Este es un partido inedito en la historia de los mundiales, donde los ingleses esperan dar el salto a un final después de 52 años.
El técnico Gareth Southgate realizó una práctica peculiar y es que puso a sus jugadores a entrenar con unas gallinas de goma, las cuales volaban de un lado a otro durante la sesión.
Por otro lado, los croatas no quieren repetir lo sucedido en Francia 98. Un duelo de pronósticos reservados donde no se sabe aún quién será el rival de Francia en la esperada gran final.