Acapulco tenía una deuda con Juan Martín del Potro. A pesar que el argentino es uno de los jugadores más queridos en el Puerto, su actuación se limitaba a dos participaciones, en las que tenía marca de 1-2, con una derrota como adolescente ante el español Albert Montañés en 2006, y luego una sufrida victoria ante el estadunidense Frances Tiafoe y la caída ante el serbio Novak Djokovic en 2017.
En esta edición de 2018, el argentino por fin pudo disfrutar en el Abierto Mexicano de Tenis, con un triunfo contundente por 6-1 y 6-2 en el debut ante el alemán Mischa Zverev, en apenas una hora y un minuto de partido, ante la algarabía en la cancha central.
Tras la noticia del retiro del español Rafael Nadal, el sudamericano se convirtió en el favorito sentimental, pero eso no le pesó en la cancha.
Comenzó con un 2-1 a favor, cuando llegó su primera oportunidad de quiebre, que aprovechó de inmediato para colocarse 3-1 y luego, a pesar de sufrir para confirmar su servicio, hacerlo y alejarse de su adversario; el zurdo alemán, que el año pasado se encontró con Rafa en primera ronda, no tuvo argumentos para La Torre de Tandil, que lució como en sus mejores momentos.
La receta fue la habitual para el argentino: saque y red y luego tiros agresivos en la devolución, así llegó otra posibilidad de quiebre que aprovechó para servir para el set y llevárselo con un contundente 6-1, en apenas 28 minutos.
En el segundo capítulo, el alemán comenzó mejor, pero Del Potro insistió en recortarle la cancha, lo que desesperó al hermano mayor de Alexander.
Apenas en el tercer game del segundo episodio, el argentino se puso 0-30 con una gran devolución y luego tuvo tres oportunidades de quiebre, su rival se recuperó en las primeras dos, pero no tuvo respuesta para una derecha paralela del sudamericano que colocó las cosas 2-1 y empezó a definir el duelo.
Con la estrategia de saque y red, el de Tandil amplió la diferencia y luego aprovechó otra posibilidad de break para colocarse 5-2, para con su servicio definir el encuentro casi en una hora, una sorpresa para Delpo, que hasta ahora contaba con sufrimiento sus primeros tres enfrentamientos en Acapulco.
“Pude tener un buen partido, una buena primera ronda, con un rival difícil, trato de ir de menos a más, ahora mi nivel tiene que aumentar un poco porque el rival siguiente es muy bueno, ojalá que lo pueda hacer un poco mejor, es muy lindo jugar este torneo, siempre es agradable entrar a la cancha con tanta gente y como no pasa muy seguido en el Tour, trato de disfrutarlo al máximo”, señaló.
El siguiente reto para el argentino no será sencillo, se encontrará con el cuatro veces campeón en México, el español David Ferrer, por lo que no solo tendrá que luchar por los puntos en la cancha, sino por ganarse a la gente, que también siente debilidad por el de Jávea.
“(A Zverev) le pude quebrar varias veces, devolví bien, que era clave para superarlo y todavía sé que puedo sacar un poco mejor, que lo voy a necesitar mañana, porque mi nivel tiene que aumentar cada día”.
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