A los 26 años, Luis Fernando Barco es hoy en día el principal símbolo del golf peruano a nivel internacional. El año pasado logró una histórica clasificación al US Open, convirtiéndose en el primer peruano en disputar uno de los cuatro Majors más importantes de este deporte.
El golfista nacional se encuentra en nuestra capital con mucha ilusión por jugar el Perú Open, un torneo que es parte del PGA Tour Latinoamérica y que volverá a jugarse después de tres años de ausencia en Los Inkas Golf Club del 28 de abril al 1 de mayo. Reunirá, desde luego, a los mejores del continente.
—Tuviste un gran 2021 con tu clasificación al US Open ¿Cómo fue la experiencia de participar en un torneo tan importante?
Fue espectacular en todos los sentidos. Lamentablemente no estuve tan fino en términos de mi juego: hice cosas bien y otras no tan bien. El US Open siempre se esmera en ser la cancha más difícil del año y si no estás con tu juego al 100% cualquier parte que no esté bien, la expone más aún. Eso me paso un poco de factura. Pero no lo cambio por nada, la experiencia fue extraordinaria. Escuchar el primer día por los altavoces: “Bienvenido desde Perú, Luis Fernando Barco”, hace que se me ponga la piel de gallina todavía, simplemente de pensarlo. Fue muy lindo tener a mi familia y a unos amigos ahí. Por el tema de la pandemia no hubo tanto público, como usualmente hay en este tipo de torneos, pero igual se sentía el aliento y fue increíble.
—¿Cómo fue encontrarte con otros golfistas de alto nivel y poder competir contra ellos?
Aprendí mucho de ellos. Tuve la oportunidad de jugar con Rory McIlroy, que en su momento fue el número 1 o 2 del mundo y es uno de mis ídolos desde que empecé a jugar golf. No solamente su golf, sino su personalidad fue muy buena. Yo fui, me presenté y súper buena onda. Terminamos hablando de fútbol y de un montón de cosas. Además, pude jugar con Joaquín Niemann, que es amigo mío y él invito a Sergio García; entonces estuve con jugadores de primer nivel. Te sirve para aprender que ellos también son humanos. Uno a veces los ve en la televisión y cree que son robots que no fallan ni un tiro y que están muy lejos de donde uno está y la verdad es que no. Ellos se equivocan, pero saben responder a las adversidades, saben a qué juegan y por eso es que están ahí.
—Luego de 3 años tendremos nuevamente el Perú Open, ¿cómo te sientes y cómo te vienes preparando para este torneo?
Estoy feliz que vuelva el Perú Open. Los Inkas viene haciendo un trabajo increíble con este torneo. Con todos los golfistas con los que viajo siempre me dicen que quieren venir a Lima y ahora lo podrán hacer. Vengo practicando en Lima Golf donde es mi base, pero por las tardes me voy a jugar a Los Inkas para tratar de llegar con el mejor juego posible al torneo. De hecho, este año se cumplirán diez años desde que Sebastián Salem ganó este mismo torneo como parte del PGA Tour Latinoamérica. Él es el único peruano que ha ganado, así que es una ocasión especial y me encantaría poder ser el segundo en esa lista.
—¿Qué expectativas tienes para el torneo?
No me gusta mucho hablar de expectativas ni de resultados. Estoy haciendo un trabajo con mi psicólogo y mi entrenador en enfocarnos en el proceso. Una de las metas que tengo es pegar cada tiro 100% comprometido con lo que decido y aceptar los malos tiros, y ver cómo estaré hasta el próximo domingo en la tarde.
—¿Cómo ves la actualidad del golf nacional?
Creo que viene súper bien, considerando el poco golf que se juega en el Perú en comparación a otros países de la región como Chile, Argentina o Colombia. En temas de resultados estamos más que bien con chicos como Alejandro Ramos que ganó el Juvenil del año pasado o los chicos que ganaron medallas en el último Sudamericano juvenil. Eso habla de un buen trabajo, porque esas medallas no te las regalan. Me pone muy feliz que tengan ese tipo de resultados, porque estoy seguro que eso los va a motivar no sólo a ellos, sino a otros chicos que querrán seguir por ese camino.
—¿Por qué crees que existe la sensación de que el golf no es un deporte masivo si hay muchos clubes y muchos chicos y chicas lo practican el país?
El tema principal es que no existen canchas públicas más allá de la de San Bartolo. Dentro de los clubes sí creo que existe una buena cantidad de golfistas. Me parece que dentro del último año y medio ha crecido, pero esa es una de mis metas a largo plazo: que haya más canchas públicas y que se masifique el deporte. Que haya más personas que se animen a aprender a jugar al golf. Muchas veces pasa que hay una idea previa de que es un deporte aburrido y de viejos, pero una vez que le agarras el gusto y ves a la pelotita antes de un tiro es un sentimiento especial.
—¿Cómo se mantiene la carrera de un golfista profesional como tú?
La verdad que es muy difícil, porque los gastos son bastante altos por todos los viajes. Los torneos duran una semana, por lo que yo viajo 25 semanas al año, pero he tenido la suerte que auspiciadores han creído en mí. Hace un mes que la compañía Explomin ha confiado en mí y me han ayudado mucho, estoy muy agradecido con ellos y espero poder cumplir las metas que me he propuesto. Si uno hace las cosas bien se incrementan las posibilidades de que salgan las cosas como se espera. Básicamente mi idea de buscar sponsors es para poder invertir en mí y en mi juego, en entrenadores o en los lugares en los que debo quedarme cuando tengo competencias. He tenido la oportunidad de trabajar con empresas privadas que me han ayudado a lo largo de los años, pero es complicado, para temas de golf no ha sido nada fácil. Pero estoy seguro que una vez que mejore mis resultados y cumpla las metas que me he propuesto, esta situación cambiará.
—¿Qué te espera este 2022?
Vengo jugando el PGA Tour de Latinoamérica que termina en junio y en base a cómo finalice ahí, lo ideal sería subir al Korn Ferry Tour, que es una gira de Estados Unidos que comenzará en la siguiente temporada a fines de este año. Esa es la meta que tengo por ahora, así que estoy enfocado en eso y en seguir mejorando mi juego.
—¿Un mensaje para el público?
Aprovecho para hacer un llamado a la gente que vaya a apoyar al Perú Open, que se involucre un poco más con el golf, que le dé una oportunidad y que vea cómo es el deporte. Las entradas son abiertas, todos están bienvenidos. Esperemos estar dentro del torneo en los últimos hoyos y que se sienta la localía.