Su presencia en la siguiente ronda del torneo la dirimirá el próximo jueves contra el serbio Novak Djokovic, que esta noche jugará contra el austríaco Dominic Thiem, verdugo de Federer.
El suizo, además, afianzó su condición de número tres de la clasificación de la ATP con 685 puntos de ventaja sobre el ruso Daniil Medvedev, que este miércoles se enfrentará al español Rafael Nadal.
El encuentro de este martes fue el segundo entre Berrettini y Federer. El primero lo jugaron en el pasado Wimbledon. Aquel día, en una pista central abarrotada, el transalpino, todo un manojo de nervios, sólo pudo ganarle cinco juegos a Federer.
Ahora Berrettini cuenta con más experiencia y los nervios del debut en el O2 se le disiparon después de caer con estrépito ante Djokovic.
Para Berrettini era casi imposible ir a peor tras el partido contra el serbio y este martes mejoró, sobre todo con el servicio, su mejor arma. En apenas media hora, ya había conseguido el mismo número de juegos que logró ante Federer en Wimbledon y, tras salvar en el duodécimo juego la única bola de rotura del primer set, se encaminó a un desempate.
Entonces salió a relucir la sobriedad del seis veces campeón, al que precisamente los desempates y Wimbledon no le traen buen recuerdo.
El helvético le infligió un 7-2 que hizo a Berrettini agachar la cabeza y dejar de creer en sí mismo.
En el segundo parcial, el romano cedió su saque a las primeras de cambio y Federer, que ganó cerca de un 80 % de puntos con el primer servicio, aceleró hacia un triunfo, en una hora y 18 minutos, que le permite mantenerse a flote en el torneo.
Ahora llegará su obstáculo más importante de cara a estar en semifinales. El tropiezo ante Thiem le ha dejado sin margen de maniobra y una vez superado Berrettini, le toca Djokovic.
Será el enfrentamiento número 49 entre ambos, el primero desde la famosa final de Wimbledon en la que Federer desperdició dos puntos de partido.
Además, será su séptimo duelo en las Finales ATP, con tres victorias para Djokovic, dos para Federer y la retirada del suizo en 2014, cuando no se pudo presentar a la final por lesión.