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El Tunche Rivera y Jairo Concha fueron los protagonistas de un clásico a la altura de su historia. El segundo U-Alianza del 2024 rozó la heroica para los íntimos y, terminó siendo, una prueba viva de la garra con la que Universitario ha construido todos los capítulos de su vida que el 7 de agosto cumple 100 años.
Remontada, patadas, luces y goles. Donde Alianza es reclamo, la U’ es festejo. Donde la ‘U’ es replanteo y estrategia, Alianza es derrota sin luces. Los íntimos pudieron escapar de Ate provocando un apagón a los próximos festejos por el centenario crema. Sin embargo, la volteada 2-1 ha creado un ambiente de celebraciones que perdurara por las siguientes semanas.
En esta nota explicamos las razones por las que ¿por qué la U remontó a Alianza para hacer honores a su centenario?
Planteo sin efectividad
- 1. Mano a mano de Pérez Guedes tras pase de Concha.
- 2. Pivoteo de Valera que no conecta Corzo.
- 3. Cabezazo de Valera que controla Campos.
- 4. Centro de Polo que termina en manos de Campos.
- 5. Definición de Flores que Campos desvía.
La ‘U’ fue una máquina de oportunidades perdidas en el primer tiempo contra Alianza Lima anoche en Ate. Las carencias de gol parecían aparecer para descuadrar las estadísticas de los últimos partidos de local: 6-0 a Comerciantes, 4-1 a Cristal, 4-0 a Chankas y 6-0 a Mannucci.
“¿Dónde está Ruidíaz?”, era el murmullo de los hinchas que estaban en la tribuna de occidente, mientras que la delantera titular fallaba una y otra vez. Y sería injusto hablar de mérito en la defensa íntima liderada por Carlos Zambrano cuando en los primeros 45 minutos no se fueron a camerinos con el marcador en contra solo porque el ataque de la ‘U’ no era efectivo.
En la complementaria, el desarrollo no era distinto. La salida de Waterman y el ingreso de Noriega definió aún más los intereses de Restrepo y Alianza: arco en cero. Encontrarse con el gol en contra de Polo, por otro lado, era mucho premio para un equipo que iba por el punto y estaba cerca de llevarse tres de Ate.
El replanteo efectivo
Al profe Bustos no le tiembla la mano al momento de tomar decisiones. Por eso, conversa con El Comercio a inicios de julio y habla que Christofer Gonzales se prepara para ser titular en el Clausura. Si en el proceso ve que sus palabras no encuentran respuesta en el jugador, entonces, retrocede y pide un refuerzo (Gabriel Costa), y si hay que ser más determinante no convoca a ‘Canchita’ entre los suplentes para el clásico.
Por tal razón, hay que entender el movimiento de ajedrez que hizo anoche cuando el partido iba 0-0 y saca a Valera (67′), su referente en el área, y mete al Tunche y toda sus ganas por ganar. Se encuentra con el autogol de Polo y con el reto de la remontada histórica. No duda. A los 77′, Costa entra por Cabanillas en el carril izquierdo y Portocarrero por Di Benedetto. Cambia el 3-5-2 por un clásico 4-4-2.
¿El resultado? Tres minutos, entre Costa y Portocarrero desequilibran la resistencia íntima desde la banda izquierda. Costa cuida el balón y no tira cualquier centro para sacarse el balón de encima. En cambio, Portocarrero se sale del libreto y centra de derecha, su pierna menos hábil. El centro se vuelve una asistencia cuando el Tunche Rivera conecta un cabezazo que comienza a derrumbar las ilusiones aliancistas.
Con el 1-1, el profe Bustos vuelve a dar un golpe de timón. A los 86′, Dulanto por Flores y Celi por Pérez para retornar al bien estudiado sistema táctico 3-5-2. Dos minutos después, y con los nervios de punta, la ‘U’ gana una jugada de pelota parada cerca al área rival. Se para frente al balón, y como en toda la noche, Jairo Concha. El volante es el segundo mejor asistidor del plantel (6 detrás de Polo que suma 7), pero aún no celebra goles. El disparo de Jairo toma una parábola tan extraña que, cuando entra al arco de Campos, muchos dudan entre si fue gol de Dulanto, autogol de Zambrano o si Concha al fin celebra su primer tanto con los cremas.
La cereza del pastel vino después. Un Alianza desesperado cae en la trampa. Costa sacó de quicio a Noriega y el defensor íntimo vio la roja a los 12 minutos de tiempo añadido.
El clásico fue para Universitario por méritos y precisión táctica desde el banco. Con un Ureña sobrio y determinante en el medio, con Britos brindando seguridad en el arco y con Polo inclinando la cancha desde su sector. Una muestra que los campeones se construyen a partir de planteles que otorguen alternativas diferentes y no solo equipos titulares que se repiten de memoria. Con el centenario a puertas, la ‘U’ encendió las luces a sus celebraciones.