Mi gente de La fe de Cuto, les traigo un programa de colección. Edison Flores ‘Orejitas’ es el invitado de la semana y en esta primera parte de la entrevista nos cuenta detalles de sus inicios en el fútbol, su llegada a Universitario y lo mal que la pasó cuando jugó en el extranjero.
‘Orejas’ cuenta que llegar a Universitario le cambió la vida ya que le ofrecieron colegio y vivienda. Además, destaca que tiene una buena amistad con Andy Polo, pero que ni se hablan en las concentraciones.
En medio de la charla, Edison hace un mea culpa al revelar un duro episodio que atravesó cuando decidió vivir solo en España pues le dejó de hablar a su madre. Finalmente, confiesa la admiración que le tenía a Daniel Peredo por sus narraciones. No se olviden que la fe es lo más lindo de la vida.
¿Quién te puso la chapa de ‘Orejas’?
Tito Chumpitaz, en la academia de Héctor Chumpitaz, en mi segundo día de prueba... de una nomás. En ese tiempo... mi mamá es muy sobreprotectora, mi papá es hombre y sabe llevar esa parte, pero mi mamá súper protectora y como que ponerte una chapa era jodido en esos tiempos y no lo veía bien. De chiquito, no me disgustaba pero tampoco me gustaba...
¿Y ahora qué piensan tu mamá y tú sobre esa chapa?
Ya quedó, gracias a Dios ha trascendido en el fútbol y estoy contento por esa chapa del profe. Además, yo ya colaboraba cuando festejabas.
¿Qué me puedes contar de tu barrio, de Collique?
Mi niñez, allá con mis primos, con toda mi familia de parte de papá, de mamá también. Jugando fútbol. Me decían que era muy aniñado porque yo solo quería jugar con los que conocía, es que con los que no conocía había cierto resentimiento porque en ese tiempo había el tema de las pandillas, yo no me topé con las pandillas bravas, sino que con los tirapiedras, reventaban las lunas, se mechaban barrio a barrio con piedras, con eso sí me topé y sí me asustaba. Ahora lo veo diferente pero siempre en familia, con mis amigos, saliendo a jugar fútbol o tomando alguna gaseosa en la esquina.
¿Había para la gaseosa?
Un sol entre todos, cada uno ponía 10 céntimos. No quería que se acabe ni botar nada.
Tú jugabas con los que conocías...
Claro, venía alguien nuevo y yo agarraba mi pelota y me metía a mi casa.
¿Alguna anécdota en el colegio?
Siempre resaltaba en el deporte, me metía a todos los deportes, gimnasia, salto, atletismo, en todos los deportes me metía y gracias a Dios resaltaba por ese don que me dio el de arriba.
Algún nombre de tus amigos del colegio o del barrio
De mi barrio siempre paraba con mi primo Bryan, el chato Kevin. En el colegio, se me van nombres...
SUS INICIOS EN EL FÚTBOL
¿Cómo empiezas en el fútbol?
Mi padre, en unas vacaciones, no me acuerdo en qué año exactamente... yo quería dormir hasta tarde y luego jugar todo el día pero mi papá siempre me decía para ir a probarme en algún equipo, yo no quería. Hasta que un día me obligó a ir, me paró de la cama y me llevó a una prueba. Todo molesto fui a la academia de Héctor Chumpitaz que está en Trapiche, adentro. Me llevó, hice las pruebas. Yo al principio dije que era central,
¿Por qué?
Es que veía que los chiquillos se ponían de delanteros, de volantes, pero ni uno decía defensa ni central, así que dije ‘yo soy central’. Recuerdo que hice la prueba y tenía nociones de salida, de buen pase.
¿Tu papá ha sido futbolista?
Mi papá creo que ha jugado liga, siempre me llevaba de chiquito a verlo jugar, siempre lo veía jugar, le decían ‘Pelé’, bueno hasta ahora le dicen. Yo viéndolo y pensando que ya jugaba y se iba, tú sabes que después de jugar fútbol a uno le da sed, me tenía que quedar, mi papá con lo poco que le pagaban me daba mi propina y yo me quedaba contento esperándolo.
Tu papá vio que tenías las condiciones
Claro, el insistía porque siempre me llevaba a campeonatos con gente que no conocía, pero de mi edad. A veces jugaba de central, a veces de delantero, pero en la prueba dije que era central y pasé como central,
Te aceptaron como central...
Pero yo agarraba la pelota y me iba hasta el arco y le daba pase al delantero para que meta el gol, me decían ‘tú no eres defensa’. Obviamente ya era gente que sabe, gente que veía muchos chibolos y decían ‘cómo va ser central este’ y me fueron subiendo poco a poco.
¿Qué recuerdas de ese momento en el que te llevan a la academia Chumpitaz? ¿Sabías quién era Chumpitaz?
Yo sabía quién era por mi familia, por mis tíos, mi papá. El capitán de América, Mundialista. Ir ahí era imponente y verlo al profe muchísimo más. Ahora lo tengo en el club. Conocerlo ya personalmente, es un mate de risa el profe.
Estar con Don Héctor era un privilegio.
Es un mate de risa el profe, te lanza tu chiquita para que no te agrandes, pero de muy buena onda, es bien sonriente.
Pasaste un momento complicado con el fallecimiento de tu abuelo por parte de mamá...
Sí, fue un momento bien doloroso. Recuerdo que fui un día antes de su fallecimiento. Al día siguiente recuerdo que tenía que ir al colegio, mi familia recibió una llamada en la mañana... yo de chiquito siempre intuía algunas cosas. No me lo dijeron exactamente porque era demasiado niño. Un día antes lo había ido a ver y estaba bien, pero ya estaba buen tiempo en el Hospital de Policía. Yo ya intuía lo que estaba pasando, me fui al colegio, me distraje pero me quedé pensando en la reacción de mi familia, todos desencajados. Llegué a mi casa y estaba toda la familia reunida, mi familia del Callao, de Barrios Altos, de Cerro Azul y los veía ahí.
De todos lados...
No me dijeron nada y yo ya sabía que era lo que pasaba. Me metí a llorar a mi cuarto, no paraba de llorar, fue un momento bien doloroso para mí y lo recuerdo como si hubiese sido ayer.
Don José...
Mi abuelo José era muy duro, no hablaba mucho con los nietos pero imponía mucho respeto. Yo dormía a veces con mi abuelo y era el más feliz, era un privilegio de estar ahí. Recuerdo una anécdota con mi abuelo vivo. Recuerdo que palomillada con mi primo Bryan y vimos unas monedas que tenía mi abuelo y dijimos ‘no se va dar cuenta’, vimos un ‘billegas’ grande y pensamos que no se iba dar cuenta porque habían varios, le jalamos uno. Creo que era cumpleaños de una tía o una prima, le compramos algo de regalo y nos dijeron ‘de dónde has sacado plata’... al rato mi abuelo ‘se me ha perdido mi plata’, mi abuelo imponía mucho respeto. Mi mamá y mis tías se hicieron cargo pero ya nosotros nos habíamos soplado todo eso, castigados.
Fue un billete...
Quedó un sencillo, estábamos más contentos pero de ahí nunca más, curados.
Samuel Eugenio te ayudó bastante para asimilar ese difícil momento
Sí porque yo ya no quería ir a la academia, solamente quería disfrutar, estar con mis amigos, no salir del barrio, me parecía lejos ir hasta allá. Recuerdo que hubo un cambio de técnico en mi categoría y los de la academia siempre me llamaban pero yo no quería ir, les decía que digan que no estoy o que inventen algo. Ya había pasado dos o tres meses de insistencia hasta que llama el profe Samuel Eugenio y mi abuela o una tía me dice ‘tienes una llamada’, yo pensé que era un tío que me quería dar una propina y era el profe Samuel, se presentó y me dijo ‘sé lo que estás viviendo, te ha afectado, es parte de todo esto pero no quiero que pierdas tus sueños, quiero que vuelvas a la academia, yo te voy a entrenar y te voy hacer jugar’. Me lo dijo con tanta sinceridad, lo sentí tan sincero que le dije ‘ya profe, el lunes estoy ahí’. Me recibió muy contento, todos me recibieron como si fuera nuevo. Empecé a trabajar con él y me sentí bien cómodo.
J.J. Oré no te quiso en la selección, no te convoca al principio...
Sí. Ya estando en la U, yo había hecho un campañón con 14 años, con Andy y con algunos de mis compañeros habíamos quedado subcampeones... ya estaban viendo jugadores para convocar a la sub15 y en esa convocatoria que es la primera, que es larga, como de 60 jugadores, yo no estaba, tío, no aparecía...
¿Qué pasó?
Me fui un poco abajo, sentía que había hecho las cosas bien, que había sido segundo goleador de la categoría 94 y no estar como que apagó algo en mí, creo que como tres días no hablé con ninguno de mis compañeros. Los profes me decían que por qué no estaba y yo no encontraba una explicación. Un profe se me acercó y me dijo ‘tranquilo, tú trabaja como sigues trabajando, da lo máximo de ti y ya se verá más adelante’. Creo que ya había tomado mi duelo porque me dolió y decidí trabajar, ya no pensar más en eso. Me sentía raro de ver a mis compañeros ir a la selección pero era parte de ese momento.
SU LLEGADA A UNIVERSITARIO DE DEPORTES
¿Cómo se dio tu llegada a Universitario?
Fue gracias a la academia de Héctor Chumpitaz, yo jugaba en Virgen de Chapi, en segunda división de menores, categoría 94 y lo tenía de sede en la Academia de Héctor Chumpitaz. Como era de la U, siempre llevaban a probarse a la U a los que resaltaban un poco, entonces gracias a ellos tuve una prueba en 2008, yo tenía 13 años. Me sentía súper nervioso, entrar a Vidu era imponente, había mucha gente, muchos chicos jugando, con gente, con familiares, todo lleno, era una sensación diferente a lo que yo ya había vivido. Gracias a Dios al profe Agapo, a Don Omar Jorge, pude entrar a Universitario. Me ofrecieron vivir en el Lolo, estudiar en Trilce, pasajes, comida, en ese momento dije ‘¿dónde firmo?’. Estaba deslumbrado totalmente y ahí empieza mi era y empiezo a ver en serio el fútbol. La U me cambió la vida, por completo.
¿Te acuerdas con quién más te quedaste de la academia de Chumpitaz?
Solamente yo me quedé, creo que al año siguiente fue otro pero luego se fue. Creo que de mi categoría, yo fui en único en ese tiempo.
Juegas por la selección sub17 en el Sudamericano en 2010
Muy bonita experiencia con el profe J.J., ahí sí ya me convocó.
¿Nunca le preguntaste?
No, era chibolo
¿Ni ahora de grande?
No, las veces que he ido a la selección mayor lo he visto pero no ha habido momento para decirle molestándolo ‘por qué no me convocó en la sub15′. Pero la sub17 fue muy bonita para mí, teníamos grandes jugadores, estaba Benincasa, Pierre Larrauri, Duarte, el hermano de Néstor Duarte, Andy, Junior Ponce, Wilder Cartagena, Pedro Aquino, Renato Tapia, Miguel Araujo. Fue una linda experiencia para nosotros y me llevo gratos recuerdos, eso me ayudó mucho a estar en el primer equipo de la U.
Muchos de ellos están en actividad
Sí, la mayoría, todos están vigentes, están en la selección mayor, otros están afuera o están en el fútbol local.
Con Andy Polo juegas desde muy chico...
A Andy lo conozco desde que inicié en 2008, en ese tiempo éramos a los que ayudaba el club. Él jugaba en América de Cochahuayco, era lo más cercano a la U, yo conozco de ahí. Nos hicimos grandes amigos con toda la categoría 94 pero con él fue trascendiendo con los años porque fui a la sub15, sub17, sub20, selección mayor, la U. Es una buena amistad con Andy pero a la vez rara porque sí hablamos, tenemos mucha confianza pero en las concentraciones ni los buenos días, somos secos en esa parte, es mutuo.
¿Qué recuerdas de la Copa Libertadores sub20, que le ganan a Boca en el Monumental?
La gente nos apoyó al máximo. Fuimos un equipo que representó bien la camiseta porque todos vivíamos lo que era la U desde muy chicos, sabíamos qué representaba la U en ese momento y se fue dando, gracias al esfuerzo de los compañeros y del comando técnico. Se nos dio porque fuimos persistentes, dentro de las estadísticas no fuimos los mejores pero teníamos algo que nos hacía ganar, algo más diferente, tirarnos de cara, dar lo mejor hasta el último y aprovechábamos cada partido para eso.
Fuiste elegido el mejor jugador del torneo
Fue una gran sorpresa para mí, creo que hice mi mayor esfuerzo. No tuve la oportunidad de anotar un gol pero creo que fui lo más regular posible dentro de todo el torneo y la gente se dio cuenta, algo vieron.
En 2011 y 2012 juegas por Universitario
Sí, gracias a ‘Chemo’, en 2011. Nos hace entrenar desde inicios de ese año a Andy y a mí. Andy agarra la dinámica súper rápido porque es súper suelto, es de Barrios Altos.
¿Quién era el más palomilla?
Nos jugamos un grupo siempre, el grupo de más jodidos, Yuriel, Murrugarra, Valera, que se joden entre ellos, pero arman una chacota que suma gente, creo que ellos son un poco jodidos en esa parte pero son serios a la hora de trabajar y se han integrado porque les exigimos al máximo... Aldo, Calqui… saben que ellos paran a la broma pero al momento de trabajar, trabajamos todos.
Tú ya estás piloteando...
Sí, yo no he tenido muchos años en la U en sí, yo he nacido en la U, pero en primer equipo no he tenido muchas temporadas, cuatro temporadas, 2011, 2012 medio año, 2014 medio año, 2015, 2016 medio año y luego hasta el 2023.
Esta vez que has regresado a la U es la primera vez que estás de largo...
Claro, un año completo, la temporada completa. Después he tenido medio año porque me ha surgido una oportunidad que no podía desaprovechar y ya sabes, la candela.
Valió la pena...
De todas maneras valió la pena pero siempre agradecido con el club, siempre me preocupé por que el club tenga todas las regalías que tenía que tener.
¿Te costó bastante? Cuando estabas en el primer equipo, los trabajos, las pretemporadas que son durísimas
Sí. Prefería correr 100 vueltas en ese tiempo, con lo nervioso que estaba al tocar un balón con gente grande, de peso, como Galiquio, Carlos Galván, Pablo Vitti, Morel, Reiner Torres, Piero Alva, Raúl Fernández, era un camerín grande, tío, imponente... en ese tiempo te fallabas un pase y era ‘trágame tierra’, no querías tocar la próxima, te escondías.
¿Tanto así?
En ese tiempo tengo que aceptar que yo me sentía súper nervioso. Andy por ejemplo, cagaba una, lo puteaban pero seguía intentando.
¿Tú no?
Yo no, a la otra me escondía... me tiraban un pase tranqui, seguro, toca rápido, ya los tenías a todos encima, no te dejaban tranquilo.
Eso era terrible...
Pero yo entiendo que en ese tiempo ellos te lo hacen para que mejores, lo hacen para que sientas la presión que hay cuando tienes gente, para estar preparado para lo que te toca. Estar en el primer equipo es porque tuviste el talento, porque pasaste lo que tenías que pasar pero después tienes que saltar al miedo escénico de la gente.
¿Eso lo trabajaste? Te acuerdas cómo sudabas cuando te entrevistaban...
La pasé realmente no tan bien, medio año no la pasé tan bien. Me salí de Collique, tranquilo, mi corazón estaba tranquilo, sin temblar y de repente ya estaba llegando al Monumental y mi corazón... me temblaba la voz, un nudo en la garganta, me pasaba de todo, pero bueno, es parte de lo que nos toca pasar y les puedo decir a los chicos que es normal que pase eso, a mí me pasó, es parte de.
En 2016 ya no tenías ese miedo escénico. Ya estaba con su neceser Louis Vuitton, ya de capitán, tenía su lugar, su perfume que olía hasta la avenida. Ahí ya estabas piloteando…
Ya había salido pues, tío
¿Cómo me viste en esa pretemporada?
Estabas paradazo, tío.
SU DEBUT CON UNIVERSITARIO DE DEPORTES
¿Qué recuerdas de tu debut en la U?
Fue en Chiclayo en 2011. El Aurich tenía un equipazo, con el Pana que en paz descanse. Ganamos 1-0 con gol de Pana. Yo me acuerdo que entré en el segundo tiempo y entré suelto, me metí un pase a Johan Fano, lo dejé solo a mi tío y falló, el aire era jodido. Yo debuto ahí, en Chiclayo y ahí me pelan también.
¿Quién fue tu padrino?
Mi tío Johan Fano, me regaló un almuerzo en su casa, nos llevaba a almorzar, siempre fue buena gente con nosotros, los más chibolos.
SU PASE AL VILLARREAL
Luego te vas a Villarreal de España en 2012 ¿Esa es la primera vez que sales al extranjero?
Sí, la primera vez que salía de mi casa también. En ese tiempo, uno chibolo, quiere estar con la familia... me fui solo. En ese tiempo no había visa Schengen, no como ahora que te puedes ir libre, tenías que tramitar tu visa, era bien complicado.
Era más complicado...
Me fui con mi representante, recuerdo que mi representante me dice ‘vamos a arreglar, me voy a quedar dos o tres semanas contigo y luego me voy a ver a los otros chicos que los movía en otros lados’, normal, es parte de la chamba, pero cuando se fue...
Me lo vas a decir a mí
Asu madre... estás solo y todos los pensamientos se te vienen encima, a mi mamá no le daban la respuesta de la visa, estaba solo, me ofrecieron vivir en el club, yo no quise porque me la hice de querer vivir solo, que hago mis cosas solo y creo que me equivoqué en ese momento porque estar solo puede ser un arma de doble filo. Asumí en ese tiempo y me hice mis cosas solo, entrenaba, me iba en bicicleta, el pueblo era chiquito, a veces algunos compañeros me jalaban hasta el club, pero vivir solo... ufff. En ese tiempo yo era de poco hablar, de poco hacer amigos...
¿Cómo era para la comida?
Recuerdo que mi ‘repre’ me dio algo para sobrevivir hasta fin de mes, que creo que faltaban como 10 días y abajo, en el edificio había menú.
¿Qué pedías?
Me comía un solomillo de ternera con papas y arroz creo... Al día siguiente no me quedaba para más, además, no me daba hambre porque me sentía solo, me agarró un momento triste, no tenía con quién hablar... tenía mi BlackBerry, podía mensajear pero recuerdo... no es un recuerdo bueno para mi mamá, la hice sufrir en ese tiempo. Yo me molesté con todo el mundo porque no salía la visa de mi mamá, me molesté con mi representante, con mi mamá, con todo el mundo, no quería saber nada, solo quería dedicarme a entrenar. Dejé de hablar con mi mamá, la dejé de llamar, no le quise decir que sufría tanto, que lloraba mucho de estar solo, yo hice eso porque sentía que cuando hablaba con ella más la extrañaba, me dolía bastante y me hacía llorar, me hacía sufrir, no me dejaba dormir. Habré estado así como un mes o mes y medio, comprándome mis cosas porque recibí mi primer sueldo, haciéndome mi comida yo solo, todo sancochado pero yo solo. Eso no se hace, es difícil para las mamás, tomamos decisiones equivocadas que después uno se da cuenta pero en ese tiempo la pasé duro como todos lo pasan la primera vez.
En enero de 2013 juegas el Sudamericano sub20 en Argentina
Sí, con grandes jugadores que la mayoría sigue vigente. Estaba Andy, Yordy Reina, ‘Churrito’ Hinostroza, Jean Deza, Víctor Cedrón, Renato Tapia, Max Barrios, su sucesor; el Chaval (Benavente). Teníamos mucha experiencia. Creo que nos fue bien, no pudimos clasificar al mundial, fue doloroso pero creo que hicimos una gran campaña con el profe Ahmed.
Les sirvió bastante...
A todos nos ayudó mucho en esa parte, fue un gran equipo. Yo venía del Villarreal y haciendo goles de cabeza, estaba con una confianza pero la verdad es que me sentí muy contento de ver a mis compañeros, se sentía como una familia esa sub20.
Luego regresas a Universitario, del 2014 al 2016, Chemo te pidió que regreses...
Sí, Chemo empezó de gerente, se fue Comizzo y luego agarró de técnico. Me pidió volver junto a la doctora Rocío, administradora en ese tiempo, la verdad no lo dudé mucho porque lo que me hizo volver fue que, en 2013, me convoca Markarián a un amistoso en Corea y me dice Pablo Bengochea ‘En el Villareal es difícil que te veamos’, me dio una ‘chica’ como diciendo ‘busca una liga donde te veamos más de cerca’, eso me llamó la atención en esa parte y decidí tomar esa opción de la U. Pablo también me convocó a la selección, no jugaba mucho pero ya estaba en la selección mayor y ya es otra cosa.
Luego te vas a Dinamarca en 2016...
Sí, en 2016 me voy a Dinamarca, a Aalborg, una linda ciudad, pequeña pero muy linda pero también me pasó lo mismo que en España, me quise regresar pero más que todo por el idioma.
¿Qué pasó? ¿Hablan inglés?
Ellos hablan inglés pero la lengua natal es inglés, estar en los desayunos y que hablen en danés era jodido, a veces no me quería ni sentar con ellos, me sentaba solo, pero los daneses son muy buenas personas porque siempre te acoplaban. Igual así al principio yo sentía que me quería acoplar... a veces hablábamos en inglés pero poco, me sentía aislado igual. El asistente técnico hablaba español masticado, él era el que más me ayudaba pero yo igual quise regresarme.
¿Y el frío?
El frío jodido, tío, pero eso no es lo que hizo que me quiera regresar, sino lo que venía dentro del grupo en sí, que era que ellos tenían otra cultura y hablaban en su idioma, que yo no entendía. Hablé con las personas que tenía que hablar y me ayudaron a tomar una buena decisión. El profe Ricardo me dijo que piense bien y que es mejor que esté afuera, también me metió mi chiquita y dije ‘sigamos’. Ese paso fue un impulso para adaptarme mejor al grupo, porque yo era el cerrado, ellos no, ahí es donde realmente me acoplé más al grupo y me quedé un año y medio más. No es culpa de los de afuera, es de uno mismo.
¿Te llegaste a reunir con la gente que manejaba la U en ese momento? Cuando pasó esto, ya estabas viendo tu plan B
Me junté con el administrador y creo que gente de Gremco y ellos me dijeron que no entraba en sus planes, pero no entendí por qué me citaron para decirme que no estaba en sus planes, no entendí, me lo podían haber dicho en llamada. Pero eso también me impulsó a que siga en lo que estaba.
RICARDO GARECA
Empieza el proceso con Gareca con la selección peruana mayores para Rusia 2018
Yo era como un guardadito, una sorpresa. Ese 2016 estaba muy mentalizado, desde la pretemporada, a lo que era selección, volver a salir a Europa, yo trabajé para eso y la verdad que se dio como yo lo quería. Ese medio año de la U fue impresionante por todo el club, nos llevamos el Apertura con mucha diferencia y el profe Gareca empieza a convocar a varios de la U en ese tiempo, a Ruidiaz, a Trauco, a Diego Chávez también lo quería convocar solo que estaba subido de peso, Andy, estábamos en un momento impresionante y nos merecíamos estar en la lista.
¿Con qué goles te quedas de tu carrera?
Yo creo que me quedo con el que le hice a Ecuador allá en Quito y el de Colombia allá en Barranquilla. ‘El chico de los goles importantes’ me lo pone Daniel Peredo. Creo que pocas veces lo he dicho pero cada vez que terminaba mis partidos quería irme a mi casa para ver las repeticiones para escuchar sus relatos, era una cosa impresionante cómo lo vivía, es difícil igualarlo, incomparable. Yo anotaba un gol y quería escuchar la voz de Daniel, tenía las precisas.
¿Qué se te viene a la mente cuando llegas a la selección con Ricardo Gareca que los conocía?
En ese momento estábamos bien en el club, parejitos y cuando nos tocaba la oportunidad, que eran pocos minutos, tratando de aprovechar al máximo o de dejar todo en la selección porque es otra cosa, es otro vivir, otra presión, es el país entero, no es un equipo.
¿Qué te pareció lo más impresionante del mundial Rusia 2018?
La logística, la seguridad, la seguridad para la familia, los campos de fútbol, los estadios son espectaculares, la cantidad de hinchas peruanos, más de 70 mil. La previa en Estados Unidos, en Suiza, los previos fueron impresionantes, todos los peruanos que nos seguían, por eso fue la mejor hinchada.
Te ganaste el cariño de la hinchada...
Fue gracias al grupo humano, todo se conectó, creo que llegamos a tener una confianza que el equipo jugaba solo, obviamente lo comandaba el profe Ricardo pero había mucho juego, corto, largo, teníamos a André, Jefferson, Paolo, estábamos súper bien.
¿Qué anécdota se te viene a la mente de sus charlas antes de un partido?
Recuerdo 2-0 en Caracas con lluvia, el profe como que un ‘café amargo’, no podíamos perder puntos, teníamos que sumar sí o sí. Recuerdo que me había puesto chimpunes de goma y estaba en un resbalar, me tuve que poner clavos, yo nunca juego con clavos y en la primera jugada le meto el cuerpo a un venezolano y lo dejo en el agua y me voy, se la punteo a André y él mete el gol y los primeros minutos fue un subidón. Después llega el gol de Paolo y casi lo ganamos, casi mete gol el cholo Cueva, pero nos fuimos con buena sensación porque sumamos un punto de estar abajo 2-0 que en selección es sumamente difícil remontar esa parte.