Apenas tres jugadores que estuvieron en cancha una década atrás repetirán las acciones ante el mismo rival este viernes. Se trata de Paolo Guerrero, Yoshimar Yotún y Edison Flores, quienes tuvieron acción en aquel compromiso bajo el mando del uruguayo Sergio Markarián. Obviamente, en ese entonces el panorama era otro. La bicolor peleaba la clasificación a Brasil 2014 y el amistoso contra Corea formaba parte de la preparación para medirse en septiembre contra Uruguay (Lima) y Venezuela (Caracas), ambos duelos decisivos para dar un paso más hacia el Mundial. Lo que pasó después es historia conocida, Perú perdió 1-2 ante los ‘charrúas’ en el Estadio Nacional con un arbitraje polémico, un Guerrero ensangrentado y frustrado, y una nación que lamentaba otra eliminación más.
Pero regresemos al amistoso. El ‘Depredador’ jugaba en Corinthians y formaba parte de los ‘cuatro fantásticos’; ‘Yoshi’ estaba en el Vasco da Gama de Brasil y jugaba de lateral; y ‘Orejas’ hacía su debut en la selección mayor con solo 19 años y todo un futuro por delante. El zurdo era parte de la intención de Markarián en ampliar su universo de jugadores, aunque después perdió protagonismo y no apareció con fuerza hasta el duelo contra Venezuela en Lima, el 24 de marzo del 2016, donde reemplazó a Jefferson Farfán en aquel recordado empate 2-2 que marcó un antes y un después para Ricardo Gareca, rumbo a Rusia 2018.
El ‘chocolate’ de Manco y el impredecible Ampuero
Aquel amistoso no solo dejó el debut de Flores en la selección, también fue el retiro de Reimond Manco de la bicolor. Resulta curioso, porque ese partido contra los surcoreanos marcó la despedida del ‘Rei’ del combinado nacional con solo 22 años. No volvió a ser convocado por Markarián ni Gareca. Pero, más allá de la dolorosa verdad, Manco fue llamado por el técnico uruguayo debido a sus destacadas actuaciones en UTC, donde registró tres goles y ocho asistencias en 36 partidos. Su inclusión en el duelo contra Corea hizo pensar que esta era la oportunidad que necesitaba para reinventarse luego de un turbulento inicio de carrera. Fue titular, repartió ‘chocolate’ y dejó una buena impresión. La prensa hablaba de su posible convocatoria para enfrentar a Uruguay y Venezuela; pero eso no ocurrió. Manco cerró su etapa en la bicolor y quedó en el olvido.
Eso no ocurrió con Álvaro Ampuero, otro de los que fue considerado por Markarián frente a los surcoreanos como parte del recambio generacional que se le exigía. En ese entonces, el lateral izquierdo tenía 19 años, pertenecía al Parma de la Serie A de Italia y ya había jugado ocho compromisos con la bicolor anteriormente. Es decir, la expectativa de todos estaba sobre su espalda y lo que podía ser su exitoso camino en la selección. No obstante, Ampuero se quedó en la banca de suplentes aquella vez esperando la oportunidad que nunca llegó. Es más, le sucedió lo mismo que a Manco, porque el ‘Mago’ no lo volvió a considerar para los partidos que restaban de las Eliminatorias a Brasil 2014. Lo que sí pasó, a diferencia de ‘Rei’, es que Ampuero fue parte del proceso de Markarián, sin poder destacar más de lo que hubiese querido.
Ahora, diez años después, Perú y Corea vuelven a verse las caras para escribir una historia distinta, con otros protagonistas y con necesidades diferentes. El contexto también es otro, porque la selección experimenta un nuevo proceso hacia Norteamérica 2026 y con Reynoso a la cabeza. Hay nuevos jugadores que urge ver en acción y hay otros que necesitan reencontrarse consigo mismos para todavía sentirse parte de la bicolor. Veremos qué sucede.
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