Deportivo Maldonado fijó el estadio Artigas de Paysandú como el escenario para el cotejo con Peñarol. Los fernandinos y los aurinegros se cruzan por la sexta fecha del Torneo Clausura, que se cambió por la cuarta, y ambos equipos viajaron al estadio sanducero.
El conjunto fernandino no puede oficiar de local en Maldonado porque la Intendencia de dicha ciudad está haciendo trabajos de mantenimiento en el campo de juego del estadio Domingo Burgueño Miguel, de cara al cuadrangular internacional sub 20 de fútbol que se disputará en ese escenario.
Perfectamente habilitados
En el Índice Normativo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) se determina que los equipos que compiten en la Liga de la Primera División Profesional deben contar con campo de juego en propiedad o uso exclusivo, con habilitación municipal vigente y capacidad locativa mínima determinada por la AUF de 2.000 espectadores sentados. Y que en el caso de Nacional y Peñarol, esos recintos deberán tener una capacidad mínima de 5.000 espectadores sentados. A su vez, en el artículo 54, sobre el club locatario, se detalla que la AUF tiene derecho de utilizar los campos de juego de los clubes para la realización de los partidos.
“Los clubes propietarios de campos de juego deben fijar las condiciones del arrendamiento de los mismos al inicio de la temporada, y tienen derecho a recibir el importe íntegro del alquiler cuando sean utilizados. El alquiler del campo de juego será abonado, en todos los casos, por el club que oficie de locatario, cualquiera sea el torneo en disputa”, establece el código.
El gerente de Deportivo Maldonado, Ignacio Borjas, explicó que decidieron jugar en Paysandú para que la gente del interior pueda concurrir y porque además su equipo iba a tener que trasladarse de todos modos. “Si a esta fiesta no podemos hacerla nosotros, queríamos trasladarla a otro lugar del interior, porque sabemos que los equipos de Montevideo es muy difícil que lo hagan”, alegó en declaraciones a El Telégrafo a la vez que destacó que se proyecta una buena recaudación.
“No hay muchos escenarios en el interior que tengan la capacidad y no queríamos ir a Montevideo, así que si nos tenemos que mover, que Peñarol también haga el esfuerzo”, sostuvo.
En cambio, Peñarol estuvo en desacuerdo con jugar en Paysandú porque los jugadores de la primera categoría no pudieron estar presentes el domingo en el estadio Centenario, cuando la sub 20 disputó la final intercontinental ante Benfica.
El presidente mirasol, Ignacio Ruglio, se manifestó enojado con el hecho de que se jugara una final intercontinental, a la que concurrieron autoridades de todos lados, y que el plantel principal no pudiera estar. “Había scoutings, y el plantel de Peñarol y el cuerpo técnico no pudieron estar allí porque están en viaje a Paysandú, porque a un cuadro se le ocurrió llevarte 500 kilómetros porque sí. Esta es una de las cosas que le genera mediocridad al fútbol uruguayo, que un equipo pueda optar por jugar a 500 kilómetros de su casa, habiendo estadios disponibles a 150 kilómetros”, lanzó en diálogo con Sport 890 el mandatario aurinegro.