En el Corinthians del ‘rockstar’ Memphis Depay y contra el Santos del astro Neymar, el peruano André Carrillo fue el único de los tres que anoche jugó los 90 minutos. Fue victoria del ‘Timao’ por 2-1 con una ‘Culebra’ jugando en el novedoso puesto de interior izquierdo. Hoy es más un Yotún que el Carrillo que fue al Mundial Rusia 2018. Lo bueno, a diferencia de hace un año donde jugaba en la Segunda División de Arabia, es que hoy juega en un fútbol brasileño lleno de estrellas.
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Contemos las figuritas del álbum. Philippe Coutinho y Dimitri Payet en Vasco da Gama; Lucas Moura y Oscar en Sao Paulo; Alex Sandro en Flamengo; Hulk en Atlético Mineiro; Willian José en Bahía; Thiago Silva y Ganso en Fluminense; David Luiz en Fortaleza; Alex Telles y Allan en Botafogo, Enner Valencia en Inter de Porto Alegre, Gabigol en Cruzeiro y Martin Braithwaite en Gremio.
Y por Perú, André Carrillo, en el mismo equipo donde Paolo Guerrero es el máximo anotador extranjero con 52 goles y coronó un Mundial de Clubes, y donde Luis ‘Cachito’ Ramírez fue parte del plantel que ganó la Copa Libertadores 2012.
Anoche, contra el Santos de Neymar tiró dos centros, completó un pase largo, ganó 4 de 6 duelos por tierra y perdió el único que tuvo por aire, y en su nueva función más defensiva le contaron 2 despejes, 2 intercepciones y 2 faltas recibidas.
Sofascore lo calificó con 6.9, un puntaje promedio en este 2025 con 8 partidos (5 de titular, 3 de suplente) en el Torneo Paulista, donde Corinthians es líder del Grupo A con 25 puntos. Los dirigidos por el ‘Pelado’ Ramón Díaz son serios candidatos al título.

¿Vuelve a la selección?
Pueden haber decenas de teorías de por qué Jorge Fossati dejó de llamar a André Carrillo a la selección peruana. El ofensivo peruano estuvo en el plantel hasta la Copa América en Estados Unidos, en la que apenas jugó 11 minutos en la derrota ante Canadá y donde protagonizó una jugada viral queriendo superar al defensor canadiense Alphonso Davies, quien milita en el Bayer Múnich.
Algunos culpan a su desgano, otros recalcan sus palabras en el Podcast “Enfocados” y otros más señalan que su nivel en el último semestre del 2024 fue el esperado para el comando técnico del uruguayo. Sin embargo, la historia reciente cuenta con cambios en la Videna. Y hasta donde se entendió, para Ibáñez todos tienen abiertas las puertas de la Bicolor.
Me llena de satisfacción la comunicación que he tenido con la mayoría de jugadores. Están convencidos de que se puede. Todos tienen las puertas abiertas”. Y aunque la frase hacía mayor referencia a Paolo Guerrero y Christian Cueva, se intuye que La ‘Culebra’ también estaría de regreso en la lista de convocados que se conocerá en las próximas semanas para afrontar la fecha de Eliminatorias contra Bolivia (20 de marzo, en Lima, 8:30 p.m.) y Venezuela (25 de marzo, visita, 7:00 p.m.)
El primer gran paso de Carrillo fue dejar la liga de Arabia, donde entre finales del 2023 e inicios del 2024 jugó en el Al-Qadsiah en la Segunda División. Consiguió el ascenso, pero no hay registro de sus estadísticas en ninguna de las páginas internacionales que suelen recopilar esta información. Esa es la importancia que tiene un fútbol tan poco competitivo.

A mediados del 2024 se habló de su regreso al fútbol peruano. Alianza habría preguntado por él. Sin embargo, Carrillo prefirió seguir en el extranjero y le cayó la oferta de Corinthians. El argentino Ramón Díaz, un viejo conocido de sus mejores años con el Al Hilal, pidió su fichaje y se volvieron a reunir en las calles de Sao Paulo.
La novedad llegó cuando el ‘Timao’ lo ubicó en un puesto distinto al que solía jugar Carrillo, un ofensivo que ha hecho carrera como extremo derecho. Ramón Díaz lo sacó de los últimos metros de la cancha y lo ubicó más al medio priorizando su manejo con el balón y aprovechando su buen pie para la creación del fútbol desde la medular.
En este nuevo puesto se ha ido haciendo espacio este 2025. Su reinvención es una nueva opción para Óscar Ibáñez, quien tendrá que descifrar si también lo usa como interior por derecha o izquierda, o le devuelve la confianza de ser el extremo ofensivo que Perú necesita para luchar por el milagro de clasificar al Mundial 2026.