Luego de casi 10 meses, Alfonso Barco vuelve a Lima proveniente de Montevideo (Uruguay). Es campeón de la Copa de la AUF, su primer título como profesional. Este es un viaje relámpago, pero necesario. ¿La razón? Tramitar la visa norteamericana con el objetivo de formar parte, quizá, de la selección peruana para la Copa América. La cita es este jueves 30 de mayo y de ahí tiene que hacer maletas para regresar a tierras charrúas, puesto que el domingo 2 de junio tiene su último partido por el Torneo Apertura ante Miramar Misiones, y será un duelo con la obligación de obtener los tres puntos para ubicarse en el tercer lugar y así no perder de vista el título a final de temporada.
-¿Cómo evalúas tu experiencia en Defensor en Sporting? ¿Fue como lo pensaste?
Sí, definitivamente. No te voy a mentir. No es fácil estar en un país solo, jugando al fútbol. Es una liga competitiva porque salen jugadores de alto nivel, pero en un análisis, estoy muy contento por lo que estoy viviendo.
-Saliste campeón en la Copa de la Asociación Uruguaya, ¿Qué cambió en tu juego del volante que fichó la U el año pasado y decidió irse?
Primero, me quité presión. Sí, claro que sí. Te cuento algo: desde que yo llegué, han vendido como a 4 o 5 jugadores y si tú te pones a ver a los equipos que han ido, son clubes de buen nivel y reconocidos. Eso hace que mejore la mentalidad de mis compañeros, porque te puede tocar. Eso es muy ambicioso y hace que haya una competitividad dentro del equipo y que se siga respetando la tradición de Defensor, que es vender jugadores. Entonces, me sirve de mucho porque siento que estoy mejorando como jugador cada día.
-¿Te atrajo que Defensor Sporting sea un club, sobre todo, vendedor?
Sí, claro, definitivamente. Yo sigo siendo joven, pero cuando fui hace poco menos de un año, iba con esa motivación e ilusión de mejorar y algún día poder ser vendido.
-¿Cómo fue esa adaptación al fútbol uruguayo?
Sí, totalmente, como te digo, no es fácil. Es la verdad, en Uruguay, Argentina, Brasil, todos los jugadores son muy competitivos y cuando son jóvenes peor aún, porque son mucho más ambiciosos. Es una ambición única. Quieren todo para cada uno y entonces, eso hace que cada uno mejore. Yo tengo compañeros que se han ido en Ligas de Europa, Argentina y otros que se irán en este mercado. Obviamente, es un sueño para mí seguir creciendo. Lo estoy haciendo cada día en Defensor Sporting, por ahora, venimos muy bien en el campeonato, pero ese es el objetivo mejorar cada día.
-¿Tomas cómo una revancha personal este presente en Defensor Sporting? ¿Fue justo que recibieras esas amenazas en la U?
No te voy a decir, si es justo o no es justo, porque en el fútbol, si tú haces un análisis, siempre va a ser injusto. Pero hoy que pasó mucho tiempo y pese a que la historia fue corta, a mí, me pasaron muchas cosas. Te puedo decir que con mis 22 años, lo que viví acá en Perú, me ayudó mucho, me forjó una mentalidad que me ha ayudado a superar cosas que hoy como futbolista las agradezco. Me han ayudado a forjar una mentalidad y ambición que me va a ayudar en el futuro.
-Es decir, ¿te ayudó a mejorar tu inteligencia emocional para enfrentar la vida?
Sí, definitivamente. No te voy a mentir que fue difícil, yo admito que no jugué en la U con mi potencial, es decir, no mostré lo que podía dar. Siento que mi historia con la U tendrá otro capítulo, no sé cuando, definitivamente, me gustaría volver, porque no es mentira que yo me muero por Universitario de Deportes y que soy hincha desde que nací. Como te digo, por ahora, yo estoy pensando en mi futuro en el extranjero, pero sí, quizá tenga alguna revancha, en un futuro, lo podría considerar y sacarme esa espina con el club del cuál soy muy hincha.
-Cuando pasó todo esto de las amenazas, ¿el profesor Fossati te aconsejó que quizás era lo mejor ir a Defensor Sporting?
No, no, a ver, yo soy muy poco de leer y estar atento a las redes sociales. Pero a veces, me veo cosas que se dicen y que a mí me ayudó el profesor para ir a Uruguay. Definitivamente, me ayudó en la parte mental, psicológica dentro de la U, pero Jorge Fossati no tuvo nada que ver con mi ida a Uruguay. A mí me sale esta oportunidad gracias a la gente que trabaja conmigo. Cuando Jorge se entera de la posibilidad, me dice que vaya, y que iba a crecer definitivamente, ya que conoce el fútbol uruguayo, sabe de la ambición de los jugadores. Sabía que me podía adaptar por las características de jugador que soy.
-¿Por qué no te salieron las cosas en la U?
A veces y no está mal, admitir o decir, que los jugadores reaccionan de diferentes formas en diferentes situaciones. Hoy en día, hay jugadores en todas las ligas del mundo y la gente se pregunta, por qué no rinde como rendía acá. Bueno, tal vez, te podría decir, que hoy me agarraría mucho más preparado mentalmente una situación como la que viví en la U. Yo venía de la San Martín, en la pandemia, de no jugar con gente prácticamente, a un escenario donde mucha gente esperaba mucho de mí, a raíz, de mi familia, y todo lo que pasó. No tengo idea, pero sí definitivamente, ahora que ha pasado mucho tiempo, me quedo con esa sensación de no haber mostrado la capacidad que tengo para afrontar una situación que viví.
-¿Recibiste ayuda psicológica?
La ayuda psicológica la recibí con el psicólogo del club, que ahora está en la selección, Erick Bravo. La verdad, un crack en todo sentido, como persona y psicólogo, es un hombre muy capaz. Él me ayudó mucho, a ver de diferente perspectiva todo lo que me pasaba, pero no hay mucho misterio. Cuando uno se rodea de buenas personas, su familia, hace las cosas bien, come bien, las cosas se revierte y se pone todo en su lugar.
-¿Te noto más maduro?
Lo que me pasó en la U había dos formas de analizar. Una que fue como en algún momento yo lo hubiera transmitido, pero la cosa es no quedarse, sino seguir, porque una persona puede caer cuantas veces pueda, pero lo importante es cómo te levantas. Entonces era rendirse o la segunda es analizar porque te pasan las cosas y que puedes aprender de todo esto y afrontar. Hoy estando fuera en un equipo muy competitivo. Hace que tal vez, haya afrontado mejor la situación y madurado como persona. Le agradezco a la vida por todo lo que pasé y todo lo que aprendí.
-En Defensor Sporting estás jugando de 6 y central, ¿dónde te sientes más cómodo?
A mí me han usado de todo. La verdad, como te digo, es otra situación. Si me propongo se saca el mayor provecho. Ahora te digo que puedo jugar de central, de medio centro, un poco más adelante. Me han usado de todo y eso también me ayuda a mí. A mí me gusta jugar un poco más en el medio, me gusta llegar un poco más al área, pero estar dentro del 11 es lo más importante.
-¿Cómo está tu relación con Fossati? ¿Te has comunicado con él?
Bueno, cuando él seguía siendo entrenador de Universitario, si tenía comunicación. Lógicamente que después que entró a la selección, hubo menos contacto, pero después de la hazaña que logró con la U en Matute, lo llamé, él sabe lo que significa para mí. Estoy seguro de todo lo que me valora y nada, hay una relación muy linda que me enseñó mucho.
-¿Qué te enseñó Fossati?
Te estoy nombrando muchas veces la palabra ambición. Imagínate de un técnico que ha dirigido la selección uruguaya y que salió campeón con Peñarol, tener uno así en el club, imagínate, la mentalidad que tiene. Entonces, para mí es gratificante cruzarse con ese tipo de personas que te enseñan a enfrentar cada problema con coraje.
-Tanto en la FPF como en Defensor Sporting, nos han comentado que estás en la lista de reserva para la Copa América, ¿es la razón por la que estás en Lima?
Sí, sería en vano mentirte, vamos a hacer un trámite, pero hoy, yo soy hincha más. Estoy viendo a la selección como un hincha más. Todo jugador algún día quiere llegar a la selección peruana. Tengo la ilusión, no te voy a mentir, simplemente, es un trámite como varios jugadores lo hicieron hace un par de semanas.
-¿Ese trámite es la visa para ser parte de la Copa América?
Sí, es una visa, pero solamente eso.
-¿Ya con ese documento es posible verte con la selección?
A ver, esperanza hay todos los días. Yo me levanto todos los días a entrenar, sabiendo que quiero mejorar para un día estar en la selección. Esa es mi mentalidad y ambición de todos los días. No te voy a mentir, que ahora aún más, me motiva, solamente con tener la esperanza y que efectivamente Jorge Fossati me sigue valorando
-¿Te veremos en estas semanas yendo a Videna para saludar a Fossati?
No, como te digo, por ahora, soy un hincha más, yo le deseo lo mejor a la selección y al comando técnico. Así que por ahora solo eso.
-Del 3-5-2 que utiliza el profesor Jorge Fossati, ¿dónde te sientes más cómodo, de central o volante?
Yo te digo que me siento más cómodo vistiendo la camiseta de Perú en cualquier lado.
-¿Qué piensa de la comparación con Chemo, tú ídolo, emblema de la selección e ídolo de la U?
A mí no me incomoda. Si es que me comparan es porque algo me ven. Me gustaría tener algo de Chemo. Es admirable todo lo que ha hecho y sigue haciendo. Para mí es una motivación de poder intentar hacer lo que hizo. Es así como yo veo la situación.
-¿Tienes contrato hasta cuándo con Defensor Sporting? ¿Qué viene para tu carrera?
Bueno, te voy a ser sincero, yo sigo teniendo contrato con Defensor y lo único que pienso es el partido del domingo. Se verá en el momento oportuno, cuál es mi futuro. Pero hoy, yo tengo contrato en Defensor Sporting. Este jueves vuelvo a Uruguay y de ahí concentrado para el partido del domingo.
-Finalmente, ¿De tu experiencia en el fútbol uruguayo que te ha sorprendido?
Yo sé que es difícil ver un partido del fútbol uruguayo, pero si tú ves notas o entrevistas de los cracks que han pasado por esa liga, te van a decir lo mismo. Es un fútbol muy complicado de ver, porque la televisión te muestra canchas en mal estado, estadios muy antiguos, a veces la pelota vuela los 90 minutos. Pero es un fútbol realmente muy difícil, tiene mañas, tiene jugadores en diferentes sitios y es un fútbol muy complicado de jugar y de ver. Esto hace que a pesar que la infraestructura carezca mucho, hace que los jugadores sean aún más ambiciosos.
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