Por lo general, vemos a Asia como un continente exótico con países y culturas tan diversos que, en no pocas ocasiones, nos fascinan pero no entendemos. Sin embargo, existe una nación que, increíblemente, habla el español, o una mezcla de este con su idioma nativo: nos referimos a Filipinas.
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El país asiático que habló español
¿Por qué un país tan lejano del occidente hispano parlante habla castellano? la respuesta la encontramos hace mucho siglos atrás, en el XVI, específicamente, en 1521, cuando el Imperio Español descubre estas tierras que, poco a poco, las colonizaría hasta el 10 de 1898, cuando los españoles vendieron el territorio a los Estados Unidos por 20 millones de dólares de la época.
Durante el tiempo que los hispanos estuvieron instalados en las Filipinas, el español fue el idioma oficial, situación que cambió con el arribo de los estadounidenses quienes prohibieron su uso reemplazándolo por el inglés, con lo cual perdió influencia, pero debido a las generaciones más antiguas se mantuvo firme.
La ocupación de Estados Unidos sobre Filipinas duró de 1898 a 1946. Y, pese a esto, los nombres comunes en esta nación no son de origen anglosajón, sino y en su mayoría, de raíz hispánica.
¿Murió el español en las Filipinas?
De hecho, hoy por hoy, la lengua oficial de Filipinas es tagalo o tagálog, el cual está fuertemente influenciado por el español. Por ejemplo, lo que en Hispanoamérica diríamos “hola ¿Cómo estás?”, se diría en el país asiático “Hello ¿Kumustá?”
Esta fue una manera eficaz de los filipinos hispanos de evitar que su idioma muera, el cual se preserva junto con otras lenguas locales que, por poco, fueron extirpadas por la brutal imposición del inglés que supuso desde finales del siglo XIX y a primera mitad del XX.
Y debemos tener en cuenta que este idioma pervive en millones de filipinos, ya que no solo es un dialecto más, sino hablado por un gran número de personas, dado que Filipinas tiene poco más de 115 millones de habitantes, donde las nuevas generaciones, deseosas de conocer mas sobre su historia, han mostrado renovado interés por el castellano.