La próxima temporada de impuestos en Estados Unidos llegará con cambios que podrían sentirse directamente en el bolsillo de millones de personas. La nueva ley fiscal promovida por Donald Trump entra en vigor con un paquete de deducciones ampliadas y beneficios inéditos que, según proyecciones oficiales, elevarán los reembolsos para una gran parte de los contribuyentes.

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La normativa consolida y amplía los recortes aprobados en 2017, con el objetivo de reducir la carga tributaria de hogares de ingresos bajos y medios. Aunque el plan incrementará el déficit federal en varios billones de dólares durante la próxima década, la Casa Blanca sostiene que permitirá a las familias conservar más dinero al momento de declarar impuestos.

La nueva ley tributaria promete alivio económico para hogares y trabajadores en EE. UU.
Deducción estándar más alta: el cambio que más se sentirá
Uno de los ajustes centrales es el aumento permanente de la deducción estándar, un beneficio que impacta a la mayoría de quienes presentan su declaración. Para el año fiscal 2025, los montos se fijan en US$15.750 para contribuyentes individuales y US$31.500 para matrimonios que declaran en conjunto. Especialistas fiscales coinciden en que este cambio, por sí solo, puede traducirse en cientos de dólares adicionales de reembolso, incluso para personas que no detallan otras deducciones.
La ley también modifica el tope de la deducción por impuestos estatales y locales (SALT), que pasa de US$10.000 a US$40.000 hasta el año 2029. Esta medida beneficia especialmente a propietarios de viviendas en estados como Nueva York, Nueva Jersey y California. No obstante, el beneficio no será universal: comienza a reducirse gradualmente para quienes superan ingresos anuales elevados y desaparece por completo en los tramos más altos.
Propinas, horas extra y jubilados: los grandes beneficiados
Por primera vez, las propinas y las horas extra quedan libres de impuestos hasta un límite anual de US$12.500 en cada caso. Esto representa un cambio significativo para trabajadores del sector servicios y empleados por hora, que históricamente enfrentaban cargas impositivas altas pese a ingresos ajustados.
A su vez, los mayores de 65 años acceden a una deducción adicional de US$6.000, lo que podría reducir drásticamente o incluso eliminar su obligación tributaria. Según datos oficiales, casi nueve de cada diez adultos mayores que reciben Seguro Social dejarán de pagar impuestos sobre ese beneficio.
Créditos familiares, autos y nuevas cuentas de ahorro
El crédito tributario por hijo se eleva de forma permanente a US$2.200, mientras que se crean nuevas cuentas de inversión para menores, conocidas como “Trump Accounts”. Estas recibirán un aporte inicial del Tesoro para niños nacidos entre 2025 y 2028 y contarán con ventajas fiscales a largo plazo.
Además, la ley habilita la deducción de hasta US$10.000 en intereses de préstamos para vehículos nuevos, una medida pensada para impulsar la industria automotriz nacional.
Una reforma ambiciosa, con apoyo y críticas
El paquete fiscal se complementa con cambios en donaciones benéficas y propuestas como cheques directos financiados con ingresos por aranceles, aunque esta última iniciativa genera dudas entre economistas sobre su viabilidad. Más allá del alivio tributario, la ley también introduce ajustes al gasto federal y refuerza políticas de control migratorio, lo que ha abierto un intenso debate político.
Mientras el gobierno la presenta como una estrategia para fortalecer a la clase trabajadora y la economía interna, críticos advierten sobre el impacto en el déficit y los recortes en programas sociales. Lo cierto es que la próxima declaración de impuestos marcará un antes y un después para millones de contribuyentes en Estados Unidos.