Tolerancia cero al racismo. El último martes 16, el Club Nacional de Football de Uruguay se enfrentó a Corinthians en la semifinal de la Copa Libertadores Femenina. El resultado fue un abrumador 8-0 en favor de las paulistas; sin embargo, grande fue la indignación de las jugadoras brasileñas al escuchar que una de las integrantes del equipo rival se refería a ellas como macacas.
Según denunciaron las deportistas, los insultos empezaron luego de que la futbolista brasileña Adriana anotara el sexto gol. A pesar de las ofensas el partido se siguió jugando, pero fue ya en el minuto 89 cuando una de las futbolistas más experimentadas del plantel anotó el octavo y último gol.
Grazielle, una delantera brasileña de 40 años, tuvo la iniciativa de celebrar alzando el puño en señal de rechazo al racismo. Este gesto es denominado como la señal del ‘Black Power’ que se dio a conocer en los Juegos Olímpicos de México 1968. Este símbolo estadounidense volvió a ser popular luego de que cientos de personas marchen a favor del Black lives matter (BLM) en son de protesta para detener los abusos racistas en América del Norte.
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Por su parte, las jugadoras del Corinthians también se sumaron a la celebración y todas en conjunto alzaron el puño y se abrazaron fuertemente para rechazar el racismo. El cuerpo técnico brasilero también apoyó la causa e hizo lo mismo.
Finalmente, el club hizo oficial este momento con una foto de todo el equipo en su cuenta oficial de Twitter, en donde se puede ver a las jugadoras con el puño levantado. “Somos resistencia, no al racismo”, se puede leer en el post.