Donald Trump asumirá la presidencia el lunes 20 de enero, lo que ha generado una notable expectación entre la comunidad inmigrante en relación con sus decisiones iniciales. Desde el partido Republicano, se ha anunciado la intención de deportar entre 15 y 20 millones de indocumentados, lo que ha provocado inquietud y un intenso debate sobre el futuro de numerosos residentes en el país.
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El flujo migratorio en el país norteamericano era uno de los temas de la agenda de Kamala Harris, quien, tal como lo afirman los seguidores del nuevo presidente electo, fracasó para impedir los cruces fronterizos diarios que superan los 4 000 por día.
El regreso de Donald Trump: quiere deportar entre 15 y 20 millones de inmigrantes
Durante toda su campaña electoral, Donald Trump dejó claro que la inmigración ilegal sería una de las principales prioridades a abordar una vez asumiera la presidencia. En 2024, se registró un aumento en los cruces fronterizos diarios desde México hacia Estados Unidos, lo que motivó al republicano a buscar una reducción significativa de esa cifra.
Tom Homan, apodado "el zar de la frontera de Trump" debido a sus estrictas medidas durante su tiempo como director interino de ICE, se reunió con varios funcionarios para discutir las políticas que se implementarán. Según informó CNN, el representante republicano Darrell Issa comentó al medio que el nuevo presidente electo declaró: "No estamos hablando de 20 millones. Estamos discutiendo sobre una orden, una prioridad y una expectativa".
Además, Trump habría manifestado a la revista Time que está evaluando la posibilidad de deportar a "probablemente 15 y quizá hasta 20 millones" de indocumentados de los Estados Unidos.
Trump evalúa restituir los Centros de Detención de Familias
Durante la primera gestión de Donald Trump, Tom Honan fue responsable de los asuntos internos del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), la agencia encargada de coordinar la expulsión de los indocumentados del país. Una de las políticas más controvertidas que el presidente republicano eliminó en 2018, debido a la presión social, fueron los Centros de Detención de Familias, donde se mantenían a los indocumentados, y en algunos casos, se separaba a los miembros de una misma familia.