Después de más de 40 años siendo un ícono de la cultura cubana en el corazón de Miami, el Café Las Palmas ha decidido cerrar sus puertas de manera definitiva. Este lugar, conocido por su ambiente cálido y familiar, no solo ofrecía café y comida tradicional cubana, sino que también se convirtió en un espacio de encuentro para residentes locales, visitantes y todos aquellos que buscaban vivir una experiencia auténtica de la gastronomía y la tradición cubana.

Histórico café de Miami cerrará definitivamente.

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¿Cuál es la historia de este icónico café de Estados Unidos?
Desde su apertura en 1980, en el 209 SE First Street, Las Palmas comenzó con apenas 33 asientos, pero pronto se ganó el corazón de la comunidad gracias a su propuesta culinaria sencilla y auténtica. Sus tostadas con mantequilla, sándwiches cubanos, bistec con papas y refrescantes piñas coladas se convirtieron en clásicos imprescindibles para los residentes locales.
En 2016, la familia Magalhães asumió la administración del café, preservando la esencia de la gastronomía cubana y fortaleciendo su compromiso social. El local brindó apoyo a personas sin hogar y organizó campañas solidarias en favor de niños enfermos, consolidándose como un espacio de comunidad y solidaridad.
Motivos detrás del cierre del icónico Café Las Palmas
El cierre definitivo, anunciado en sus redes sociales, se debió a varios factores acumulativos. Según declaraciones de Carla y Mario Ferrari Magalhães al diario Miami Herald, el aumento constante de los alquileres en el centro de Miami, la subida de los precios de los alimentos y la reducción de clientes tras la pandemia, especialmente por el auge del trabajo remoto, hicieron insostenible la operación del negocio.
Curiosamente, poco antes del cierre, Las Palmas experimentó un repunte inesperado en las ventas, algo que Carla Magalhães describe como irónico, ya que llegó demasiado tarde para revertir la decisión. A sus 65 años, Carla espera con optimismo nuevos proyectos, recordando con cariño los años vividos entre el aroma del café y la calidez de sus clientes.
Un lugar de encuentro para la comunidad
Para muchos, Las Palmas no era solo un café, sino un refugio cotidiano. Los clientes habituales compartían allí momentos de la vida diaria, desde desayunos hasta reuniones nocturnas. "Siempre venimos aquí varias veces al día. Carla es como una tía, y este lugar es un pedazo de nuestra casa", contó Andrea Hernández, una de las clientas más fieles.
El café también fue un centro cultural que albergó noches de comedia, karaoke y eventos comunitarios, convirtiéndose en un espacio donde la diversión y la camaradería se entrelazaban. Mario Magalhães recuerda: "Llegamos a tener más de 80 comediantes en una sola noche, y después seguíamos con karaoke hasta la madrugada. Fue mágico".
El cierre de Las Palmas marca el fin de 45 años de historia, dejando una huella imborrable en el centro de Miami. El último día de operaciones fue el sábado 15 de noviembre, cerrando un capítulo que muchos consideran un legado cultural y social. Aunque sus puertas se hayan cerrado, la memoria de este icónico café y el impacto que tuvo en la comunidad permanecerán para siempre.