Enorme expectativa había generado la participación en la primera ronda del Grupo Mundial de la Copa Davis de 1985. Unos 50 compatriotas hicieron maletas para estar presentes en las gradas del Buenos Aires Lawn Tennis, para ser testigos del enfrentamiento ante el poderoso seleccionado argentino.
El equipo ecuatoriano, capitaneado por José Ante, se preparó con la debida anticipación; Raúl Viver pasó en Argentina varias semanas antes de la Davis. En esos meses se conocía que Ycaza ya no jugaba en el circuito del ATP, sino que trabajaba en la Academia de Harry Hopman en la Florida; mientras que Andrés Gómez, nuestra principal raqueta, ocupaba en ese momento el puesto número cinco del mundo, después de McEnroe, Lendl, Connors y Wilander.
Gómez e Ycaza llegaron a Buenos Aires procedentes de México el lunes 4 de marzo y se hospedaron en el Hotel Plaza. El sorteo se realizó el jueves 7, en los salones del Buenos Aires Lawn Tennis, a las 12:00. En ese acto estuvieron presentes, además de los capitanes, las autoridades de la serie, como el árbitro general Vic Seixas, exastro del tenis. Asistieron también los norteamericanos Ken Slye y León Lipp, que fueron los jueces de silla. La serie fue en el Buenos Aires Lawn Tennis, en cancha de arcilla y con capacidad para 7000 espectadores.
Viernes 8 de marzo de 1985. Gómez-Clerc. Esta confrontación era un verdadero clásico sudamericano. José Luis Clerc, aunque cubierto por la sombra de Guillermo Vilas, era sin lugar a dudas el otro ídolo del deporte blanco de Argentina. Se lo admiraba por su tenis sobrio y sobre todo por el gran talento que poseía. Con Gómez se habían enfrentado varias veces y la última la había ganado Clerc.
El estadio, una hora antes de iniciarse el partido, estaba totalmente lleno. La barra de los ecuatorianos hacía mucha bulla; a la hora prevista aparecieron Gómez y Clerc. El juego fue trepidante; el ecuatoriano, con un despliegue formidable, pudo soportar el ritmo que impuso el trajín del encuentro de casi cinco horas de tenis de alto nivel. Gómez consiguió el triunfo 4-6, 6-4, 13-11, 6-3. Los dos primeros sets fueron sumamente parejos, pero el más dramático fue el tercero, donde los dos tenistas, muy concentrados, disputaron cada golpe sin desmayar. Recién en el decimosegundo game Clerc rompe el servicio de Gómez, pero por suerte Gómez en el vigesimotercer game vuelve a quebrar y gana el set 13-11 en dos horas 17 minutos.
Luego del descanso reglamentario de 20 minutos, Gómez regresó con mucha fuerza, muy animado y sobre todo agresivo. Arriesgó en el octavo juego ingresando a la net, con un back no muy potente que Clerc contestó para la bolea de Gómez, con la cual logró romper el servicio. Sirvió luego el ecuatoriano para match y aunque el argentino salvó dos sets points Gómez igual lo derrotó y consiguió el primer punto de la serie.
Jaite-Viver. Este partido fue interrumpido para el sábado y en vista de que por lo extenso del juego anterior, este segundo punto de la serie se inició en una hora no programada. Se aplazó cuando Martín Jaite iba adelante 6-4 para ganar el primer set. Iba abajo 2-3 en el segundo cuando el juez decidió suspenderlo por falta de suficiente luz natural.
Se reanudó el sábado a las 09:00. Esa mañana estuvo muy fría y amenazaba con llover. Viver arrancó espectacularmente, pero Jaite controlaba las acciones y con su back fue ganando los puntos necesarios que le representaron imponerse por 6-4, 5-7, 5-7, 6-2, 6-3.
Domingo 10 de marzo de 1985. Gómez-Ycaza vs. Clerc-Jaite. No se jugó el dobles el sábado en vista de lo extenso que resultó el segundo partido de la serie y se lo reprogramó para el domingo. La pareja ecuatoriana confirmó la categoría mundial con la que era reconocida y en tres horas y 14 minutos derrotó a los argentinos 13-11, 6-3, 3-6, 6-4. Por lo bien que habían jugado los dos primeros sets parecía que los ecuatorianos vencerían rápidamente en tres sets, pero no fue así.
En el tercer set se produjo un incidente que cambió el ritmo de los nuestros. Gómez reaccionó violentamente contra un juez de silla y el público comenzó a tomársela con el ecuatoriano, quien se fue hacia donde estaba la barra nacional haciendo gestos que los locales consideraron obscenos. El ambiente se puso tenso y el duelo se interrumpió por algunos minutos.
Ventajosamente después de ese set perdido vino el descanso reglamentario. Eso tranquilizó los ánimos y nuestra dupla trabajó mejor el cuarto set, hasta que pudo romper el servicio de Jaite en el noveno game, cuando iban empatados a cuatro. Luego se aseguró el servicio y se adueñó del segundo punto. Gran parte de los 6000 espectadores se fueron insultando a la barra y a los tenistas ecuatorianos.
Gómez-Jainte. Lunes 11 de marzo de 1985. Ese día asistieron unas 2500 personas que se dedicaron a insultar y hacer ruido durante todo el partido. Gómez demostró su casta y por qué era en esos momentos el número cinco del mundo. Se enfrentó a Jaite, que era el 42 del ATP, quien se entregó mucho, pero no pudo resistir la avalancha de tenis que ofreció Gómez. El guayaquileño triunfó 6-1, 6-4, 6-4 ante el notorio empuje de Jaite, que no se daba por vencido y el comportamiento de la barra local que todo el tiempo insultó al Zurdo de Oro ecuatoriano.
En dos horas y cinco minutos se obtuvo el punto que dio la clasificación a nuestro país y cuando Gómez levantó los brazos se enmudeció el legendario foro de tenis de Buenos Aires. Luego, vino el abrazo interminable de todos los tenistas, hasta que Andrés se dirigió a la barra que tanto lo había ofendido y los aplaudió. En un gesto que aceptó la barra, que le devolvió la cortesía con un sonoro aplauso.
Viver-Argüello. Roberto Argüello remplazó a Clerc para jugar contra Viver, que ganó 6-1, 4-6, 6-3 en un estadio casi vacío. Con esto la serie quedó 4-1 a favor de Ecuador. Gómez dijo al diario Clarín, de Buenos Aires: “Si pude jugar acá, lo puedo hacer en cualquier lado. Contra el público en general no tengo quejas, por diez o veinte personas se arruinó todo; hubo un tipo que estuvo cinco horas insultándome y acordándose de mi madre. Cómo estarán los oídos de ella”.
Los medios de comunicación argentinos terminaron reconociendo el triunfo tricolor, pero sobre todo remarcando el gran tenis mostrado por Gómez. El periódico El Tiempo, de Buenos Aires, del 12 de marzo de 1985, tituló: ‘Davis: no se dio el milagro, Gómez ubicó a todos en la realidad’. La revista El Gráfico describió el momento con una gran fotografía de Andrés con los brazos levantados, buscando el abrazo con sus compañeros y un titular que decía: ‘El gigante que nos derrotó’.
Esos días inolvidables fueron quedando atrás. El Buenos Aires Lawn Tennis Club quedó en silencio. Los abucheos, los insultos, los aplausos, la euforia, todo se lo llevó el tiempo, pero lo único que no pudo llevarse son las remembranzas de una victoria ecuatoriana que fue apoteósica y que sucedió hace 35 años en Argentina. (O)
Esos días inolvidables fueron quedando atrás. Lo único que no pudo llevarse el tiempo son las remembranzas de una victoria ecuatoriana que fue apoteósica hace 35 años en Argentina".