Hugo Sánchez no solo es el mejor jugador de futbol que ha dado este país, también es “el gran viudo” del balompié mexicano. El término proviene de una clase en la universidad en la que una profesora alentaba a cuestionar y cuestionarse todo: “Busquen a la viuda del poder, seguro tiene algo que decir”.
Ese papel lo desempeña perfectamente el Pentapichichi: “Los directivos fueron la dificultad en mi trayectoria como jugador y como entrenador”, declaró Hugo a Récord. No hay episodio en el futbol mexicano que no merezca su opinión, él es una autoridad del balón.
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El exjugador de Pumas, América, Atlético de Madrid y Real Madrid, por mencionar algunos, es uno de los grandes críticos al proceso que tiene la Selección Mexicana en manos del colombiano Juan Carlos Osorio. Ha criticado su fórmula y ha pedido insistentemente que el banquillo del Tri sea ocupado por un técnico mexicano poniendo de ejemplo a potencias mundiales como Brasil, Argentina, España e Italia: “Siempre defenderé que el director técnico de la Selección Mexicana debe ser mexicano ya que se trata de un puesto trascendental”.
Cuando Hugo dirigió al combinado mexicano (2006-2008), según él, presentó un proyecto de 12 años mismos que concluirían con un campeonato del mundo en el Mundial de Rusia 2018: “Efectivamente, mi proceso como seleccionador de México estaba programado para ser de 12 años. Estaba pensado para que pudiéramos ser campeones del Mundo o, por lo menos, pelear en las instancias finales. Los directivos no se la creyeron, me tacharon de loco cuando se los puse en la mesa y no me dejaron cumplir ese proceso”.
El proceso de Sánchez como seleccionador estuvo marcado por la eliminación de México en el Preolímpico de 2008 que otorgaría un lugar para disputar una medalla en los Juegos Olímpicos de Beijing. Un episodio que todavía se sigue recordando como uno de los grandes fracasos del balompié azteca.
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El hoy comentarista deportivo dijo que si se hubiera respetado su proceso México hoy sería campeón del mundo: “Me hubiera tocado dirigir en el Mundial de Sudáfrica y el lugar que ocupó Uruguay en 2010 le correspondía a México, siempre y cuando estuviera yo. Nosotros debimos haber sido semifinalistas, pero no me dejaron llegar. Con esa experiencia de Sudáfrica, llegaríamos a Brasil pensando en una Semifinal, incluso en la Final, pero quizás sin ganarla y para 2018 se hubiera buscado levantar la Copa”.
Si algo podemos aceptar en las polémicas declaraciones de Hugol es que en México no se respetan los procesos y eso es un gran mal, pero no sabemos si México hoy estaría en posición de pelear un campeonato del mundo. Tal vez sería cuestión de preguntarle a nuestro viudo del poder cual sería el método que hubiera utilizado durante esos 12 años. Quien sabe, en una de esas no lo revela porque no descarta ocupar de nuevo el banquillo tricolor.