"Va a ser un juego difícil, con suerte nos alejaremos de los dos dígitos", imaginó Richelor Sprangers, delantero haitiano relegado en las preferencias del técnico del NAC Breda, que finalizó la Eredivise holandesa en el puesto catorce. Sprangers es consciente del escenario, asume que la distancia futbolística entre Haití y Argentina puede equivaler a diez goles y entiende que su selección no vino a competir, sino a participar de la despedida del Seleccionado del territorio nacional.
Es uno de los jugadores más destacados del plantel haitiano que hoy a la noche formará parte de un show con relativa tensión deportiva. Haití será un adversario de tercer orden, testigos privilegiados de un amistoso con propósito emotivo. El rival de Sprangers será otro: sus propios compañeros. Todos anunciaron que intentarán ganarse la camiseta número 10 de Argentina. "Sé que habrá una fila importante, pero voy a intentar pedírsela", exclamó.
Argentina-Haití excede la competición formal. Habrá clamor popular, medición de la idolatría y una excusa para calibrar la formación, los intérpretes y la aceptación del público. El resultado importa menos. Argentina ocupa el quinto puesto del ranking de selecciones FIFA, la selección caribeña se ubica en la posición 108°, el undécimo país mejor calificado de la CONCACAF, liderado por México y por detrás de Trinidad y Tobago.
De los convocados, solo Steeven Sabat juega en la máxima división de Haití, en el Violette Atletic Club. Josue Duverger tiene 18 años y se perfila como el arquero titular: ataja en las inferiores del Sporting de Lisboa, en Portugal. Duckens Nazon es delantero, tiene 24 años, se desempeña en el Oldham Athletic de la Football League Two, tercera liga de importancia de Inglaterra, y tal vez sea el futbolista más destacado del seleccionado haitiano. Derrick Etienne comparte plantel con Alejandro Romero Gamarra, ex Huracán, en el New York Red Bulls de la MLS. Ricardo Ade vive cerca: juega en el Santiago Morning de la segunda categoría de la liga chilena.
En la historia futbolística de Haití, la Argentina ocupa un lugar preponderante. En el único Mundial del que participó, en Alemania 1974, disputó tres partidos: debutó con derrota por 3 a 1 ante Italia, fue vapuleado por Polonia 7 a 0 y se despidió contra el seleccionado nacional con una caída por 4 a 1. El 23 de junio en el estadio Olympiastadion de Münich Héctor Chirola Yazalde metió un doblete, el Loco René Houseman hizo el 2 a 0 parcial y Rubén Ratón Ayala convirtió el restante; había descontado Emmanuel Sanon cuando el partido iba 3 a 1 para los dirigidos por Vladislao Cap.
Haití no juega un Mundial desde ese partido, hace 44 años, contra Argentina. En las últimas eliminatorias no accedió al hexagonal final de la Concacaf luego de haber sumado apenas cuatro puntos en un grupo integrado por Costa Rica, Panamá y Jamaica. Ese campeonato lo disputó en simultáneo con su participación más trascendente a nivel continental. Fue uno de los seis equipos invitados de la confederación centroamericana para jugar la Copa América Centenario en los Estados Unidos. Las derrotas por 1 a 0 con Perú y la goleadas ante Brasil (7 a 1) y contra Ecuador (4 a 0) desnudaron sus falencias y expusieron su vulnerabilidad.
En la Bombonera jugarán el tercer duelo en el historial entre Haití y Argentina. Después del encuentro mundialista, recibió la invitación para jugar un amistoso en el Coloso del Ruca Quimey, en la ciudad de Cutral Có, Neuquén. El 5 de mayo de 2010, antes del Mundial de Alemania, Argentina organizó un amistoso para colaborar con el pueblo haitiano, que el pasado 12 de enero había sufrido un terremoto que dejó un saldo trágico de más de 300 mil muertes.
La selección argentina versión doméstica venció 4 a 0 con doblete de Facundo Bertoglio, un tanto de Martín Palermo y otro de Sebastián Blanco. Jugaron solo jugadores que se encontraban en la liga local, dirigidos por Diego Armando Maradona. La formación fue Diego Pozo; Ariel Garcé, Paolo Goltz, Juan Insaurralde, Cristian Villagra; Patricio Toranzo, Juan Mercier, Sebastián Blanco, Facundo Bertoglio; Martín Palermo y Ariel Ortega. El Burrito vivió una noche especial: volvía a vestir la camiseta albiceleste luego de siete años, fue capitán y su último partido, a los 36 años, con la Selección. Reseñas icónicas en la historia de los enfrentamientos contra Haití.
Seguí leyendo:
Argentina se despedirá ante Haití en la Bombonera: hora, TV y formaciones
Angelici advirtió sobre el mal estado del campo de juego de la Bombonera para Argentina-Haití