Desde los inicios de su campaña presidencial, uno de los principales objetivos de Donald Trump ha sido erradicar la migración ilegal. Ahora, tras haber asumido la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, su tarea se ha centrado en evitar la presencia de extranjeros indocumentados en el territorio norteamericano.
Como consecuencia, según The Associated Press, El Pentágono está enviando otros 3.000 soldados a la frontera con México tras las órdenes del jefe de Estado. Dicha medida fue anunciada el sábado por medio de funcionarios del gobierno estadounidense. En esta nota te comentamos todos los pormenores relacionados con esta decisión.
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Estados Unidos envía más soldados para detener la migración ilegal
Ante este panorama, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, envió soldados de la brigada de Stryker y un batallón de apoyo general de la unidad de aviación para la misión en la frontera. Siendo así, según el Pentágono, las fuerzas armadas llegarán en las próximas semanas, localizándose a lo largo de los casi 3.200 kilómetros del lugar.
Cabe mencionar que, actualmente, existe un total de 9.200 soldados estadounidenses en la frontera sur. De estos, 4.200 realizan funciones bajo órdenes federales, mientras que 5.000 de ellos pertenecen a la Guardia Nacional. Al sumarse los 3.000 soldados enviados, tienen el objetivo de reforzar y expandir las operaciones actuales de seguridad fronteriza para proteger la integridad de Estados Unidos.
A su vez, según el medio de comunicación Milenio, cada soldado presenta diferentes funciones. La brigada Stryker se centrará en detener y vigilar. No obstante, no participará en operaciones de deportación. Por su parte, la unidad de aviación ayudará en la movilización de personal, equipos y suministros y proporcionarán ayuda médica aérea.
El objetivo de Donald Trump y la seguridad fronteriza
Con base en lo expresado por The Associated Press, la finalidad de Donald Trump se centra en ampliar el papel del ejército para cerrar la frontera con México. Una vez esto se concrete, se enviará a los migrantes de regreso a sus países de origen. Así pues, el personal militar fue enviado a la frontera de forma continúa, una actividad que no se realizaba con esa rapidez desde 1990, para parar la migración, el tráfico de drogas y el crimen transnacional.