Medvédev salió fuerte, dominando con claridad el primer set, pero se ofuscó a partir de ahí ante un rival con un poderoso saque (once saques directos).
La corpulencia de Opelka, que mide 2,11 metros, fue un obstáculo insalvable para el ruso, que ya había estado a punto de caer en la primera ronda.
Opelka, de 23 años, se llevó el segundo set y en la manga decisiva se mostró mucho más seguro que su rival.
Junto a Ivo Karlovic, el estadounidense, número 36 del mundo, es el tenista más alto en la historia de la ATP.
Después de caer en la primera ronda de Roland Garros, Medvédev volvió a decepcionar en una temporada en la que fue semifinalista en el Abierto de EEUU, donde alcanzó la final en 2019, su mejor resultado.
No falló, en cambio, el segundo favorito, el canadiense Denis Shapovalov, que derrotó con facilidad en los octavos de final al bielorruso Iliá Ivashka (6-1 y 6-4), ni tampoco el número tres, el ruso Andréi Rubliov, que batió al francés Ugo Humbert (6-4, 4-6 y 7-5).
El Abierto de San Petersburgo, que se disputa desde 1995, este año ascendió a la categoría ATP 500 y reparte más de 1,2 millones de dólares en premios.
Se disputa con público, aunque por las restricciones impuestas para contener al epidemia de coronavirus este no debe superar el 50 por ciento de aforo del complejo Sibur-Arena, con capacidad para más de 7.000 espectadores.