Desde su retorno al poder, Donald Trump puso en marcha un giro drástico en la política migratoria de Estados Unidos. Las nuevas directrices no solo refuerzan los controles para ingresar al país, sino que también endurecen las condiciones para conservar el estatus legal, incluso para quienes ya cuentan con residencia permanente. En ese marco, el gobierno federal activó una estrategia de “tolerancia absoluta” frente a cualquier conducta que represente un riesgo para la seguridad nacional.

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Como parte de este enfoque, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) advirtió que podrá expulsar del país, sin derecho a apelación, a extranjeros que mantengan vínculos con organizaciones criminales o actividades consideradas terroristas. La medida apunta directamente a residentes permanentes que, pese a tener Green Card, sean identificados como una amenaza para el orden público o la seguridad del Estado.

La Green Card ya no garantiza protección automática frente a deportacioneS.
Residentes con Green Card bajo la lupa del gobierno
El secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó que las autoridades detectaron posibles nexos entre algunos residentes legales y Viv Ansanm, una red de pandillas haitianas catalogada como organización terrorista extranjera. Según explicó, cualquier inmigrante que colabore, financie o tenga relación directa con grupos de este tipo perderá automáticamente su residencia permanente y será removido del país de manera expedita, sin acceso a una audiencia migratoria.
La administración estadounidense fue enfática: la Green Card ya no ofrece protección frente a conductas graves. El estatus puede ser revocado de inmediato si el titular incurre en acciones que contradigan los intereses de seguridad nacional.
Otras conductas que pueden costarte la residencia
De acuerdo con las normas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, existen delitos y faltas graves que habilitan la deportación directa de residentes permanentes. Entre las más relevantes se encuentran el fraude migratorio, la violencia doméstica, delitos graves como homicidio, así como la participación ilegal en procesos electorales en Estados Unidos.
Nuevas restricciones de ingreso desde seis países
En paralelo, el gobierno anunció un bloqueo migratorio que entrará en vigencia el 1 de enero y afectará a ciudadanos de seis países considerados de alto riesgo. La lista incluye a Burkina Faso, Malí, Níger, Sudán del Sur y Siria, además de personas que viajen con documentos emitidos por la Autoridad Palestina. Incluso quienes ya tenían trámites iniciados enfrentarán controles más estrictos y demoras adicionales.
El decreto también aclara que residentes permanentes, titulares de visa, diplomáticos y deportistas internacionales no estarán exentos de revisiones adicionales, lo que marca un nuevo escenario migratorio mucho más restrictivo para quienes buscan entrar o permanecer legalmente en Estados Unidos.