Hace 60 años Alberto Spencer dijo no a nacionalizarse uruguayo, tras marcar en Wembley el primer gol charrúa en el legendario estadio de Inglaterra

En 1964 el excepcional atacante Alberto Spencer Herrera (1937-2006), a quien el diario Marca, de España, describió como “ambidiestro, de enorme recorrido y amplios recursos en el remate, que lo mismo soltaba un poderoso cabezazo elevándose entre los defensas o definía con un recurso elegante cargado de estética”, fue el autor del primer gol de Uruguay en el legendario estadio de Wembley, en Inglaterra.

“Pese a ser ecuatoriano, el máximo goleador en la historia de la Copa Libertadores de América, con 54 goles, 48 de ellos para Peñarol, y los 6 restantes para Barcelona de Guayaquil, fue invitado para una gira de tres partidos por Europa con la selección uruguaya”, publicó la semana pasada el periódico El Observador, de Montevideo, acerca del histórico hecho ocurrido hace 60 años. “Spencer fue, sin dudas, uno de los mejores futbolistas del mundo en la década de los años de 1960″, agregó el rotativo.

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Por vestir las camisetas de su país natal y la de su patria adoptiva, Spencer fue bautizado por el periodismo charrúa como “crack de las dos banderas”. “Alberto Spencer fue un ídolo de dos pueblos. De los ecuatorianos por nacimiento y convencimiento, y de los uruguayos por adopción y reconocimiento”, escribió el periodista Héctor Hugo Cardozo en Clarín, de Buenos Aires. Basado en razones de afecto personal, Cabeza Mágica lo explicó así: “En Ecuador nací (el 6 de diciembre de 1937) y fui feliz, pero en Uruguay encontré al amor de mi vida y pude procrear a mis hijos”.

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Amistosos con Uruguay

Por el combinado de Ecuador, el llamado Hombre del gol importante jugó las eliminatorias rumbo a los mundiales de Chile 1962 e Inglaterra 1966, y antes la Copa América de Guayaquil en 1959. A la Celeste la representó, entre 1964 y 1967, en amistosos ante la Unión Soviética, Inglaterra, Austria, Checoslovaquia, Perú y el Barcelona SC.

Para cumplir una gira por el Viejo Continente, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) convocó a Spencer, romperredes de Peñarol. En 1964, en el momento de su citación, el extraordinario delantero ya acumulaba con los carboneros dos trofeos de la Copa Libertadores —de los tres que logró—, un título en la Intercontinental (luego consiguió otro), cinco campeonatos nacionales con el cuadro de Montevideo (cerraría su carrera con ocho) y dos de las cuatro coronas de goleo que consiguió en el certamen oriental.

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El 6 de mayo de 1964, en Wembley, ante 55.000 personas, los celestes, al mando de Rafael Milans, formaron con Walter Taibo; Héctor Cincunegui, William Martínez, Nelson Díaz, Ricardo Pavoni; Darcy, Pereira, Nelson Flores; Julio César Cortés, Spencer, Roberto Gil, Juan Pintos (a excepción de Spencer, Peñarol se negó a ceder jugadores a la selección, tal como lo hizo el otro gigante de Montevideo: Nacional).

Alf Ramsey puso en Inglaterra a Gordon Banks; Ray Wilson, Bobby Moore, Maurice Norman, John Cohen; Gordon Milne, George Eastham; Johnny Byrne, Jimmy Greaves, Bobby Charlton, Terry Paine (más de la mitad de este combinado fue campeón del mundo en 1966, en el mismo escenario).

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Propuesta de nacionalización

Byrne anotó un doblete para los ingleses (43 y 49 minutos) y Spencer descontó (75) al batir a Gordon Banks (protagonista en México 1970 de la que se considera como la más formidable atajada de los mundiales al frustrar espectacularmente un gol de Pelé, en la caída por 1-0 ante Brasil, tras un violento cabezazo de O Rei).

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“Pese a no haber entrenado con sus compañeros de selección, Spencer mostró el esplendor de su gran clase en ese partido y fue esta circunstancia la que motivó a los dirigentes de la Asociación Uruguaya de Fútbol a pedirle al jugador ecuatoriano que se nacionalizara y aceptara integrarse a la selección (celeste) que iba a participar en el Mundial de 1966 en Londres”, contó el 24 de marzo anterior Atilio Garrido, periodista e historiador oriental. Spencer, el mejor futbolista ecuatoriano de todas las épocas, dijo no.

“Mi actuación en Wembley marcó un hecho en la historia del fútbol uruguayo: fue el primer gol de esa selección en ese legendario estadio en Londres”, comentó Spencer años después de su memorable desempeño co la el uniforme celeste.

El récord del hijo predilecto de Ancón duró 26 años. El 22 de mayo de 1990, con goles de Santiago Ostolaza y José Perdomo, Uruguay derrotó 2-1 a los ingleses en Wembley. Pero el tanto de Spencer, aquel de 1964, siempre será el primero de los charrúas en la Catedral del fútbol. (D)