27/12/2024

Río 2016: Mónica Puig y Caterine Ibargüen, dos latinas que hacen historia

Lunes 15 de Agosto del 2016

Río 2016: Mónica Puig y Caterine Ibargüen, dos latinas que hacen historia

El último fue un fin de semana de fiesta latinoamericana en Río 2016. Pero también de historia. La puertorriqueña Mónica Puig y la colombiana Caterine Ibargüen no solo dieron pasos históricos para el deporte de sus respectivos países, sino también para la región. 

El último fue un fin de semana de fiesta latinoamericana en Río 2016. Pero también de historia. La puertorriqueña Mónica Puig y la colombiana Caterine Ibargüen no solo dieron pasos históricos para el deporte de sus respectivos países, sino también para la región. 

El último fue un fin de semana de fiesta latinoamericana en Río 2016. Pero también de historia. La puertorriqueña Mónica Puig y la colombiana Caterine Ibargüen no solo dieron pasos históricos para el deporte de sus respectivos países, sino también para la región. 

El pasado sábado, Mónica Puig sorprendió a todos los especialistas y ganó el oro en tenis derrotando nada menos y nada más que a la alemana Angelique Kerber (6-4, 4-6, 6-1), número 2 del mundo. Y de hecho fue sorpresa considerando que la deportista de 22 años nunca ha estado en el Top 20 del tenis femenino, incluso su mejor posición es la actual: 34. Además, solo contaba con un título menor (Estrasburgo 2014).

Su historia con las raquetas empezó a los seis años, cuando la animó su madre, quien había jugado tenis durante la escuela secundaria. En su etapa junior logró interesantes resultados: finales en Roland Garros, Abierto de Australia y US Open; el oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe (2010) y su presencia en la final de los Juegos Panamericanos de Guadalajara el 2011.

Por esos resultados, incluso fue tentada por la Federación Estadounidense de Tenis, pero ella rechazó la oferta por una clara consigna: "Soy muy fiel a dónde nací y de dónde vengo. Soy muy latina y amo a Puerto Rico con todo mi corazón", aseguró aquel año la joven de abuelos paternos españoles tras obtener la medalla de plata. 

A Río 2016 llegó con el sueño de lograr el oro para Puerto Rico, tenía la premonición de que “una cosa grande estaba a punto de llegar”. Y, apoyada por el “sí se puede” de la barra nacional, así fue. Le dio a su país el primer oro en su historia y además es la primera mujer puertorriqueña en ganar una medalla. Se convirtió también en la segunda latinoamericana en obtener una presea olímpica en individuales, la primera fue la argentina Gabriela Sabatini en Seúl 1988.

Y tras la victoria, habló justamente con orgullo de sus raíces. "¡Viva Latinoamérica! Ojalá esto sirva para que enseñe a todas las mujeres latinas que todo se puede conseguir en la vida", expresó a los periodistas. 

Ibargüen también es de oro
Solo un día después de la gran victoria de Mónica Puig, otra latinoamericana dijo presente en el medallero de oro olímpico. 

Caterine Ibargüen logró la primera medalla de oro en atletismo para Colombia en unos Juegos Olímpicos. Su éxito en salto triple en Río 2016 se suma así a sus logros en los mundiales de Moscú 2013 y Pekín 2015, y en la Liga Diamante 2014-2015.

Ibargüen tiene 32 años y nació en el municipio de Apartadó, en la convulsionada y empobrecida región del Urabá. Se trata de una zona en la que se registraron masacres y desplazamientos forzados a causa del conflicto armado interno. Pero Puerto Rico también está en el corazón de la atleta, pues ahí se graduó en Enfermería.

Un hecho que no deja de llamar la atención es que quizá no hubiéramos visto a Caterine Ibargüen en Río 2016. Y es que su carrera deportiva empezó con el vóley e incluso practicó lanzamiento de bala. Luego, un profesor de su colegio la encaminó por las rutas del atletismo, donde se quedó. Es así que en la adolescencia se probó en salto alto, pero pensó en abandonar la práctica deportiva al perder su cupo a Pekín 2008. 

Sin embargo, fue el entrenador cubano Ubaldo Duany el que la convenció de dedicarse al salto triple. A partir de ahí comenzó un camino de sacrificios y largas jornadas de entrenamiento para adquirir la técnica que la llevó a la plata en Londres 2012 y al oro en estos Juegos Olímpicos. Pero ella sueña aún con mayor grandeza: Quiere ser “la mujer que más ha saltado en la historia”. 

Deja en claro, entonces, qué es lo que viene para ella: “Ya conseguí lo que quería, ya cumplí mi primera meta, ahora me queda ir por el récord mundial., bajar ese registro es mi próxima meta. Creo que se puede conseguir, que se puede lograr, es posible porque he trabajado duro para eso. Tengo la capacidad de buscarlo y lo haré”.

(AFP / AP)

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