Las cámaras de vigilancia registraron, el pasado 5 de marzo, el arresto de José Guadalupe Jaimes, un mexicano de 55 años que fue detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Michigan, luego de dejar a su hijo de 13 años en la escuela.
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La detención ocurrió a plena luz del día, cuando Jaimes no tenía conocimiento de que estaba siendo observado por agentes de ICE. Según la versión de su esposa, los oficiales lo encadenaron en la cintura y los pies, a pesar de que Jaimes no tenía antecedentes criminales y estaba en proceso de ajuste de su estatus migratorio.
Así el ICE detuvo a un padre tras dejar a su hijo en escuela
José Guadalupe Jaimes lleva más de 20 años en Estados Unidos y, durante ese tiempo, se ha mantenido como un ciudadano responsable y trabajador, tal como lo afirma su familia y defensores. Además, su esposa asegura que no tenía conocimiento de que su esposo estaría en la mira de ICE, pues nunca había tenido problemas con la ley.
Jaimes había solicitado en varias ocasiones la regularización de su estatus migratorio, pero su caso aún está pendiente. La detención se produjo en un momento en que el hombre cumplía con su rutina diaria de dejar a su hijo en la escuela, lo que añade más incredulidad a la situación.
El impacto de esta detención en su familia ha sido devastador, especialmente en su hijo de 13 años, quien padece de autismo. La madre del niño ha expresado su profunda preocupación por el bienestar emocional del menor, quien quedó traumatizado por la presencia de agentes de ICE y por la repentina desaparición de su padre.
El niño, según su madre, ha mostrado signos de ansiedad y miedo, tanto por la detención de su padre como por la incertidumbre que ahora vive en su hogar, temiendo que su familia sea perseguida por las autoridades.
El caso de Jaimes ha generado un gran revuelo, con defensores de derechos humanos y activistas solicitando su liberación. Personas como el chef José Andrés, conocido por su trabajo humanitario, han alzado la voz en su defensa, argumentando que la detención es desproporcionada y perjudicial, no solo para Jaimes, sino también para su hijo, quien necesita el apoyo constante de su padre.
ICE, por su parte, justifica la detención argumentando que Jaimes es un inmigrante ilegal y que existe una orden de deportación en su contra desde 2014. A pesar de la orden judicial, los defensores del inmigrante sostienen que la situación ha cambiado considerablemente en los últimos años.
Jaimes ha estado trabajando y viviendo en los Estados Unidos de manera estable, y su detención en esta etapa de su vida ha sembrado dudas sobre las prioridades y las políticas de inmigración del gobierno actual.
Actualmente, José Guadalupe Jaimes se encuentra detenido en una cárcel del condado de St. Clair, en Michigan, a la espera de una resolución en su caso. Su familia continúa luchando por su liberación, al mismo tiempo que el caso resalta las tensiones entre las políticas de inmigración y la humanidad de las personas involucradas. Mientras tanto, la comunidad local sigue apoyando a la familia, destacando la necesidad de tratar a los inmigrantes con dignidad y respeto, incluso en momentos de dificultades legales.