El último jueves, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para cerrar el Departamento de Educación de los Estados Unidos, un movimiento que podría tener implicaciones significativas para las escuelas de todo el país, especialmente en California.
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Trump busca cerrar el Departamento de Educación
En medio de un evento en la Casa Blanca, Trump indicó que ordenaba a la secretaria de Educación, Linda McMahon, tomar las medidas necesarias para desmantelar la agencia federal y devolver la autoridad educativa a los estados, asegurando la continuidad de los programas y servicios.
A pesar de ello, expertos legales advierten que, dado que el Departamento fue creado por el Congreso, su eliminación requeriría la aprobación legislativa. Este anuncio ha generado preocupaciones sobre el impacto que tendría el cierre del Departamento de Educación en California, que depende en gran medida de los fondos federales para diversas áreas del sistema educativo.
El estado recibe miles de millones de dólares en apoyo para programas dirigidos a estudiantes con discapacidades, estudiantes de bajos ingresos y otros grupos vulnerables, lo que pone en riesgo la calidad educativa en las comunidades más desfavorecidas.
El Departamento de Educación de Estados Unidos es el encargado de distribuir fondos federales a los estados, apoyando la educación desde el nivel preescolar hasta la universidad. En California, se estima que los fondos federales representaron alrededor del 6% del presupuesto estatal para la educación en el año académico 2024 – 2025, lo que equivale a unos 8 000 millones de dólares.
Esto incluye subvenciones esenciales como las del programa Título I, que financian la educación de estudiantes desfavorecidos, y el programa de Préstamos Federales Directos y Becas Pell para la educación superior.
Efectos en los distritos escolares
El recorte de personal en el Departamento de Educación bajo la administración Trump ya ha tenido efectos en los distritos escolares de California. Los recortes de personal han afectado servicios clave, como el Departamento de Comunicación Familiar Unificada en el Distrito Escolar Unificado de Elk Grove, que sirve a más de 62,000 estudiantes, muchos de los cuales provienen de familias de bajos ingresos.
Estos recortes también han afectado la disponibilidad de recursos para programas que ayudan a cerrar la brecha educativa entre estudiantes de diferentes orígenes socioeconómicos. Uno de los mayores temores ante el cierre del Departamento de Educación es que los fondos que actualmente fluyen a través de esta agencia no lleguen a las escuelas de manera adecuada.
Aunque algunos expertos sugieren que estos fondos podrían ser reasignados a otras agencias federales, cualquier cambio en la distribución de los recursos tendría que ser aprobado por el Congreso, lo que podría retrasar la asignación de fondos y crear incertidumbre para los distritos escolares de California.
Además, el impacto podría extenderse a programas de educación superior. El sistema de la Universidad de California ya ha anunciado una congelación de contrataciones en medio de la incertidumbre sobre los recortes de financiación.