Donald Trump continúa enfocándose en la regulación de los inmigrantes ilegales en Estados Unidos, pero prestando especial atención a las familias y a los menores que llegan sin compañía. Por lo que es sumamente importante, mantenerse informado respecto al sector prioritario que sería arrestado de acuerdo al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

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Las nuevas políticas adoptadas han generado inquietud, especialmente por la posibilidad de que los migrantes se conviertan en el blanco principal de las deportaciones, sin considerar su historial delictivo. Esta circunstancia plantea interrogantes sobre las consecuencias de estas medidas en la comunidad migrante y su futuro en el país estadounidense.
Estos inmigrantes son el primer grupo en ser expulsados por ICE en EE.UU.
Recientemente, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha dado a conocer el inicio de nuevas operaciones enfocadas en la realización de arrestos migratorios en Estados Unidos. Según reportes de NBC News, estas acciones se centrarán en familias inmigrantes que ingresaron al país con hijos y menores no acompañados, quienes fueron liberados sin una fecha definida para comparecer ante los tribunales de inmigración.
Los agentes del ICE llevarán a cabo redadas migratorias con el respaldo de órdenes judiciales, lo que les permitirá acceder a domicilios para realizar los arrestos.
Los migrantes detenidos serán trasladados a centros de detención, muchos de los cuales han reabierto en Texas. Entre estos se encuentran los centros de Dilley y Karnes, que habían cerrado durante la administración anterior, pero que ahora reactivan su funcionamiento para albergar a las familias migrantes mientras esperan su deportación.
La operación se enfocará en áreas urbanas con una alta concentración de inmigrantes no autorizados. Además, la administración de Donald Trump ha ampliado el alcance de sus planes iniciales, afectando también a aquellos que no cuentan con antecedentes penales.
Trump decide reabrir centros de detención familiar
La administración de Donald Trump ha tomado la decisión de reabrir centros de detención familiar que habían sido clausurados durante el mandato de Joe Biden. Uno de estos centros, ubicado en Dilley, Texas, y gestionado por la empresa CoreCivic, tiene la capacidad de albergar hasta 2.400 personas.
Asimismo, el centro de Karnes ha reanudado sus operaciones, y ambos espacios estarán destinados a recibir a familias migrantes que se encuentran a la espera de su deportación.