Alejandra Orozco apenas tenía 15 años cuando se convirtió en una grata sorpresa del deporte mexicano al colgarse la medalla de plata, junto a Paola Espinosa, en Londres 2012. Hoy, apenas a sus 26, bien se le puede considerar como una clavadista experimentada, con otros dos Juegos Olímpicos a cuestas y una presea más en su currículo: el bronce que obtuvo con Gabriela Agúndez en Tokio 2021.
Ahora, después de haber conseguido la plaza olímpica en la plataforma individual –al finalizar en séptimo sitio dentro del Campeonato Mundial de Fukuoka– y a un año de que París 2024 se ponga en marcha, Alejandra tiene el objetivo de imponerse en el selectivo nacional para asistir a sus cuartos Juegos y ahí buscar la tercera medalla, una que la metería al selecto grupo de leyendas mexicanas junto a Joaquín Capilla, quien logró cuatro, así como María del Rosario Espinoza y Humberto Mariles, quienes cosecharon tres.
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Pero en el proceso, la clavadista tratará de ser seleccionada para competir en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023 y ya el próximo año, dentro del Mundial de Doha, buscará la plaza olímpica en plataforma sincronizada, misma que se le escapó por tres centésimas en la recién edición de Fukuoka.
Desde Tokio 2020 no habías competido, ¿cómo te sientes en tu regreso y más con esta actuación en el Campeonato Mundial de Fukuoka?
Estoy emocionada y motivada al estar de nuevo en el escenario internacional después de dos años sin actividad competitiva, donde hemos vivido de todo, enfrentando dificultades y situaciones ajenas a nosotras; hemos podido salir adelante y este Mundial significó eso, que estamos cerca, en la jugada; el llegar de alguna manera sin expectativas, porque necesitamos medirnos con los otros países que sí han tenido ritmo y seguimiento. Lo que sí es que nos quedamos con la espina que por tres puntitos no se obtuvo la plaza olímpica en sincronizados, pero sabemos que podemos hacer más en este proceso, que ya no para y ya estamos subiendo escalón por escalón a un año exactamente de los Juegos Olímpicos.
Con estos resultados, ¿esperas el regreso de las becas de Conade en lo que queda del proceso olímpico?
Ahorita, toda la situación ajena a nosotros y que está fuera de nuestro control, la tuvimos que afrontar y solucionar; lo padre fueron las personas que se sumaron y que creyeron en nuestro proceso, que se suben al barco, que termina siendo nuestra red de apoyo y que lo quiere ser durante todo el proceso. Actualmente seguimos sin tener en nuestras manos la solución, sin tener nosotros la responsabilidad de esta situación, pero sí está en nuestras manos subirnos a una plataforma y hacer una buena representación. Ya viene otro proceso de planeación y ojalá se pueda reanudar el tema de las becas, que al final los resultados están y la delegación lo hizo muy bien, y que esto ya no sea algo que detenga el proceso que dio inicio.
A un año de París 2024, ¿te ilusiona conseguir tu tercera medalla olímpica?
El tiempo pasa volando y me ilusiona hacer historia en la plataforma y compartirlo con Gaby Agúndez, ya que sé que las dos somos muy fuertes y sólidas, y queremos escribir nuestro camino; claro que me motiva, lo puedo visualizar, voy paso a paso. A parte, algo que he aprendido de los Juegos es que todo puede pasar; entonces, creo que más allá de crear un pronóstico o una expectativa, siento que es construir la medalla en el trabajo que haces día con día, y solo ir a los Olímpicos a recoger la recompensa.
¿Te hace falta esa medalla olímpica individual?
En individual en Tokio 2020 quedé en sexto lugar y también para mí fue un resultado importante después de quedarme en Río 2016 en la preliminar, así que fue un avance muy importante; ahora con el séptimo lugar en el Mundial significa que estoy dentro de la pelea. La verdad que está reñida la disputa por medallas en individual, son centésimas la diferencia entre el cuarto y el décimo lugar, entonces los detalles son importantes.
MGC