Según los dos primeros conceptos del diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra loco, esta describe a alguien “que ha perdido la razón” o que es “de poco juicio, disparatado e imprudente”. En ese sentido, aunque desde siempre se le ha vinculado a Marcelo Bielsa con el apodo de loco por su manera de sentir el fútbol, muy pocas veces se le había visto perder el control en una conferencia de prensa, tal como sucedió el último viernes en la previa del encuentro por el tercer lugar de la Copa América 2024, entre Uruguay y Canadá –la presea de bronce terminaría siendo para los rioplatenses, con una victoria por 4-3 en los penales tras el 2-2 del tiempo regular–. Con la voz en alto, la mirada firme hacia varias direcciones –como queriendo apuntar a todos los presentes y que no se le escape ninguno– y un desenfreno para argumentar su postura, el director técnico de la ‘Celeste’ salió en defensa de los suyos tras los incidentes ocurridos el pasado miércoles, en las semifinales contra Colombia.
Como se recuerda, luego del pitazo que le dio a los de Néstor Lorenzo el pase a la final en Miami frente a Argentina –este domingo 14 de julio desde las 7:00 p.m.–, se desencadenó un lamentable incidente que tuvo como protagonistas a varios futbolistas del seleccionado uruguayo y un numeroso grupo de hinchas colombianos. Las imágenes fueron claras: hubo intercambios de golpes, agresiones a montones y el intento por parte de los jugadores de subir por las gradas de una de las tribunas del Bank of America Stadium. ¿Con qué razón? Así lo describió José María Giménez: “Un cierto sector de la hinchada de Colombia hizo una avalancha donde estaban nuestros seres queridos. A niños recién nacidos. No había un policía. Esperemos que esto no pase más porque es un desastre”, relató el zaguero ‘charrúa’.
En ese sentido, la conferencia de prensa del viernes tuvo una carga emocional muy fuerte, desencadenada por las preguntas que recibió Marcelo Bielsa con relación a lo sucedido en Charlotte. El entrenador argentino se mostró en desacuerdo con el rol que tomó cierto sector de la prensa y a partir de ahí disparó hacia todas direcciones, exponiendo la mala organización de la Copa América 2024 por parte de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), el estado de los campos de juego, las locaciones para los entrenamientos, las amenazas que reciben los participantes cuando intentan exponer sus disconformidades, entre otras cosas. El rosarino no tuvo reparos en ponerse frente a frente contra lo que él considera el poder que impera actualmente en el fútbol, y del cual no quiere ser cómplice.
En la siguiente nota desarrollaremos todo lo que dijo, haciendo un fact checking de cada denuncia para comprobar si realmente esta Copa América está siendo más turbulenta de lo que se esperaba en la previa. Recordemos que al ser la sede en Estados Unidos, mucho de lo que se ha vivido en este torneo ha servido como una evaluación para lo que podría suceder en el Mundial del 2026, que tendrá a los estadounidenses como anfitriones, junto con Canadá y México.
La culpabilidad de los hechos
La pregunta que desencadenó la airada reacción de Marcelo Bielsa fue la siguiente: “En estas últimas 24 horas las cosas se han visto convulsionadas por lo que sucedió posterior al partido. ¿Le preocupa lo que pueda recaer en cuanto an sanciones, pensando en lo que van a ser las Eliminatorias?”. La molestia del entrenador de Uruguay estuvo vinculada a cómo fue formulada dicha interrogante, como si fueran más importante las posibles sanciones hacia los jugadores por la pelea con los hinchas colombianos, que señalar a los culpables del porqué del incidente, entendiendo que en todo evento deportivo hay un protocolo de seguridad que se debería cumplir.
“Los medios de comunicación no deben interrogar a nadie cuando tienen elementos de juicio suficientes, para construir evaluaciones por sí mismos y sacar conclusiones por sí mismos. (...) Las reacciones se evalúan y se justifican según el motivo que las provoca. Entonces, ¿cómo puede alguien preguntar si yo tengo temor por la sanción? La protección de los espectadores no tiene nada que ver con el equipo de fútbol o la federación (...) Los jugadores reaccionaron como lo hubiera hecho cualquier ser humano. Si usted ve que hay un proceso para que todo se atenúe, una puerta de escape y prevención, pero ninguna cosa sucede, y están agrediendo a su mujer, a su madre, a un bebé. ¿Cuál va a ser su reacción? ¡Y me pregunta si van a sancionar a los jugadores! Pero, por favor”, sostuvo.
Lo cierto es que, aunque las versiones de los jugadores y ahora también el técnico de Uruguay dan cuenta de que sus familiares fueron víctimas de agresiones, la CONMEBOL emitió un comunicado el jueves y explicó que todo lo sucedido está siendo materia de investigación por parte de su Unidad Disciplinaria. A partir de esto recién sacarán conclusiones cuando determinen a los responsables, y recién ahí se sabrá si habrá algún tipo de sanción o no. Por otro lado, Bielsa consideró que el hecho de que los medios de comunicación no cuestionen la culpabilidad de los organizadores del torneo en todo esto, los hace cómplices. “Las preguntas también actúan de manera cómplice. Todo esto lo tienen que decir ustedes, no lo tengo que decir yo. Cuando usted ve que hay un acto desproporcionado y violento, lo primero que hay que ver es a qué responde la reacción y si hubiera existido la posibilidad de reaccionar de otro modo”, agregó.
“Todo esto lo saben, pero lo ignoran para invitar a uno de estos infelices que estamos de este lado a que abramos la boca, así ustedes no se ven afectados (...) Usted sabe perfectamente que hay porcentajes del periodismo que no agreden a determinados sectores que son responsables porque no les conviene económicamente. ¿Es verdad o mentira? Usted no lo dice por corporativismo. A mí me importa decir que le están pegando a la familia de un tipo y que hay un procedimiento para que eso no suceda. ¿Y yo tengo que contestar su pregunta? ¿Yo soy el que tiene que decir todo esto de esta manera? No sé cuáles son las proporciones, pero sé que el periodismo responde a intereses que tienen que ver con los que administran el poder y que se calla la boca según a qué parte del poder se favorece o perjudica”, remató.
El mal estado de las canchas
Cuando Marcelo Bielsa empezó a disparar hacia los organizadores de la Copa América 2024, también direccionó su crítica al mal estado de los terrenos de juego y cómo, a través de una conferencia de prensa pasada, intentaron maquillar lo que a simple vista era evidente. “Todas las mentiras que han dicho. Las ruedas de prensa para decir que las canchas están perfectas y vos ves que las uniones no justifican. Que los campos de entrenamiento están perfectos, y Bolivia no entrenó. Yo tengo todas las fotos que justifican y son mentira. Son una plaga de mentirosos. Y nosotros hablamos, como (Lionel) Scaloni y se atrevió a decir que las uniones no estaban bien. Y todos estos errores que sabíamos. Los norteamericanos no te dicen que te doy una cancha perfecta. Ellos dijeron que era una cancha replantada hace tres días atrás. Y las uniones no cierran”, expuso.
Luego del triunfo por 2-0 de Argentina sobre Canadá, encuentro que abrió la fase de grupos, el propio Lionel Scaloni se quejó de las condiciones en las que jugaron sus dirigidos en el Mercedes-Benz Stadium. “La diferencia es que allá (frente a Arabia Saudí en el Mundial Qatar 2022) jugamos en una cancha decente. Menos mal que ganamos porque si no hubiese parecido una excusa barata. Hace siete meses que sabemos que vamos a jugar acá y cambiaron el césped hace dos días. El césped de hoy no está apto para este tipo de jugadores”, dijo el DT campeón del mundo. Eso no fue todo, pues Emiliano Martínez lo acompañó en su sentir. “La cancha fue un desastre. Pusieron pan arriba de un sintético y parecía un trampolín cada vez que recibíamos la pelota, eso pone complicaciones en nuestro juego”, acotó el ‘Dibu’.
¿Cómo se explica la mala calidad del gramado en los estadios en un evento programado con anticipación y que de alguna manera servirá como banco de pruebas para la Copa del Mundo que se disputará dentro de dos años? En referencia al recinto ubicado en Atlanta, por ejemplo, una de las razones del pésimo estado del campo se originó en gran medida porque semanas antes al enfrentamiento entre argentinos y canadienses, recibió dos importantes conciertos para la ciudad: un recital del cantante de country Kenny Chesney y una de las presentaciones de los The Rolling Stones, correspondiente a su gira por Estados Unidos.
Como si eso no fuera suficiente, hay que considerar que el pasto de los escenarios deportivos que son parte del certamen continental, en su gran mayoría, son de material sintético, lo que implica que tengan un proceso de preparación diferente y cuidado especial. Raúl Barrios, asesor técnico de mantenimiento del césped natural y sintético avalado por la FIFA, dijo esto antes de que comience el torneo: “Son campos provisionales que van a durar los treinta días que dura la Copa y después se van a quitar. En Europa ponen la cancha en una semana y están jugando prácticamente a los ocho o diez días. Para que este tipo de superficies, sobre el pasto sintético, hubieran tenido una mejor condición, necesitaban por lo menos instalarse noventa días antes al torneo, algo que es imposible, porque esos estadios de esa capacidad no van a estar parados ese tiempo para un torneo de más de veinte días. Entonces, lo que creo que pasó es que te dan solamente ciertas fechas, ciertos días para preparar tu campo y hagas tu torneo, y después quitas todo. Así regresan a sus condiciones normales de uso en césped sintético”.
Amenazas de sanciones
Maristela Kuhn, ingeniera agrónoma de la CONMEBOL, fue otra de las señaladas por Marcelo Bielsa, pues fue ella quien salió a decir, luego de que el gramado del Hard Rock Stadium fuera desmontado para el concierto del cantante colombiano Feid –luego de la victoria por 2-0 de Argentina sobre Perú–, que todo estará en perfectas condiciones. “Esperamos que esté en excelentes condiciones. Las mismas condiciones que estaba para el primer partido”, dijo aquella vez en una conferencia de prensa posterior al citado encuentro. Entonces, el ‘Loco’ no se guardó nada: “Lo que no se puede seguir es engañando. Hacer una conferencia de prensa para mentir explícitamente (por parte de) la jefa de campo de juego que sé quién es, la conozco. Conozco perfectamente lo que hace y lo mal que lo hace. Hace una conferencia de prensa para decir que es una cuestión visual. Que Vinícius (Júnior) no ve. Que Scaloni no tiene que hablar. Que los campos de entrenamiento están todos perfectos. Yo tengo una colección de fotos de los campos que están, no ya unidos, emparchados”, apuntó.
En ese sentido, el seleccionador uruguayo se quejó de las amenazas constantes que reciben los que se quejan de todo esto, tal como en su momento pasó con el entrenador de Argentina. “Como eso afecta a los organizadores no hay que decir una palabra. Y las amenazas. A Scaloni le dijeron ‘ya hablaste una vez, no hables más, porque sino vamos a pagar las consecuencias’. Y él mismo lo dice, ‘lo que tenía que decir ya lo dije y no digo más nada’. Los jugadores no pueden hablar, todos amenazados. ¿Cuál es la amenaza? Deportiva”, añadió. Justamente eso fue lo que ocurrió, ya que tras quejarse por el campo en el que jugaron en el debut frente a Canadá, Lionel Scaloni no volvió tocar el tema y se resignó a no volver a mencionarlo. En cierto modo, con la Copa América en marcha, era imposible que algo como eso se solucionara de la noche a la mañana.
Si bien las formas de Bielsa siempre generan polémica y dividen opiniones –“Yo sé una cosa. ¿Vio esta exaltación? Me quita razón. Es un energúmeno. Es un loco”, dijo de manera sarcástica, como anticipándose a las repercusiones de sus declaraciones–, no cabe duda de que puso sobre la mesa muchas cuestiones que antes solo pasaron por agua tibia y no generaron el impacto que debería. Como cuando el guatemalteco Humberto Panjoj, juez de línea durante el encuentro entre Perú y Canadá, se desplomó en pleno juego, debido a la elevada temperatura que hacía en Kansas City. Por más que Alejandro Domínguez, presidente de la CONMEBOL, haya aparecido caminando en el gramado del Hard Rock Stadium a pocas horas de la final de la Copa América, como desafiando los cuestionamientos hacia la organización del torneo, la lupa ya está puesta en el lugar correcto y, junto a la FIFA, deberán solucionar estos temas pensando en el Mundial del 2026.
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