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—Debutaste en Cristal y ganaste cinco títulos, pero el hincha en general te relaciona con Alianza Lima, club con el que conseguiste dos campeonatos. ¿También percibes lo mismo?
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Sí, la verdad es bastante curioso lo de Alianza Lima porque jugué solo dos años y medio y conseguí dos títulos. Quizás es por eso que la gente me recuerda mucho, me tiene muchísimo cariño. Donde voy siento el cariño del aliancista, me lo hacen saber, hay mucha retribución. Es algo muy especial que me sorprendió al inicio. En cuanto a Cristal también recibo el cariño del hincha porque jugué casi toda mi vida en el club, gané cinco título y eso me lo reconocen.
—¿Con qué club te sientes más identificado? ¿Alianza Lima o Sporting Cristal?
Indudablemente con Cristal. Yo nací en el club, me hice jugador de fútbol, debuté, grité muchos goles, gané cinco títulos. Es decir, tengo una historia muy bonita. Alianza Lima es un club al que quiero mucho porque, como comenté, tengo retribución por parte del hincha. Es una institución a la que le guardo cariño y admiración porque me recibieron muy bien, me respaldaron y eso hizo que consiguiera lo que conseguí.
Debut: 1 de noviembre de 1989, con 16 años
Etapas: 5 (1989-1996, 2002, 2003 y 2009)
Títulos: 5 (1991, 1994, 1995, 1996 y 2002)
Retiro: 6 de diciembre de 2009, con 36 años
—¿Cómo ves al Alianza de Néstor Gorosito? Hoy, después de muchos años, tiene alegrías a nivel internacional, aunque en la Liga 1 se muestra muy irregular…
Yo lo resumo en dos partes. Primero, es un Alianza en la Copa Sudamericana y otro en el torneo local. Creo que el hincha y todos lo perciben igual. A nivel internacional me parece que encontró ese chip para saber cómo se tiene que afrontar la Sudamericana. le agarró la mano a ese ritmo, a la manera de afrontar los partidos; sin embargo, en la Liga 1 le está costando.
—¿Por qué crees que ocurre eso?
Alianza depende mucho de la buena plantilla que tiene. Muchos de los partidos lo sacó adelante por la calidad de jugadores con los que cuenta, pero eso también se puede jugar en contra porque a veces un partido te pide más que buenos jugadores, te pide un sistema y juego colectivo trabajado. Y creo que por ahí está la deuda de Alianza, no ha sabido sostener su funcionamiento. El momento en el que consiga mejorar ese aspecto, va a ser un equipo muy fuerte, más de lo que es; pero mientras tanto, sigue dependiendo de la calidad de sus figuras.
—Hernán Barcos criticó la diferencia de motivación entre Sudamericana y Liga 1 que parece haber caído en el vestuario aliancista. ¿Eso te ha pasado jugando dos torneos con un club peruanos?
La motivación siempre estará. Te pregunto: ¿Qué jugador no quiere salir campeón de la Sudamericana y el torneo local? Todos lo quieren lograr. Lo que pasa con Alianza es que tiene mucha irregularidad, entonces cuando encuentre su funcionamiento colectivo y lo sostenga, va a estar en condiciones de pelear los dos frentes.
—¿Esa irregularidad puede generar más presión en el vestuario y termine afectando en partidos claves como el que sostendrá ante Cristal? Teniendo en cuenta que este año la obligación está en que Universitario no logre el tricampeonato
Alianza Lima, como club grande, mira de reojo a Universitario, otro club grande, que podría conseguir su tricampeonato este año. Si de algo estoy seguro es que Alianza va a pelear hasta el final por conseguir ese título. Está en la Sudamericana, pero la misión, la obligación es salir campeón nacional. Alianza tiene un plantel que está obligado a eso, ese es el primer objetivo. Seguro van a pelear los dos frentes, como he escuchado y está bien, pero hay que ver si la plantilla puede aguantar eso.
Etapas: 2 (2004, 2006-2007)
Títulos: 2 (2004, 2006)
—¿Crees que aguantará? Por ahora se ha visto que no.
Lo que pasa es que hacerlo te demanda mucho esfuerzo físico. Alianza tiene un plantel con mucha calidad, muy buenos jugadores, pero los años cuentan en la parte física. Juega Sudamericana con sus mejores armas, pero en el campeonato local no puede. Entonces eso le está jugando en contra porque se está sintiendo la diferencia entre los que juegan el torneo internacional y los que esperan su oportunidad para hacerlo en la Liga. Lo normal en un técnico es hacer esa mezcla, darle descanso a sus jugadores, pero el equipo no tiene que verse mermado. Es difícil pelear los dos frentes, lo he vivido, el aspecto físico es fundamental.
—El hincha está contento con la cara mostrada por Alianza Lima en el plano internacional, pero quieren sí o sí el título nacional por encima de cualquier objetivo. ¿Piensas lo mismo?
El hincha va a exigir el título nacional, eso es indudable. Alianza está en la Sudamericana, sí; pero la idea no es que se quede con las manos vacías a fin de año. Es lo que se tiene que ir midiendo. Alianza tiene que empezar a sumar en el campeonato local para que a fin de año llegue con posibilidades de pelear por el título. A veces uno no se da cuenta, pero los partidos pasan y los puntos que se dejan por pensar en el otro campeonato juegan en contra, cuando quieres despertar ya es tarde.
—Está obligado a ganarle a Cristal, entonces.
Claro que sí. Y Cristal también. Son dos clubes grandes que pelean el título, con plantillas muy buenas, entonces están obligados. Va a ser un partido bastante atractivo por la situación de los dos. Van a querer ganarlo desde el inicio, no se van a esperar, saldrán a jugar.
—¿Este Alianza está para soñar con ganar la Copa Sudamericana?
Si algo destaco en Alianza en la Sudamericana, es que va paso a paso, partido a partido. Un torneo internacional se juega, se vive y se siente de distinta manera, y Alianza lo está sabiendo llevar. Sabe posicionarse muy bien contra el rival que le toque, maneja bien. Pero lo que creo es que Alianza no puede quedarse con ser un buen equipo de fútbol o tener buenos jugadores, necesita consolidarse en un funcionamiento, tiene que apuntar más a eso porque ya en estos partidos internacionales que se le vienen, no bastará con las individualidades y ahí el colectivo tiene que hacerse fuerte, y eso se trabaja en el día a día. Ya los rivales cada vez con más complejos en todo sentido.
—El próximo rival será Universidad Católica de Ecuador…
Va a ser un partido bastante complicado. La Universidad Católica, si bien no es un Gremio o un Boca Juniors, es un equipo muy físico, ordenado y tendrá la altura de Quito como aliado. Va a ser más duro que contra Gremio.
—¿Crees que el ‘9’ tradicional, el tanque de área, está desapareciendo en el fútbol actual?
El 9 no va a desaparecer, siempre estará ahí. Tiene otro funcionamiento, se le piden más cosas dentro de un colectivo, otros movimientos para generar más espacio a sus compañeros, saber moverse en función al juego, cosas que antes no pedían. Ahora se juega mucho con la rotación de los jugadores dentro del campo y eso ha variado las funciones de un 9, pero siempre está. Inclusive pienso que el 9 hoy tiene más opciones de cara al arco. Hoy se ataca con mucho más volumen ofensivo al área, se llega con mucha más gente que antes, los volantes pisan el área, entonces ves hasta cinco jugadores cerca al 9 por lo que los defensas suelen dar más espacios y tú, como 9, te liberas un poco. Antes no era así, antes pisaban el área dos o máximo tres jugadores y todos tenían referencia de marca. Era más difícil el trabajo.
—¿Cómo analizas la situación de Paolo Guerrero y Hernán Barcos en Alianza, dos nueves de la vieja escuela pero que también saben jugar fuera del área?
Paolo y Barcos pueden jugar sin problemas en el fútbol peruano porque tienen lectura de juego, son jugadores de muy buena calidad futbolística y al tener comprensión de juego, no se chocan. Saben moverse dentro del campo, ocupar los espacios que dejan sus compañeros, posicionarse bien en el área. Pueden, incluso, jugar juntos. Ellos van a jugar en el fútbol peruano hasta el momento que deseen, no importa la edad, la calidad que tienen, la lectura del juego, les basta para sobresalir en el torneo.
—Ambos con 41 años y haciendo goles, ¿Te hubiera gustado seguir jugando? Te retiraste a los 36 años.
Sí. Y yo podía hacerlo, me sentía bien físicamente. Terminé jugando en Sporting Cristal y me hubiera gustado quedarme en el 2009 que me retiré, pero no fue así, tomaron decisiones y yo las respeté. Tenía algunas opciones para continuar, pero no me llenaban totalmente, por lo que decidí retirarme con 36 años. Estaba entero, bien físicamente, pero así es la vida y hay que tomar decisiones.

—A Paolo lo viste crecer, a lo lejos, en el fútbol peruano y luego conviviste con él en la selección peruana. ¿Crees que necesite un título con Alianza Lima para se ídolo del club?
Paolo no necesita ningún título para ser ídolo, ya lo es, con o sin títulos. Creo que el hincha de Alianza lo va a querer siempre, lo va a recordar. Y más aún el hincha de la selección, el peruano en general. Él, personalmente, seguramente querrá salir campeón con el club que tanto ama, ese es su sueño, lo que vino a buscar cuando regresó, pero el hincha no va a esperar a que gane algo para recién verlo como ídolo o referente.
—Trabajaste en la Sub 17 y Sub 23 de la selección peruana. ¿Por qué nos cuesta tanto sacar un nuevo Paolo?
Siempre digo que los clubes deben trabajar mucho más en menores, dedicar a formar jugadores, capacitarlos. No hay entrenadores docentes que enseñen y formen bien. A eso tenemos que apuntar porque hay un déficit muy grande en formación, tanto de jugadores, como de entrenadores, que no solamente vean la forma de ganar o trabajar para conseguir títulos. He trabajado en menores y he podido recorrer el país, estando en la federación, y vi cómo los clubes trabajan en sus divisiones menores. Hay déficit de campos de entrenamiento, de infraestructura, eso también disminuye la productividad, las horas de trabajo. No hay condiciones para trabajar, hay que decirle, entonces tampoco se les puede enseñar adecuadamente a los chicos. Así es difícil pedir que salgan nuevos valores. Salvo los clubes grandes, la mayoría no tiene buena infraestructura y eso se tiene que mejorar porque un delantero no nace, no se va a formar solo, el talento se tiene que pulir, hacer crecer.
—En medio de ese panorama desolador pareciera que debemos esperar unos 50 años para ver a otro Paolo Guerrero…
Si se ponen las pilas, se apunta al trabajo de menores, pero en serio, se va a disminuir ese tiempo.
—¿Qué jugador o jugadores te impresionaron más mientras trabajaste en la federación?
He sido delantero y te comentaré sobre dos de ellos. Uno es Matteo Rodríguez, hijo de Alberto, que hoy está en Sporting Cristal. Lo tuvimos en la Sub 17 y es un chico con muchas condiciones y mucha calidad. Es lógico que todavía le falta crecer un poco más futbolísticamente, pero es un chico que sabe escuchar, presta atención y quiere evolucionar. Uno como entrenador ve cuando un jugador quiere y trabajar por ser mejor. Ojalá que ahora, que le han hecho un contrato profesional en Cristal, empiece a tener minutos y demuestre toda la calidad que tiene. Ya está en él hacerse un jugador de fútbol profesional, en un delantero importante. Tiene todas las condiciones, eso sí.

—¿Y el otro?
Víctor Guzmán, que estuvo hasta hace poco en Alianza Lima. También lo tuvimos en la Sub 17, un delantero con mucha potencia y buena pegada. Hay que seguir trabajándolo. Ojalá que ahora que salió al extranjero [NdR: fue fichado por el Sporting Club de Portugal] lo sigan trabajando para que evolucione en su juego y se vuelva un delantero importante.
—La mejor noticia para él fue justamente irse al extranjero, a un país que suele formar jugadores, y termina esa etapa allá…
Exactamente. Allá lo van a seguir formando con otras herramientas que aquí no hay. En Europa tienen todo para que lo repotencien y lo hagan un jugador importante para la selección peruana en el futuro.
—Pasando a Cristal, formaste parte del plantel 2002 en el que Paulo Autuori decidió separar a cinco jugadores, algo similar a lo que acaba de hacer. ¿Qué recuerdos tienes de ese episodio?
Autuori es un técnico que recién llegó al club y lo hizo a mitad de temporada, por lo que tiene que reestructurar. Él no armó el equipo. Entonces, el profesor está moviendo las piezas, encontrando a su mejor once de acuerdo a lo que él quiere futbolísticamente. Y en esa reestructuración es lógico que decida prescindir de algunos jugadores. Es lo que pasó en esa época en la que estuve. Pero a [Paulo] Autuori le tengo mucho cariño y respeto, es un gran técnico, se lo comenté. Tomó la decisión de separar a algunos compañeros y al final ganamos el título nacional.
—¿Cómo viviste esa situación?
El profesor nos dio su punto de vista, su decisión y se le respetó porque era el técnico y había analizado la situación para hacer lo que finalmente hizo.
—¿Hay que tener mucha personalidad para tomar una decisión así, no? ¿Como técnico te ha tocado vivir situaciones similares?
Es una decisión difícil de tomar, pero en un momento tienes que poner en una balanza: o el equipo o tú. Entonces el técnico debe pensar en el equipo, en su mejora y si eso significa tomar decisiones drásticas, tienes que arriesgarte. Me pasó ahora último como entrenador en el ADA Jaén [NdR: club de segunda división del fútbol peruano). Tuve que tomar decisiones fuertes, pero finalmente no se dio por temas externos y me tuve que ir del club. Paulo Autuori habló con la directiva seguramente y el club aceptó, por eso tuvo el respaldo. Ahora se espera que sea igual que en 2002.
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