Las políticas migratorias del gobierno de Estados Unidos han suscitado un amplio rechazo en varias localidades, con Nueva York como uno de los epicentros de la controversia. La gobernadora Kathy Hochul se ha convertido en una de las principales defensoras de los indocumentados, oponiéndose firmemente a las deportaciones masivas.
En este contexto, Tom Homan, zar fronterizo, ha criticado a Hochul por obstaculizar la colaboración entre las autoridades locales y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). La presencia de agentes de ICE en la ciudad ha intensificado la tensión y el miedo entre los residentes, ya que Nueva York alberga una de las comunidades indocumentadas más numerosas del país americano.
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Zar de la frontera advierte tras protección a inmigrantes en este estado
Recientemente, Tom Homan, exdirector del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), expresó su preocupación por el deterioro de la situación migratoria en Estados Unidos, atribuyendo este fenómeno a la falta de colaboración de los estados.
Durante un evento celebrado en Albany, Homan advirtió que, en lugar de alcanzar los objetivos propuestos, se anticipa un incremento en la presencia de agentes en las ciudades. "Inundaremos las ciudades santuario con oficiales de ICE", afirmó con firmeza.
Además, Homan lanzó una advertencia a las localidades que se autodenominan santuarios, donde se limita la cooperación de la policía local con la agencia migratoria. "Si hay resistencia, duplicaremos la fuerza de trabajo. En lugar de un solo agente que detiene a un delincuente, enviaremos un equipo completo", enfatizó el exdirector, dejando en claro que la estrategia se intensificará en respuesta a la oposición.
Donald Trump y su trabajo de la mano con Tom Homan
Donald Trump se pronunció acerca de Tom Homan, a quien designó como zar de la frontera, esto luego de su victoria electoral junto a Kamala Harris.
Homan, quien previamente lideró el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), se enfocará en la supervisión de la deportación de inmigrantes indocumentados. Se estima que alrededor de 11 millones de personas se encuentran en esta situación en Estados Unidos, lo que representa un desafío significativo para la nueva administración.