabanillas por izquierda, vuelven a ser las pistas de despegue para las mejores opciones cremas. Por el medio, metros más atrás que Alex Valera, Edison Flores con menos movilidad y vértigo, todavía es un medio para llegar al arco desde el pase corto, la asistencia o el remate de larga distancia. Y arriba, Valera siempre dispuesto a intentar en volumen alto con el propósito de que al menos una, entre.
El problema para Bustos es que, con la salida de Dorregaray, que tampoco significaba mucho, el cuadro crema ha perdido todavía más peso en ataque. Más allá de Valera, no hay nadie en el banco de suplentes que certifique el gol. El ‘Tunche’ puede ser lo más cercano, y después están Christofer Olivares y Yuriel Celi.
Sin Calcaterra, un usual cambio de Bustos para encontrar el equilibrio y la fuerza en el último tramo de los partidos, Universitario se hiere bastante. Ahora, el nivel de Di Benedetto y Corzo, por lo visto en Sullana, también preocupa. Sin embargo, el 6-0 de la primera fecha y lo logrado en el Apertura le dan el beneficio de la duda a Bustos, que necesita encontrar por el sector izquierda un juego más ágil con Cabanillas o recuperar a un Segundo Portocarrero que ante Grau tuvo los últimos 25 minutos para solo confirmar que por ahora es un justo suplente.
A favor tiene Bustos que con casi este mismo equipo, salvo ‘Canchita’, ya le ganó a un Alianza Lima que se sigue reconstruyendo. Y diferencia del partido que se ganó en febrero en Matute con gol de Andy Polo y asistencia de Edison Flores, ahora sí estará Valera y no Dorregaray en ataque, mientras que Ureña asumirá el rol de la recuperación en lugar de Murrugarra. La única posición en deuda cinco meses después es la de lateral izquierdo.