ANÁLISIS: Catriel Cabellos, un titular indiscutible en Alianza Lima y por qué fue olvidado por un Fossati que sí llamó a nueve suplentes
Sonríe, bromea, abraza. Ni siquiera puede esperar la hora de su histórica presentación a estadio lleno (hoy, desde la 1 p.m. en Matute). “Los espero. ¡Arriba Alianza toda la vida”, dice antes de agradecer con gestos a la multitud de hinchas aliancistas que lo recibieron, junto a su familia, en el aeropuerto Jorge Chávez.
Dos días después del título de la Liga Femenina conseguido por las íntimas ante Universitario, el clásico rival, Matute seguirá de fiesta. Alianza anunció a través de sus redes sociales que se agotaron todas las entradas. Será una tarde histórica con la presencia de ídolos como Jefferson Farfán, Hugo Sotil, Jaime Duarte, José Velásquez y más, además del plantel femenino con copa en mano y reconocidas orquestas. El corazón de La Victoria latirá nuevamente al ritmo de Alianza, como alguna vez lo soñó José Paolo.
“Espero que cuando regrese a Alianza vea un estadio lleno. Es mi sueño”, confesó en diciembre de 2014 luego de jugar como invitado en la Tarde Blanquiazul. Diez años después su anhelo se le cumplirá.
Obligaciones
El contrato es hasta diciembre de 2025. Es decir, un proyecto a mediano plazo que no solo será deportivo. Su imagen, como goleador histórico de la selección peruana, multicampeón en el extranjero, atraerá -aseguran los expertos- nuevos sponsors, merchandising, venta de camisetas, abonos y más a una marca que está muy bien posicionada.
Pero también, claro, se debe hablar de lo futbolístico. Guerrero, quien finalmente usará el dorsal 34 del juvenil Bassco Soyer (no disputó minutos, por eso no hubo problemas en ceder su número), quizá porque ya no puede llevar la ‘9′ que tiene Hernán Barcos, entiende la obligación de ponerse a punto en esta para de selecciones para pelear un puesto desde el primer minuto.
En Alianza son claros. Fuentes del club señalaron a este Diario que, si bien valoran la jerarquía de Paolo, todos -incluso el futbolista- entienden que llega a ganarse el titularato. Su sola presencia no vale, aunque suma. Tendrá en el vestuario a jugadores que lo ven como un ídolo, como Erick Noriega y Kevin Quevedo, quienes no han dudado en decirlo ante cámaras. También tendrá el apoyo de los referentes. Hernán Barcos, capitán y goleador, ya le dio su bendición: “Su llegada genera una vibra positiva en el mundo Alianza”.
El delantero nacional probablemente se una a los entrenamientos desde este lunes. Y tiene por delante dos semanas para meterse en el once titular que enfrentará a Mannucci en Matute por la fecha 11 del Clausura. Con él, en campo o en banca, los íntimos empezarán la recta final para defender la punta del certamen ante la ‘U’.
Por otro lado, aunque no se han pronunciado al respecto, en las oficinas del área legal aliancista ven de reojo la situación de Paolo tras su salida de César Vallejo. Quedó libre por un falló de la Cámara de Conciliación y Resolución de Disputas de la Federación Peruana de Fútbol, pero la institución trujillana posiblemente lo demande por incumplimiento de contrato.
En medio de tanta expectativa, Paolo Guerrero está a horas de empezar a cerrar el círculo de su exitosa carrera. Y nada mejor que hacerlo donde todo comenzó: en Alianza, su casa.