Guatemala sigue consolidándose como un actor clave en la estrategia migratoria de Estados Unidos. En este contexto, el presidente Bernardo Arévalo anunció la construcción de un nuevo centro de recepción para migrantes deportados, el cual contará con financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Esta iniciativa se da en un momento crítico, marcado por el endurecimiento de las políticas migratorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump. En esta nota te comentamos más al respecto.

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El centro de ayuda para inmigrantes deportados
El nuevo centro estará ubicado en Tecún Umán, en la frontera con México, y tendrá la capacidad de albergar a 250 migrantes simultáneamente. Según Arévalo, el objetivo es brindar condiciones dignas a quienes regresan al país, asegurando que sean recibidos con apoyo y en un ambiente adecuado.
Según El Colombiano, actualmente, Guatemala opera un centro de deportados en una instalación alquilada, que en 2024 atendió a más de 10,700 personas. Con una inversión de 2 millones de dólares asignados por USAID en 2020, el nuevo edificio será supervisado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Durante una visita al sitio donde se levantará la infraestructura, Amy Pope, directora de la OIM, acompañó al presidente guatemalteco para evaluar los avances del proyecto.
Un futuro incierto para los migrantes
Las estrictas políticas migratorias de Estados Unidos han puesto en jaque a miles de migrantes en la región. En enero, Donald Trump firmó una orden ejecutiva que congeló gran parte de la asistencia exterior mientras se revisaba su alineación con las prioridades de su administración, incluyendo temas como el aborto, la planificación familiar y la diversidad.
Pese a que USAID ha sufrido una drástica reducción del 80% en sus programas, los fondos para la construcción del centro en Guatemala fueron asegurados antes de estos recortes. Sin embargo, el futuro de los migrantes sigue siendo incierto, enfrentando cada vez más restricciones y obstáculos en su camino hacia mejores oportunidades.
Con esta nueva infraestructura, Guatemala busca mitigar el impacto de las deportaciones y ofrecer un punto de retorno más digno para quienes son expulsados de Estados Unidos y México. Mientras tanto, la política migratoria sigue siendo un tema de debate y controversia en la región.