Inglaterra se ha olvidado de los exquisitos remates de comba de David Beckham: en Rusia, los laterales Ashley Young y Kieran Trippier son sus nuevos artistas con pelota detenida.
Esas jugadas han sido el conducto principal de los goles en este Mundial –en números, el 42 %– y la selección de los Tres Leones ha sido la más versada en ese rubro, en su marcha a las semifinales del torneo.
Ocho de los once goles del equipo de Gareth Southgate se han manufacturado mediante tiros libres, córneres o penales, cuatro más que cualquier otro equipo y la mayor cantidad desde que Portugal anotó ocho tantos con pelota detenida en el Mundial de 1966.
“Las jugadas con pelota quieta han sido fundamentales para nosotros y otros equipos durante todo el Mundial”, dijo ayer Young, uno de los principales ejecutantes de Inglaterra. “Desde luego entrenamos en ello en ataque y defensa, y son importantes para nosotros. Nos han beneficiado y vamos a seguir en la misma línea”.
Hace una década, Inglaterra tenía en Beckham a uno de los mejores cobradores para jugadas de pelota detenida, con una extraordinaria precisión y facilidad para anotar de tiro libre. Sus disparos se hicieron tan famosos que en 2002 inspiraron el título de la película Bend It Like Beckham. A Ecuador lo dejó fuera en octavos en Alemania.
En la Inglaterra ‘versión 2018’, los tiros libres, córneres y pases de profundidad son obra de sus dos laterales, Young y Trippier, y los rivales ya no saben qué hacer.
Young gestó el primer gol de Inglaterra en la victoria 2-0 ante Suecia en las semifinales, al ejecutar el córner desde la izquierda que fue cabeceado por Harry Maguire. Los servicios de Trippier desde la derecha han sido más impresionantes.
“Solía ver a Beckham y también (al italiano Andrea) Pirlo, jugadores con esa virtud. Tenían una derecha sublime”, señaló Tripper. “Beckham era a quien más admiraba, por su técnica, sus centros, moviéndose y en pelota detenida”. (D)