¿Qué pasó en la instalaciones de la Videna y por qué no se pudo cortar relaciones con 1190 Sports? La historia va así: el miércoles 22 hubo un reunión en la sede de San Luis, donde seis clubes acudieron en representación de los demás para juntarse con Agustín Lozano. Alianza Lima, Sporting Cristal, Universitario, Cienciano, Alianza Atlético y Alianza Universidad fueron citados por el titular de la FPF para abordar una agenda que solo tenía dos opciones: continuar o rescindir el contrato con el actual operador.
![La FPF, presidida por Agustín Lozano, tomó la decisión de respeta el contrato con 1190 Sports de cara a esta nueva temporada (Foto: Difusión).](https://elcomercio.pe/resizer/v2/CLML7EEMXZGMJL224NQ5PC4LHM.jpg?auth=d01af8300c03b3984c7534fcca25458ae4da11065604546b2fc378d82fc20299&width=620&quality=75&smart=true)
El primer escenario no era del agrado de los clubes, ya que eso significaba mantener las cosas como estaban; es decir, con retraso de pagos y la incertidumbre de recibir menos de lo que se les había prometido en un inicio. De hecho, siete de ellos habían denunciado a fines del 2024 que la empresa les adeudaba los meses de noviembre y diciembre. Además, Melgar reclamó el pago de las 10 cuotas correspondientes al 2023 que no había recibido. Y, por otro lado, estaba el segundo escenario, que planteaba soltar a 1190 y buscar otro operador (Consorcio Fútbol Perú).
El problema fue que al consultar sobre una cifra estimada al otro operador, la respuesta que recibió Lozano fue un “no lo sé”. Este Diario pudo conocer que la intención del otro operador era que la FPF resuelva, primero, el contrato con 1190 y posteriormente tener carta libre para negociar. Pero esto no cayó bien a Lozano: si decidía romper con 1190, se exponía a la incertidumbre financiera de cuánto le iba a ofrecer la otra parte interesada, que podía ser una cifra menor. Y en esa duda se optó por dejar todo como estaba. No había razones para arriesgar.
¿Por qué no se rompió el contrato con 1190?
Lozano le comunicó en la reunión que no era posible romper el contrato con 1190 porque no había una oferta clara del otro operador. A pesar de las quejas de los clubes, la desconfianza que existe hacia la actual empresa comercializadora de los derechos de TV y la falta de un garante internacional que respalde financieramente el modelo, en la Federación entendieron que lo más sano era buscar un camino que evite el rompimiento.
El otro punto importante fue que no existía una base legal para resolver el contrato, porque 1190 no lo había incumplido. Como se sabe, el principal argumento de la FPF era que 1190 no tenía un garante, tras la quiebra de 777 Partners (empresa investigada por lavado de activos) y a eso se sumaba el retraso de pago a los clubes; sin embargo, el periodista Michael Succar reveló que no se puede romper legalmente ese vínculo por ninguna de las dos razones. “Es un contrato claramente favorable para una de las partes (1190) y una absoluta negligencia de la FPF por no haberse protegido más”.
Jhonny Baldovino, representante legal de la Agremiación, también se refirió al tema. “Los abogados que autorizaron este contrato no estaban pensando en defender los intereses de la Federación, no sé quiénes son pero esa es la impresión que me da porque cada cláusula que se hace pública es contra los clubes o la Federación”, expresó. Una de las cláusulas a la que Baldovino hace referencia es que 1190 puede pagarle a los clubes hasta 60 días después. Es decir, el pago correspondiente a diciembre (noviembre ya lo pagaron) lo puede hacer hasta fines de febrero.
Bajo ese escenario, la FPF parece estar atada de pies y manos. No le es posible resolver un contrato a pesar de que el principal garante de 1190 está quebrado y de que existe un retraso de pagos a los clubes.
¿Fue un error firmar contrato con 1190?
Julio García, abogado especialista en derecho deportivo, aplica una frase común para graficar el momento que vive la FPF: “lo que mal empieza, mal acaba”, nos dice. En ese sentido, cuestionó la ligereza con la que Lozano empezó todo este problema. “Hubo una desesperación de la Federación por empezar un proceso de negociación sin tener las condiciones ideales. Todos sabíamos que no todos los contratos vencían al mismo tiempo, como el de Universitario, que termina a fines del 2025. ¿Cómo eso no iba a afectar al modelo?”, agrega.
Para el especialista, es evidente que firmar un contrato con esas cláusulas atentó conta los intereses de los clubes. “Lo que menos se pensó fue en ellos. ¿Qué experiencia tiene la Federación firmando contratos así? Los últimos contratos habían sido firmados el 2013 y no había participado la Federación porque cada club negoció su contrato. Entonces, ¿dónde está la capacidad?, ¿dónde estuvo el gran asesor, los abogados, el equipo multidisciplinario? Se estaba jugando el futuro del fútbol peruano”, cuestiona.
Sin embargo, García pone su preocupación en el desarrollo del campeonato, ya que 17 de los 19 clubes que participarán podrían recibir sus pagos hasta 60 días después y, en algunos casos, tendrían problemas con el reglamento de Licencias. “Universitario y Boys reciben sus pagos puntuales y el resto no. ¿Cómo se va a aplicar las reglas de Licencias? ¿A todos por igual? ¿Qué va a pasar cuando el resto no pueda pagar? Alianza, Cristal y Melgar seguro pueden. Pero para los clubes pequeños se hace más difícil. ¿Y la federación cómo financia los viajes, los árbitros? Veo un dolor de cabeza”, advierte.
Por su parte, Luis Carrillo Pinto, periodista y especialista en marketing digital, sostuvo que un momento de crisis como el vivido estos días por los derechos de TV, la razón debe primar. “No puedes sacar a patadas a una empresa que invirtió 70 millones de dólares”, menciona. Asimismo, asegura que -tras la decisión de Lozano de continuar con 1190- se cerró la última oportunidad del Consorcio para volver al fútbol peruano. “Una vez que se termine el contrato con Universitario (fines del 2025), se le cierra la persiana a GOLPERÚ”, comenta.
Por último, desde el lado comercial, considera que el negocio va a encaminarse el próximo año, cuando 1190 tenga a todos los clubes bajo su disposición. “Creo que el gran error de 1190, y lo puede corregir, ha sido la idea de democratizar el fútbol. Tienes que estar con un operador de Internet al menos. Si ellos cierran con un operador donde tú puedas ver gratis el fútbol, será mejor. En Ecuador ocurre con eso con Zapping. Acá tiene que pasar lo mismo”, apunta.