El orgullo de pisar la tierra batida donde su padre ganó Roland Garros, hace 30 años, atenuó la decepción del ecuatoriano Emilio Gómez al perder en la primera ronda del torneo, pero tras haber llevado a un maratón de más de 4 horas al n.° 46 clasificado, el italiano Lorenzo Sonego.
"Tengo sentimientos encontrados. Estoy un poco decepcionado por la derrota, pero hice todo lo que pude, se me escapó en el segundo y en el quinto, él salió a buscar un poco más y encontró mis errores, son cosas que pasan, no tengo nada que reprocharme en este día", aseguró el ecuatoriano tras caer por 6-7(6), 6-3, 6-1, 6-7(4) y 6-3.
Gómez, que a sus 28 años pelea por entrar entre los mejores del mundo, aseguró que tras esa liza no hay sitio para la decepción: "Han sido horas bastante emocionantes para mí, mi familia, haber podido disfrutar una batalla ha sido un honor, el próximo año con más experiencia espero hacerlo mejor".
- Roland Garros: Gómez cae en primera ronda, en cinco sets
El tenista no había tenido aún tiempo de hablar con su padre, que tampoco ha querido estar muy presente en los días en los que su vástago cumplía su propio sueño en las tierras donde él forjó el suyo.
"Le encantaría estar involucrado, pero sabe que es mejor dejarme espacio", indicó.
"Para mi familia han sido días muy emotivos. Yo ya había dado un paso importante al superar la fase previa en este torneo, mi primer Grand Slam, con toda la historia de mi papá aquí, ya era un privilegio", analizó el jugador, que dijo que, viendo los chats de la familia "van a necesitar un cardiólogo tras los tres últimos partidos".
Contento
Gómez prefiere quedarse con la buena experiencia que vivió, la clasificación para el cuadro final a través de la fase previa con duelos en los que llegó a remontar bolas de partido en contra, y el partido a cinco sets que perdió, el primero que jugaba desde 2017.
En los momentos clave, analizó, no fue capaz de dominar, lo que dio vida a su rival hasta que llegaron a un quinto set que "fue como una tanda de penaltis".
#RolandGarros | Con más de 4 h de juego, Emilio Gómez cae en primera ronda, en cinco sets, ante el italiano Lorenzo Sonego ► https://t.co/tOL2v8i6o7 pic.twitter.com/gY6KbCFlz9
— Marcador (@marcadorec) September 28, 2020
Recordó que durante muchos años pensó que nunca podría llegar a disputar un partido en Roland Garros, sobre todo después de que una lesión sufrida en 2017 le dañó el hombro y, con él, sus dos principales armas, el saque y la derecha.
Apenas ganaba partidos y se alejó de su familia, se encerró en sí mismo y se puso un horizonte, un cara o cruz en el que corrió el riesgo de dejar el tenis.
Buen sabor
"Gané unos partidos y fue como una segunda vida, fui construyendo algo nuevo", asegura el tenista, que piensa que "nunca es tarde" para cumplir sus sueños.
Sabe que su entrada entre los mejores del mundo se ha producido más tarde que la de otros, pero considera que ahora "se saborea más".
"Con 18 años no hubiera saboreado esto igual. Hoy he sufrido una dolorosa derrota, pero haber dado esta batalla, haber estado aquí, siempre va a ser muy especial", comentó.
Su paso por París y haber plantado cara a un rival que se codea con los mejores le hace pensar que es "capaz" de enfrentarse con estos jugadores.
"Era cuestión de tiempo tener esta oportunidad. A mi me toca luchar de otra manera. Me encantaría poder jugar a este nivel más seguido, creo que es lo que me pertenece. Mientras más siga en este nivel, más voy a subir. Creo que mi ranking es bueno pero puede ser mucho mejor. Va a ser cuestión de ganar unos cuantos partidos y todo va a empezar a girar para mi crecimiento", aseguró.
Gómez está confiado en que en ese proceso, esta derrota le permitirá crecer y volver más fuerte.
"Voy a tomarlo como algo positivo y el año próximo con la experiencia que voy a tener va a ser un mejor año para mi", indicó. (D)