Vamos a detener este tiempo de justa felicidad. Saquemos del archivo fotográfico cada momento de esta larga Eliminatoria para entender cómo y cuándo cambió la suerte de este Perú de Ricardo Gareca. Siete momentos que nos han puesto en el cuarto lugar. Y aunque aún falte lo más importante –CLASIFICAR–, esta será una terapia de emociones altas y análisis de las decisiones más importantes del fútbol peruano en los últimos 20 años.
—Flores y Ruidíaz—
24 de marzo del 2016. El ‘Enano’ y el ‘Orejas’ se metieron en la convocatoria de la selección después de un arranque feroz con la ‘U’ en el Apertura 2016. Gareca los manda al banco de suplentes. Hasta los 57’ perdemos 2-0 contra Venezuela en Lima. Entonces, algo comenzará a cambiar. A los 60’, Ruidíaz entra por Pizarro y Farfán sale por Flores. Un minuto después, Raúl pivotea un balón y asiste a Guerrero, que descuenta en el marcador. Sobre los 94’, Flores se libera de la marca y saca desde la banda izquierda un centro al corazón del área para que Ruidíaz anote el 2-2 de cabeza. Los que se quedaron hasta el final en el Estadio Nacional deben saber que en este instante se bifurcó el destino de Perú en las Eliminatorias. El ingreso de Ruidíaz y Flores les abrió las puertas a otros jugadores del medio local como Trauco, Aquino, Cartagena, Santamaría y seguiremos contando.
—No más ‘Fantásticos’—
29 de marzo del 2016. Perú aguanta el 0-0 en el Centenario de Montevideo. A los 49’, Pizarro cae sobre el gramado y Gareca manda a Ruidíaz al campo. Mientras al hasta entonces capitán de Perú lo atienden en el banco, Cavani marca a los 53’ el único gol del partido. Paolo muerde la bronca desde la cancha. Algo le alcanza a decir a un convaleciente Claudio atendido en el banco. Antes de este partido, Carlos Zambrano había abandonado la concentración de Perú sin despedirse, y Juan Manuel Vargas fue desconvocado por lesión. Gareca no los volvió a llamar. Hasta hace un mes, en el mismo grupo de exiliados también estaba Jefferson Farfán. Cada vez que es consultado por Pizarro, Zambrano o Vargas, Gareca utiliza la solemnidad de un cardenal para repetir: “Todos tienen las puertas abiertas de la selección”. Es obvio, él tiene la llave para abrirlas o cerrarlas. Y prefiere mantenerlas como están.
—Copa América 2016—
En Estados Unidos las caras nuevas del proceso fueron Carlos Cáceda, Luis Abram, Miguel Trauco, Armando Alfageme, Beto da Silva, Alejandro Hohberg y Óscar Vílchez. Después de ganarle a Haití, empatar con Ecuador, vencer a Brasil y perder en penales ante Colombia, Gareca se mantuvo firme en su llamado de nuevos nombres. Luego se integraron Carvallo, Santamaría, Araujo, Loyola, Aquino, Peña, Cartagena y Manzaneda. Una base renovada para un largo y complicado proceso eliminatorio. Después de la Copa América 2016, Perú sumó 20 puntos de 30 posibles. Ahí está el resultado de la apuesta del ‘Tigre’.
—Triunfo en el TAS—
Sin embargo, nada cambió de golpe. Más bien, fueron los golpes los que comenzaron a cambiar al equipo. Bolivia fue más en La Paz y venció 2-0 en la cancha. Una mala gestión del plantel altiplánico llevó a alinear al paraguayo nacionalizado boliviano Nelson Cabrera. Jugó los últimos 8 minutos. Y bastó para que una queja de las federaciones de Perú y Chile (Cabrera también jugó contra la ‘Roja’) sea recibida en la FIFA. Se impuso un 3-0, según las normas a nuestro favor. Bolivia llevó el caso al TAS, que resolvió hace una semana lo decidido por la FIFA: Perú se quedaba con los 3 puntos.
—Gran Asunción—
Días antes de este partido se conoció la decisión de la FIFA respecto de la mala alineación de Cabrera. Entonces, llegábamos con un triunfo de visita en La Paz (aunque en mesa). En Asunción, decían las estadísticas que nunca había ganado Perú. Todo comenzó cuesta arriba cuando a los 10’ Cristian Riveros abrió el marcador para Paraguay. Recién en el segundo tiempo se abrió el arco para los de Gareca. Ramos, Flores, Cueva y autogol de Benítez. Se rompió una racha de 28 partidos sin ganar en Eliminatorias como visitante, 12 años después de vencer a Uruguay en el Centenario con Paulo Autuori como técnico.
—Recuperación en Maturín—
El 2017 comenzó con angustia para Perú. En Maturín, ante Venezuela, Villanueva y Otero adelantaron a la Vinotinto. El café cargado del entretiempo rindió frutos al minuto 1 de la complementaria. Descontó Carrillo y empató Guerrero a los 64’. La media hora en adelante estuvimos cerca de dar otro golpe de visita, pero no se pasó del 2-2. Cinco días después, se volvían a complicar las cosas cuando Carlos Sánchez (30’) marcó el 1-0 para Uruguay en el Nacional. La respuesta vendría de inmediato. A los 34’, Paolo dejaba regado en el piso a Diego Godín y anotaba el empate transitorio. A los 62’, tras una buena jugada de Carrillo, Flores fusiló a Fernando Muslera y selló el emotivo 2-1.
—La mano de Gareca—
Lo mataron el jueves y revivió el martes. “Amor, de este partido depende toda mi carrera”. Cáceda escucha el pitazo final en Quito y llora en la transmisión de CMD. Por una mala salida ante Bolivia –que fue el descuento de Álvarez– lo sepultaron. Fuimos injustos, porque hasta yo lo pensé. La lógica me decía que por ser un partido de altura debía tapar Carvallo. Sin embargo, Gareca se la jugó por el ‘12’ de la ‘U’, y en el Atahualpa hubo respuestas. En ese último balón que embolsó en sus manos, Cáceda cuidaba la alegría de todo un país. Lo ha dicho Horacio Benincasa en su cuenta de Twitter: “Uno por uno, perdón Cáceda... Perdón Cáceda”. En Buenos Aires y en Lima, el arquero seguirá siendo Carlos. Tenemos todo un mes para ser justos y jugar el mismo partido.