Derrotado el martes en primera ronda de Queen's tras casi un año alejado de las pistas por lesión, el antiguo número 1 del mundo, Andy Murray, decidió aceptar la invitación del Torneo de Eastbourne (Australia) para sumar tiempo de juego sobre la hierba y, sobre todo, probarse de cara a su posible participación en Wimbledon.
Su regreso a la competencia no salió como esperaba el tenista escocés. El dos veces ganador de Wimbledon, que no había vuelto a jugar desde el año pasado en cuartos del Grand Slam londinense, se dio cuenta de su bajo estado de forma en su derrota ante Nick Kyrgios.
"No voy a descartar nada. No descarto jugar en Eastbourne y no jugar Wimbledon. Aún no lo tengo claro", afirmó después del partido.
De lo que ocurra en Australia dependerá su decisión de estar presente en el inicio de Wimbledon (2 julio).