En los últimos 34 torneos de Grand Slam en la rama varonil, solo ha habido cuatro nuevos campeones. De ellos, tres debutaron como monarcas de los grandes en el US Open: el argentino Juan Martín del Potro en 2009, el escocés Andy Murray en 2012, y el croata Marin Cilic en 2014.
Con lo que el Abierto de Estados Unidos se ha convertido en un lugar donde ocurren las sorpresas.
Con el suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic acaparando los trofeos más importantes, solo el también helvético Stan Wawrinka se coronó en Australia para abrir su cuenta de majors.
Sin embargo, en la rama femenil el US Open también ha provocado que nuevos nombres se agreguen a los libros de historia.
La rusa Svetlana Kuznetsova conquistó su primer grande ahí en 2004 y al año siguiente lo hizo la belga Kim Clijsters; la australiana Samantha Stosur consiguió la hazaña en 2011.
Aunque ninguna tan grande como la de la italiana Flavia Pennetta el año anterior. En la edición en la que la estadunidense Serena Williams buscaba empatar el récord de títulos grandes de la alemana Steffi Graf en la Era Abierta (22) y conseguir el Grand Slam anual, llegó otra italiana Roberta Vinci, para eliminarla en semifinales.
Dos días más tarde, Pennetta se llevó su primer major, a los 33 años y tras 48 participaciones en Australia, Roland Garros, Wimbledon y Nueva York sin éxito, solo para anunciar su retiro, ya con el trofeo en la mano.
Un ejemplo que el último Grand Slam del año ofrece un espacio a los nuevos campeones.
Del Potro protagonizó su propio cuento de hadas, cuando en 2009 eliminó a Nadal en semifinales y derrotó a Federer en la final, para coronarse a los 20 años.
En 2012 y después de perder las finales en Australia en 2010 y 2011, y la de Wimbledon unos meses antes, Andy Murray aprovechó el buen momento que vivía tras el oro olímpico en Londres, para vencer a Federer en cuartos de final y a Djokovic en la final y por fin levantar su primer major.
El croata Cilic lo imitó en 2014, cuando unos meses después de cumplir una sanción por doping, eliminó al checo Tomas Berdych en cuartos y a Federer en semifinales, para después imponerse al también sorprendente japonés Kei Nishikori, en la disputa por el título en la Gran Manzana.
¿NUEVA OPORTUNIDAD?
Con esos antecedentes de sorpresas recientes, llega una nueva edición del Abierto de Estados Unidos.
Los favoritos en cada rama, Djokovic y Serena, arriban tras una decepción, al quedarse lejos de la pelea por las medallas en los Juegos de Río de Janeiro, el objetivo que se marcaron al inicio de la temporada.
Nole se coronó en Australia y Roland Garros, pero vio interrumpido su sueño de Grand Slam al ser eliminado por el estadunidense Sam Querrey en la tercera ronda de Wimbledon, y el título fue para Murray, quien también se llevó el oro en Río.
Con Federer fuera por lesión y Nadal en el camino de regreso, se abre la puerta, para que al margen de Djokovic o Murray, nombres como el canadiense Milos Raonic, finalista en Wimbledon, Del Potro, plata en Olímpicos, o el austriaco Dominic Thiem den la sorpresa.
Por su parte, Serena perdió las finales de Australia y Roland Garros y se impuso en Wimbledon, pero en una rama femenil siempre cambiante, todas las inscritas aspiran a convertirse en la Flavia Pennetta de esta edición.
Decenas de hombres y mujeres quieren escribir su cuento de hadas estas dos semanas en Nueva York.