Desde hace más de 30 años México es sede de uno de los torneos más importantes del tenis juvenil a nivel mundial, llamado Copa Casablanca por décadas, el Abierto Juvenil Mexicano se ha reinventado y continúa albergando a las mejores raquetas jóvenes del orbe.
El torneo que inició en 1978 obtuvo el grado A por parte de la Federación internacional de Tenis (IFT) en 1988, y desde entonces se mantiene como una de las competencias juveniles más importantes; al nivel del Orange Bowl, el Porto Alegre Championships, el italian Open, el Osaka Mayor´s Cup y las ediciones juveniles de los cuatro Grand Slams.
En sus inicios la competencia se disputaba sobre cancha dura y en las instalaciones del Club Casablanca en Ciudad Satélite, al norte de la CdMx, pero tras problemas de presupuesto, en 2012 el torneo emigró al Centro Deportivo Chapultepec, sus canchas ahora son de arcilla y cambió de nombre a Abierto Juvenil Mexicano.
A lo largo de este camino pasaron por tierras mexicanas grandes promesas que a la postre se convirtieron en leyendas del tenis mundial como suizo Roger Federer, el checo Iván Lendl, el croata Goran Ivanisevic, los argentinos Gabirela Sabatini y Juan Martín del Potro, el austríaco Thomas Muster y el francés, Sebastian Gorsjean.
La quinta edición del Abierto Mexicano Juvenil no será la excepción, y del 14 al 20 de noviembre nuestro país recibirá a las mejores raquetas del mundo, entre las que se encuentran los actuales número uno del mundo Stefanos Tsitsipas (Grecia) y Kayla Day (USA), además de los mexicanos Alan Rubio, Alex Hernández y María José Portillo.