Un operativo de gran escala frente a la costa de Miami Beach terminó con la incautación de una enorme carga de cocaína y el arresto de tres personas, en lo que las autoridades califican como uno de los golpes más contundentes contra el narcotráfico marítimo en décadas. La acción se desarrolló en aguas cercanas a Government Cut y permitió sacar de circulación más de 1.700 kilos de droga, evitando que ingresaran a redes de distribución en Estados Unidos.

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Tres sospechosos quedaron bajo custodia federal tras el operativo.
Cómo se detectó la embarcación sospechosa
El procedimiento comenzó cuando unidades aéreas y marítimas identificaron movimientos irregulares de una lancha que navegaba por rutas frecuentemente utilizadas para el tráfico ilícito. Tras el seguimiento, la embarcación fue interceptada y escoltada hasta tierra para una inspección exhaustiva.
Una revisión inicial no arrojó evidencias visibles, pero la intervención de un perro entrenado en detección de narcóticos cambió el curso del operativo. El animal alertó sobre compartimentos ocultos, lo que llevó al hallazgo de más de 1.000 paquetes perfectamente sellados.
Un decomiso histórico en la zona
Las autoridades estimaron que el cargamento tendría un valor cercano a 28 millones de dólares en el mercado ilegal. Según confirmó la Guardia Costera, se trata del mayor decomiso realizado por una estación local en el área desde 1995. Funcionarios destacaron que este resultado fue posible gracias a un despliegue conjunto entre la Guardia Costera, CBP, unidades aéreas y marítimas, y agentes federales especializados en investigaciones criminales.
Detenidos e investigación en curso
Los tres ocupantes de la lancha quedaron bajo custodia federal mientras avanzan las investigaciones para determinar el origen de la droga, la ruta prevista y los posibles vínculos con organizaciones criminales transnacionales.
Las autoridades federales remarcaron que este tipo de acciones forman parte de una estrategia integral para cortar las rutas del narcotráfico marítimo en el sur de Florida y debilitar a las redes que operan en el Caribe. La vigilancia se mantendrá reforzada en la zona, considerada un punto clave para el contrabando internacional de estupefacientes.