Gianluigi Buffon, legendario arquero de Italia, se perderá el Mundial del 2018 en Rusia; otros grandes nombres del fútbol como Di Stefano, Eusebio o incluso Cruyff, ya vivieron esa misma desilusión en el pasado.
Di Stéfano, el maldito
Alfredo Di Stéfano en una imagen del 29 de septiembre de 2003 (Archivo)
Nacionalizado español, Alfredo Di Stéfano se pone la camiseta de la selección a finales de enero de 1957. Antes, el jugador, de origen argentino, no había jugado ninguna Copa del Mundo porque la Albiceleste había boicoteado las ediciones de 1950 y 1954.
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Pero los españoles no logran clasificarse para el Mundial de 1958 en Suecia. La Roja logró clasificarse después para la Copa del Mundo de 1962 en Chile. Una satisfacción de escasa duración, ya que un dolor en la espalda impidió que pudiera jugar un solo partido y España fue eliminada en primera fase.
Eusebio, el golpe
Eusebio da Silva Ferreira en una imagen del 27 de julio de 2012 (Archivo)
Portugal no se clasificó para el Mundial de 1970. Fue un golpe para Eusebio, Balón de Oro en 1965 y estrella del Mundial de 1966, en el que fue el mejor goleador con 9 goles (Portugal 3º). Habilidoso con la cabeza y los pies, la 'Pantera negra' también había ganado la Copa de Europa con el Benfica en 1962.
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Moore, los partidos que sobraron
Bobby Moore levantando la copa Jules Rimet con Inglaterra en el Mundial de 1966 (Archivo)
Capitán campeón el mundo con Inglaterra en 1966, Bobby Moore quiere al final de su carrera jugar un último mundial en 1974 en la Alemania Occidental.
En un grupo de clasificación de tres junto a Polonia y Gales, con un única plaza de clasificación en juego, los jugadores ingleses parten como teóricos favoritos para ganarse la plaza.
Pero, los ingleses solo ganaron un partido y acaban segundos por detrás de Polonia. Moore asiste desde el banquillo al empate contra Gales, con el que Inglaterra quedaba eliminada.
Cruyff, un fusil en la sien
Johan Cruyff eludiendo al argentino Daniel Carnevali en el juego que Holanda ganó 4-0 en el Mundial de Alemania 1974 (Archivo)
Leyenda del fútbol, Johan Cruyff no ha ganado nunca la Copa del Mundo: tras perder la final de 1974 frente a la República Federal de Alemania, no quiso jugar en Argentina cuatro años más tarde.
La razón fue un misterio durante 30 años: ¿Conflicto con la Federación Holandesa por las primas? ¿Boicot para protestar contra la dictadura de Jorge Videla?
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El interesado reveló las razones en 2008 a la emisora Catalunya Radio: había sido víctima junto a su familia de un intento de secuestro en Barcelona antes del Mundial. "En ese momento, vino alguien, me puso un fusil en la sien, estaba atado, mi mujer estaba atada, los niños (estaban) en el apartamento de Barcelona. Llega un momento en que te dices 'basta'. Hay momentos en que otros valores son prioritarios".
Van Basten, repesca perdida
Marco van Basten es asistente técnico de la selección holandesa (Archivo)
Finalista del Mundial de 1978 en Argentina, Holanda no se clasificó para la Copa del Mundo de 1982 en España.
Para el Mundial mexicano de 1986, los holandeses cuentan con una promesa en la figura de Marco van Basten, que protagoniza entonces los mejores momentos del Ajax de Ámsterdam, mientras también van ascendiendo otros jugadores como Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Ronald Koeman.
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No lograron el billete directo para México y tienen que jugar una repesca contra sus vecinos belgas. Derrotados 1-0 en la ida, ganaron 2-1 en la vuelta, pero el gol fuera de casa de los belgas, clasifica a los Diablos Rojos para el Mundial de 1986, donde serán cuartos.
Dos años más tarde, los holandeses se vengarán de la mejor manera ganando la Eurocopa, eliminando a los alemanes, anfitriones de la competición en semifinales, y ganando a la URSS en la final, gracias a una mítica volea de Van Basten.
Papin y Cantona, el minuto de más
Jean-Pierre Papin (izquierda) y Eric Cantona (Archivo)
Con Jean-Pierre Papin, Balón de Oro-1991, y Eric Cantona como motores, la selección francesa no podía, en principio, sino clasificarse para el Mundial de 1994, tras una Eurocopa de 1992, en la que fueron eliminados en la fase de grupos.
Todo se juega contra Bulgaria en noviembre de 1993 en el Parque de los Príncipes para esta generación minada por la rivalidad entre jugadores del París SG y el Marsella, a la que le basta un empate para viajar a Estados Unidos.
Pero, en el descuento, Emil Kostadinov acaba con las esperanzas francesas con un disparo que da la victoria a Bulgaria (2-1). Fue uno de los reveses más traumáticos para el fútbol francés. (D)